sábado, 30 de junio de 2018

MEXICANOS AL GRITO DE GUERRA
            Cuando era chica cantaba el Himno cuando había que cantarlo en la escuela  y listo, sin darle mayor importancia al asunto. Fui en un colegio que entonces era chiquito porque apenas empezaba a tener sección de niñas. En mi generación fuimos a veces 11, cuando más 19, entonces con que tuvieras poquitas ganas te tocaba participar en todo, ser del coro, de la escolta, del equipo de lo que fuera. No había mucho de donde escoger, no se podían poner muchos moños. Fui de la escolta, como no, con todo y que no era yo muy arregladita que digamos. Siempre tuve la capacidad de ponerme hecha una desgracia en diez minutos, aunque saliera de mi casa perfectamente planchada y limpia. De hecho a la fecha, cuando voy a una boda en México, mi peluquera sabe que a mi hay que peinarme con Resistol y un kilo de metal para que no quede como Animal, el baterista de los Muppets a los 10 minutos de fiesta. En fin, lo de la escolta normalmente era temprano por suerte, entonces la camisa seguía medianamente planchada, el saco todavía no llevaba medio día en el locker o la mochila, el pelo no se había salido del huacal (tanto) y los guantes blancos seguían blancos. Como tengo voz de señor, eso también ayudaba para eso de la cosa militar: “Atención escolta!” cuando iba en primaria y luego que crecí como enredadera en secundaria, me tocó ser abanderada.

            A medida que fui creciendo fue creciendo también mi amor por mi México y sus símbolos. Tengo un romance casado con las playas de mi país, desde el Caribe mexicano con sus playas blancas y aguas turquesa hasta las playas rocosas de Baja California, pasando por las arenas achocolatadas del Pacífico y las aguas verdes de Veracruz. Las selvas mexicanas me fascinan y no dejan de admirarme y sorprenderme. La cultura e historia de mi país me admira con su grandeza. Y la gente mexicana me llena de orgullo desde los indígenas de todos tipos hasta los jóvenes estudiantes, los inmigrantes árabes, judíos y españoles, los chinos del centro y todos los que formamos el tejido que conforma nuestra Nación. La comida mexicana es un gozo, no solamente un mole o un chile en nogada, sino algo tan sencillo como una tortilla recién hecha con sal o unas frutas con chile.

            Cuando mi hijo era chico tenía una obsesión regular con los dinosaurios. Le encantaban. Sabía muchísimo al respecto. Desde que tenía como año y medio se hizo con un documental un día que le dije que podía escoger lo que quisiera en una tienda MixUp (¿te acuerdas?), ilusa de mí pensé que iba a escoger una caricatura como cualquier escuincle. Le dije, no te va a gustar, eso es un documental. Me dijo, quiero un documental. Pues sale pues. Bueno, lo vio miles de veces, se sabía hasta los créditos.  En fin que obviamente cuando en la plancha del zócalo, hará unos diez años pusieron una exposición temporal de dinosaurios,  allá vamos a verla el señor documental y su servilleta, junto con mi tía Helga y su hijo, amigo de mi hijo.  Mientras estábamos en la fila, nos tocó ver que los cadetes bajaran la bandera gigante de la Plaza de la Constitución, con toda la ceremonia mientras el sol bajaba detrás de Palacio Nacional. Lo estábamos viendo y a mi se me enchinó la piel y se me llenaron los ojos de lágrimas. Claaro que “Ma, es neta? ¿No dormiste bien? ¿Vas a llorar?” Híjole, pues si. Resulta que cuando oigo a mucha gente cantar el Himno Nacional, o como esa vez que vi bajar la bandera, se me hace nudo en la garganta y me da emoción.

            En los estadios de futbol cuando se canta el Himno o el Cielito Lindo me pasa lo mismo, igual al empezar las carreras de a pie, maratones, medios y 10 K, que he hecho muchos. Muchas veces empecé a correr con la cara bañada en lágrimas, pero lágrimas de emoción de cantar el Himno con muchos otros mexicanos.
            Sé que a lo mejor es una tarugada, pero no lo puedo evitar.
            Ahora que empezaba el mundial, al pobre de Alarís lo traje a cursos intensivos, oyendo el himno en YouTube, cantado en el Azteca, cantado por coros, cantado por Chente, para que se fuera educando, porque le dije: Tu puedes irle a quien tu quieras, pero si juega México, le vamos a México, si no, te recomiendo que vayas pidiendo alojamiento en casa de algún amigo durante un par de meses porque viene el mundial de Rusia, las elecciones en México y luego el mundial sub20 de Mujeres en el que va a jugar mi niña, y si normalmente me pongo sensible, imagínate así y estando lejos pues con más ganas. El claro que tiene la camiseta de Mexica súper puesta.  Ya sentencié a mis amigos y amigas que están invitadísimos a ver los partidos siempre y cuando le vayan a México cuando tengamos partido. Para los demás partidos me da igual, le pueden ir a quién quieran (mírala que mona).

            Echémosle porras a México, claro que si en el fut, pero también en la vida. Que no se nos olvide que nosotros construimos a diario a nuestro México, cada quién desde su sitio, y ahora más que nunca, mucho cuidado al elegir a quién queremos como D. T.  de nuestro equipo. Les encargo mucho a mi México.


Vamos México!


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sábado, 23 de junio de 2018

SOPA DE GORILA

No vayas a creer que el título es una referencia literal a un plato  grotesco, completamente anti-humanitario y horroroso. No. Así le digo yo a los Jacuzzis porque a mis hermanos, mi papá y mis primos les encanta la práctica de meterse al Jacuzzi y a mi más bien me da un poco de repele, lo considero un caldo de gorila, tener a varios señores peludos en remojo a baño maría.  Todo empezó en los veranos de mi infancia, en la casa que tenían mis papás para las vacaciones donde tenían un Jacuzzi, que mi papá cuidaba con esmero y en el que todas las tardes o noches se metían muchísimos chamacos propios y ajenos,  a “nadar” y echar clavados y el Reimon entre ellos intentaba tomarse un Bloody Mary en santa paz.  De ahí les quedó la afición. Hace unos años uno de mis hermanos compró un Jacuzzi  en Costco, su lugar favorito del mundo, que le regaló al Reimon para su casa y lo ha disfrutado muchísimo. Todos los sábados se mete antes de comer, solo o acompañado, si hay algún nieto mejor. Mis hermanos invitan a sus primos como cuando tenían 6 años, y ya están grandecitos y lo siguen pasando en grande. Mi hermano, en su departamento, también puso un Jacuzzi en el Roof Garden y hace grandes pachangas a las que invita con traje de baño. Yo nunca me meto, sigo con mi idea de que mejor paso.
Este señor no es mi pariente, conste, es una foto de stock.

            Ayer fue el primer día del verano. El primer jueves después del Ramadán. Alarís y yo teníamos que hacer una serie de trámites burocráticos en Amman y luego decidimos ir de visita al pueblo para pasar el viernes con la familia, dado que el sábado comenzamos un programa de viaje con La Gran Familia Mexicana, que va a estar divertidísimo, pero intenso y larguito. Además necesitábamos tomar unas fotos de la nueva casa de Ummi y Baba porque estamos inventando construir en su azotea un “loft” para nosotros. Dado que venimos muy seguido e invadimos su sala de visitas con nuestra cama inflable, maleta y demás y en la noche nos andamos paseando como almas en pena para ir al baño, le propusimos a Baba que si nos daba chance de hacernos en su azotea un cuarto con baño y cocineta y en el resto de la azotea le hacemos un asador con horno y un emparrado para que toda la familia haga ahí reuniones y asados al aire libre. Le pareció padrísimo. Dijo que lo del asador no hacía falta, pero yo ya me había encaprichado con la idea y así queremos hacerle. Pues total, que veníamos de camino y que por la carretera y veo a unos señores vendiendo alberquitas de inflar de distintos tamaños y colores. Me acordé de mis hermanos y sus sopas de gorila.  La hermana más chica de Alarís tiene no sé exactamente qué, autismo y algo de parálisis cerebral creo yo, y  dos de sus grandes obsesiones, que le producen una inmensa felicidad son los globos de colores y el agua. O sea que una alberca inflable de colores es posiblemente uno de sus sueños guajiros. Le dije a Alarís que por favor me dejara comprarle una. Se la compramos. Llegamos a casa de Ummi y Baba y justamente estaba toda la familia empacando porque tenían idea de ir a la frontera con Israel , junto a los altos del Golán, donde hay muchos manantiales y un pueblo tipo Oaxtepec, donde hay muchos balnearios, a nadar y hacer un picnic. Ella no va nunca a esas excursiones y alguien se queda a acompañarla. No le gusta salir de su ambiente conocido, se angustia. Le inflamos su Jacuzzi y sus gritos de felicidad se podían oír por toda la cuadra. A la pobre hermana que se ofreció a quedarse a cuidarla le tocó la chamba de hacerla de regadera porque se hizo con un vaso de plástico para aventar agua y quería que le echaran agua en la cabeza sin parar. Estuvo horas, feliz. Me ofrecí a quedarme yo, pero ya se habían organizado. Me contaron después que despertó a las 5 de la mañana y quería ir a su Jacuzzi otra vez.

Pues nos fuimos. Parecía el desembarco de Normandía. Íbamos en 5 coches, 23 personas, cada una con una mochilita con un cambio de ropa, más aparte todas las viandas, pues los árabes no salen sin provisiones, vaya uno a pasar hambres. Se decidió el sitio al que íbamos a ir.  Pasando el pueblo de Umm Qays hay que pasar por garitas militares, pues ya es zona de frontera. Se les pide a los hombres se identifiquen y a mi, por verme extranjera y “rara”, también me cuestionaron.  Me parece chistoso. Si de verdad quisieras pasar a alguien ilegalmente al otro lado, le plantas una burqa y dices que es tu hermana, santo remedio. Luego me cayó el veinte y confirmé con Alaris, que recibimos trato preferencial, es decir, solo le piden identificarse a los señores y nos toleran bastante más que a cualquier Mustafá porque todos los hombres de la familia son militares  y de hecho Baba estuvo estacionado al final de su carrera precisamente en esa zona. Le paso mi carnet de identidad a Alarís, que a su vez se lo da al militar, y me voltean a ver, y yo, con la mano atrás de la oreja, le muevo a la pata de los lentes para que los lentes se hagan para arriba y para abajo, como “que traen?”. A los soldados les ganó la risa. Y Alarís no entendía., porque estaba dándome la espalda Dijo, quién sabe que traen estos tarados, no le veo la gracia. Y yo, seria. Luego le expliqué y me dijo, ah como eres mensa, nomás a ti se te ocurre jugar con el ejército. Es que estoy optudimóder de que me vean como bicho raro y mejor lo agarro a chiste.
Hay varios lugares diferentes, pero en todos hay asadores y mesas y sillas, albercas con un sistema complejo de segregación por géneros y edades, ya que estamos del lado musulmán, shishas y vistas muy bonitas. El que escogimos da al río que se forma por los manantiales exactamente frente a la roca partida que forma una montaña que hace la frontera con Israel. A escasos metros se ve la malla de alambrada. Entre las Montañas, que forman los Altos del Golán, se alcanza a ver el Mar de Galilea. Del lado israelita se pueden visitar las cuevas y los sitios naturales, no hay manantiales, pero hoy en día, por la situación en Siria, no se puede visitar los Altos, solo el Mar de Galilea, Tiberiades y Nazaret, que son muy lindos también.

Total, bajamos todas las cosas. Nos instalamos en unas mesas, unos cuñados se encargaron de organizar el asador, Alarís se puso a hacer ensalada, los niños se metieron a nadar y las señoras también. Las albercas para los niños están donde los asadores y mesas para que todo mundo les pueda echar ojo. La de las señoras está dentro de un cuarto, es una alberca profunda y calientita, de agua de manantial. Yo ya la había visto en otra ocasión, en que tampoco nadé. Yo no venía preparada y de todos modos no tenía ganas, no traía traje ni toalla o sea que me quedé a mirar a los niños y a platicar con los señores mientras ellos, por una vez se encargaban de los chamacos y de la cocinada, en tanto las señoras se tomaban la tarde. Salieron las señoras, sacaron a los niños del agua, comimos riquísimo, kebabs y pollo asado, ensalada, todo con pan árabe grandote, baba ganoush. Fumaron shishas que trajeron de la casa también. Los niños se volvieron a meter al agua y los señores ahora se lanzaron a la sopa de gorila, detrás de otro muro.  No es cosa de que se anden paseando en paños menores delante de las señoras. Hay dos albercas para señores, un como Jacuzzi calientito  y una alberca más grande. A todo esto ya eran casi las once de la noche, pero seguía haciendo calor, al día siguiente era viernes, nadie tenía gran cosa que hacer o sea que no había prisa. Lo pasamos muy bien. Al final, recogimos todas las cosas, sacamos a los niños de la alberca con unas paletas de dulce que traía yo en mi bolsa como siempre y dije que solo repartiría al que estuviera vestido, y aunque un chiquito decía que después de la paleta el quería quedarse a vivir ahí, nos fuimos.
En el camino de regreso me quedé dormida. Desde mi golpe en la cabeza, todavía necesito dormir mucho más que antes. Yo que era de dormir tres o cuatro horas al día y ya. Ahora a lo mejor duermo ocho o diez y de todas maneras de repente como que se me acaba la pila y me quedo dormida como si hubiera llegado al límite de mis fuerzas y la verdad es que no había hecho ningún esfuerzo. No trato de pelear. Si el cuerpo pide descanso, pues se descansa y ya está, total además no había problema en levantarse tarde el viernes. Y ahora que puedo, disfruto otra vez de dormir un poco más que antes. Poco a poco, ya no duermo como cuando acababa de tener el accidente, que había días que Alarís casi me ponía un espejito delante de la nariz para ver si estaba dormida o muerta, porque después de verme levantarme diario al alba con energía de caballo desbocado el verme dormir hasta 16 horas diarias sin moverme le asustaba. Ahora solo de vez en cuando duermo como 10 horas muy a gusto y hasta me festeja la vagancia, dice que qué bueno que pueda aprender a descansar.  Mientras no me de por descansar los días que tengo que trabajar, todo está bien, jajajaja.  Alarís al llegar se dio cuenta de que había dejado su ropa interior olvidada en el lugar, porque se regresó con el traje de baño puesto. Esto para los árabes es terrible. Los calzones son como el honor. Los calzones y los zapatos, no se porqué. Un día me ofrecí a traerle sus zapatos a un turista que había dejado en el coche del beduino de los tours en el desierto y yo si tenía zapatos y le pareció horrible, como si me hubiera ofrecido a limpiárselos con la lengua. Me dijo que era lo mismo que ofrecerme a lavar la ropa interior de alguien más, que también era una deshonra. Ya no le aclaré que de hecho he lavado la ropa interior de uno de sus hermanos cuando se ha venido a quedar en nuestra casa. No a mano ni mucho menos, pero no me cuesta nada echarla a la lavadora con todo lo demás. Pero ahora que sé que esto es una cosa considerada terrible, pues ni le voy a decir, para qué hace corajes. Pero la logística estaba complicada de que el cuñado lavara sus chones el solo aparte. Total estaba consternado de haber dejado el “honor” olvidado en Oaxtepec.  Le dije que no fuera sonzo, que daba igual. Que pena por sus chones, pero no pasa nada, yo creo.  Y total nadie sabía más que yo, que me daba lo mismo.
Hablando de honor, mañana hay partido de México. Vamos concentrando todas nuestras buenas vibras para nuestro México en su partido con Korea y siendo concientes de que no solo se gana jugando futbol, sino portándonos de forma cívica, con los contrarios y con todos. Ya no está chistoso el que FIFA sancione a México por nacos. El mundo entero está pendiente de México en el mundial, portémonos como sabemos, hospitalarios, educados, alegres, divertidos, sin ninguna connotación fea.
Con todo México!


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martes, 19 de junio de 2018

EL IDIOMA UNIVERSAL



            El futbol pudiera bien ser el idioma universal. Estaba Alarís hace un rato quitando los foquitos del Ramadán de la ventana de nuestro departamento. El Ramadán terminó hace 5 días, con tres días de Eid, o sea que ya van dos días extras de foquitos. Aquí se acostumbra decorar con foquitos como los de navidad, a veces blancos, a veces de colores, a veces con estrellas y lunas. Y ya ves la pereza que da guardar los adornos pero yo no quería tener luces del  Ramadán hasta Navidad o sea que le dije a Alarís que las iba a quitar yo. Casi le da un ataque. Me dijo que ni hablar del peluquín, que el sabía su negocio y que las iba a guardar de cierto modo preciso para ponerlas el año que entra o sea que le tuviera yo tantita paciencia y ahoritita las quitaba. Me empecé a reír. Me preguntó que porque me reía y le dije que era el colmo que me había buscado a un cuate del otro lado del mundo aparentemente muuuuuy diferente a todo lo conocido y cada día le veía más cosas parecidas a mi papá, que hace los mismos folclores con las series de focos navideños y todos los años luego hace berrinche cuando un foco no prende porque “si yo los guardé perfectos, quién sabe quién los habrá agarrado”. En esas estaba y por la ventana vi a unos chavitos en un terreno jugando una cáscara en un campo de pura tierra. Esta escena la puedes ver en cualquier país, en cualquier colonia de cualquier nivel social. Los jordanos no se caracterizan por atléticos, de hecho hay varios que dan ganas de darles unas quesadillas o un paquete de galletas porque son tan flaquitos que da pendiente que se los lleve un aire (el mío está a dos de parecer de esos), pero les encanta el futbol.  Ahora, hay diferencias importantes en como se vive el mundial aquí y como lo he vivido siempre en el otro lado del mundo, ya sea en mi México o alguna vez de viaje en Europa o Estados Unidos.



            Aquí a todo el mundo le interesa "el vaso del mundo"- si me has leído antes sabes que en  árabe vaso, taza y copa se dice igual entonces la copa del mundo es alKas alAlam, en inglés World Cup, supongo que es lo mismo, claro, en algún canal abierto pasan los partidos en baja definición si no hay alguna otra cosa muy importante, pero quien pudo se hizo con el aparatejo de la tele de paga aunque sea solo por este mes para poder ver los partidos.  El fín de la inauguración que era el Eid, fuimos al pueblo de mis suegros y llevamos nuestro aparatito de la tele, pero nos ajigolotonamos y no llevamos el control remoto. UY! Conectamos todo, ya listazos para el primer partido y de repente, pues a ver como le vamos a hacer pues solo se veía el canal de la fórmula 1. En la torre!  Alarís es hombre de recursos y rápidamente se fue al café del pueblo, pidió prestado el control, vino volado, puso el canal correcto y volvió a devolver el control, leyéndole la cartilla a todos los sobrinos que el que tocara el aparato sería pasado por las armas sin más, porque no era cosa de andar dejando sin control remoto al dueño del café a cada rato.
Como el país es seco, no se toma alcohol oficialmente, no hay bares para ver los partidos, hay cafés con teles, donde la gente va a tomar té, café o malteadas y fumar shisha mientras ve el partido y en algunos restaurantes también pusieron pantallas, pero nada que ver con la locura que es en México. Lo mismo la cuestión comercial. No hay las miles de promociones del mundial, no todo es futbolero en el super, en el cine, en el gimnasio, el banco en todos lados. En la tele, se ve el fut en santa paz, no hay doscientos anuncios encima de la imagen e incluso en el medio tiempo, pasan uno que otro comercial pero de repente dejan un par de minutos con imágenes congeladas, yo supongo que en lugar de los anuncios de cerveza de otros países que aquí no pasan. Será? Mucho más tranquilo. Por otro lado, los jordanos se sienten hermanos de todos los países árabes o sea que cuando juega Marruecos, Túnez, Egipto, todos están muy al pendiente.

            Extraño ver los juegos con mi papá que es divertidísimo. Se duerme a ratos, y el resto del tiempo hace los comentarios con menos corrección política que te puedas imaginar, que nos divierten a mi y a mis hermanos a más no poder. He pensado también mucho en el papá de mis hijos, para el que el futbol siempre ha sido un gran evento y con los horarios de partidos en México, habrá organizado en su oficina unos desayunos futboleros y unos breaks para los partidos, y sendas quinielas. Y ya me imagino los berrinches que habrá hecho por los resultados inesperados que “ya le dieron en la torre a todas las quinielas”. Haz de cuenta que lo estoy oyendo.

            Estoy felicísima por el resultado de México, siempre tuve la esperanza, pero igual fue padrísimo ver a México ganar. Mis amigos y familia de acá solo caer el gol, me empezaron a llamar para felicitarme y yo pensaba, esto no ha acabado, no feliciten todavía, no se vaya a cebar. Pero felizmente ganó México. No han parado los comentaristas de mencionarlo en cada partido, ha sido la gran sorpresa y ha convertido a México en un gran favorito. Los comentaristas árabes muy distintos. Nada de las sangronadas o la chispa del Perro Bermúdez o Martinoli. A lo más que llegan es a decirle Faraón a Salah o algún apodo muy conocido a algún jugador, pero nada del otro jueves. Empiezan las transmisiones con Bismillah Rahman Irahim (en nombre de Dios el todo Misericordioso).... casi igual, no? Jajajaja. Ya me imagino si un comentarista de allá saliera con algo así, lo internan en el Fray Bernardino, pero acá es lo más normal. 

Como dijo el Chicharito en una entrevista, pensemos en cosas chingonas, pensemos que se puede. Pensemos en lo grande que es México, no solo en el futbol, si no como pueblo.  ¡Vamos México!

Salam!

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sábado, 16 de junio de 2018

Los Héroes de Hoy

LOS HÉROES DE HOY

Es día del padre en México y quiero felicitar a todos los papás, al papá de mis hijos, a mi exsuéter, mis cuñados, Baba,a mis tíos y amigos, pero muy particularmente al que tengo la enorme suerte de poder llamar papá, el Reimon.  Tuve otro papá, que como dicen los niños chiquitos, fue el que “me vino”, que fue como una estrella fugaz. Tengo pocos pero buenos recuerdos de el, una risa profunda, un abrazo fuerte, la sensación de sentirme segura en sus brazos a lomo de un caballo, el sentirme muy querida. Mi mamá al quedar viuda se volvió a casar con el Reimon cuando yo iba a cumplir 6 años.  En el paquete, el adquirió dos hijas, a las que de verdad hizo hijas. Hubiera sido más fácil decir, estu…pendo y háganse bolas, pero siempre se rifó como los grandes, porque quiso y no hay forma de agradecer eso, ni a el ni a la vida. Me compartió sin reservas su vida y me dio además otra familia, me dio a mis hermanos y me dio a los Titos y a su familia la hizo mía, dándome una bola de tíos y primos que son lo máximo.Cuando de niña tuve un accidente en una moto, el Reimon me levantó y me curó las heridas, cuando hacía tiraderos el Reimon me regañaba, cuando necesitaba hacer alguna cosa para el colegio que requiriera alguna manualidad complicada, el Reimon entraba al quite. Y no solo eso, siempre ha sido un ejemplo fuertísimo porque es una gente con unos valores inamovibles, jamás lo  pasarse de borracho, siempre fue buen amigo en las buenas y las malas, es hablador hasta por los codos en circunstancias normales pero el hablar de sentimientos y cosas serias le cuesta, pero cuando los cates se ponen fuertes, sus palabras son pocas, pero de esas que valen oro y te acuerdas siempre. Y para acabarla ha sido un abuelo espectacular para mis hijos. Es sin duda "mi persona de contacto en una emergencia" en el pasaporte, el hospital y tal y alguna burócrata se creyó lista cuando vio los apellidos dustintos y que había yo puesto en "relación" que era mi papá  y algo protestó, uyyyyy, así le fué: no se confunda señorita, el ser padre o no, no está en llevar el mismo apellido, el que es padre por que quiere es mucho más padre todavía, a que si? Felicidades Papá. Te quiero con todo mi corazón y no tengo palabras para agradecerte lo que has sumado a mi vida.


Fuera de lo que podamos ganar o perder en la quiniela de la oficina o con la familia, o lo bien que lo podamos pasar viendo el mundial, en los tres dos días que van de partidos, yo por lo menos ya tengo dos importantes ganadores. Ganadores ellos y ganador el mundo por tener la suerte de que este mundial haga de escaparate para este tipo de gente, hablo de los Vikingos y el Faraón.
Al hablar de los Vikingos, claro que me refiero a la selección de Islandia, que ya nos había sorprendido a todos y  a mí por lo menos me ganó como fan en la Eurocopa pasada. Islandia es un país muy chiquito, con un clima terrible para practicar futbol, ya que a menos que sea de salón, la mayor parte del año es imposible por el frío. Están tan al norte que la mayor parte del año tienen pocas horas de día, pero a pesar de todo, en estudios que se han hecho sobre qué tan felices son las poblaciones de los diferentes países, los islandeses, con su clima podrido, su poca luz, sus volcanes activos han salido entre la gente más feliz del mundo. Su equipo de futbol y su porra nos han venido a enseñar que el que quiere puede y que todo está en que te lo creas. En la Eurocopa anterior se enfrentaron a Inglaterra y vencieron contra todo pronóstico posible, cantando juntos fans y jugadores por su país.  En su partido inaugural en su primera aparición en una copa mundial, les tocó enfrentar a Argentina , que no es un equipo nada fácil, ha sido campeón del mundo, tienen a figuras como Messi, Di María, Iguaín, Kuna Agüero y Mascherano y los Vikingos nunca se creyeron menos, les jugaron al tú por tú y se llevaron un dignísimo empate. El portero hasta le paró un penal a Messi. Psicológicamente cualquiera se hubiera estado haciendo pipí del susto ante eso y el Vikingo, con unos waffles dignos de aplauso, lo paró. De no haber sido por una oportunidad desperdiciada al principio del partido en que pudieron meter gol y le tiraron suavecito y directo al portero, hasta hubieran ganado. Me parecen un equipazo. México haría bien en tener ese tipo de mentalidad y no ir a los partidos con la idea de “Ps, híjole, es que nos tocó el grupo de la muerte”, como he oído toda la vida, y “Es que Alemania está muy cañón”. Los Vikingos tienen la idea que para atrás no se echa uno, ni para agarrar vuelo y  yo te recomiendo que no les quites el ojo.

Otro figurón es Mohammed Salah. El héroe egipcio, que los comentaristas aquí llaman el Rey de Egipto, el Faraón y Ramsés. No solo es un jugador fuera de serie. Es rápidísimo, con visión estratégica y con unos pies de oro que sacan unos tiros increíbles, goles olímpicos, chanfles que parecen de casualidad, pero no lo son y trallazos imparables. Ha ganado el premio al Mejor Jugador Africano varias veces, el goleador de la Premiere League y apenas empieza. Además, es un chavo que no está tatuado como presidiario,no se droga ni se tira a la fiesta, tiene una actitud positiva impresionante. Un atleta tipo Pelé en su tiempo, que para acabarla pertenece a una minoría muy castigada por la opinión pública. En un mundo que se empeña en estereotipar a los musulmanes como terroristas y criminales, para evitar que haya un empoderamiento del mundo árabe y haya posibilidad de intervenir y que alguien administre el petróleo y los bienes que poseen, de pasada; este es una figura pública que conserva su apariencia de musulmán, que incluso hace rakká o prostraciones como las que hacen los musulmanes al rezar cuando mete gol y es un atleta modelo. En un mundo en el que cualquier gamberrada que haga una persona remotamente musulmana la pagan todos los árabes, y en lo que se averigua a lo mejor también, por ejemplo, si hay una balacera en una escuela y la hizo un niño cristiano blanco, se habla de UNA persona y  ya, pero cuando hubo la bomba en la meta del maratón de Boston, antes de agarrar a los culpables, ya se habían apresado a todos los árabes de la zona como sospechosos, al día siguiente los pasajeros de un avión bajaron a dos compadres que hablaban árabe porque los creían terroristas y al final los culpables fueron chechenos.  A los musulmanes les urge un paladín y Salah es uno buenísimo.



En la final de la Champions, Sergio Ramos, del Real Madrid, con toda la mala leche del mundo le dio un mal golpe y le lastimó un hombro. Creíamos que no iba a jugar el mundial, pero lastimado y todo, jugó como los grandes. 
Juega actualmente para el Liverpool. En Gran Bretaña hay una proporción altísima de migrantes musulmanes, legales e ilegales. Muchos con importantes inversiones como Al-Fayyed, por ejemplo, pero nunca se les ha considerado GCU, gente como uno. Siempre se les trata como ciudadanos de segunda, o sea que me da mucho gusto que su actual Chanok sea precisamente un Mohammed. A ver si aprenden a ver más allá del nombre, de la religión o del color de la piel. Su jersey es uno de los más vendidos en el mundo este año. Nada me daría más gusto que ver a dentro de 12 años en el mundial que va a compartir América del Norte, a la descendencia de cierto presidente nefasto que detesta a musulmanes y mexicanos, portando el jersey de Salah.


Esperemos que no lo corrompa el poder y el dinero y termine como Maradona que se está pareciendo a Juan Gabriel o a Carmen Salinas, lo vi al final del partido de Argentina e Islandia y hasta me dio como penita ajena.
Otro equipo que hace mucho no figuraba en un mundial y al que puede ser interesante ver es Perú. En Perú hay muchísima afición por el fut. En algunos lugares hay canchas públicas que están apartadas las 24 horas del día, hay equipos que juegan en la madrugada aunque sea, con tal de jugar. Por lo difícil que tienen la competencia en Conmebol, hacía mucho no iban a un mundial. Los Incas  han ganado muchas veces premios al FairPlay, o sea que vale la pena ver como se desempeñan. 
Van apenas dos días de partidos y yo llevo todas estas reflexiones además de que lo he pasado bien viendo los juegos entre visita y visita. Durante el Eid aquí se acostumbra visitar a todo el mundo. Alarís y yo vinimos al pueblo y hemos visitado a mis suegros, a mis cuñadas, a Jadra la vecina, a los amigos, a las tías. En cada casa te dan cafecito árabe, luego té o café turco, luego galletas o algún dulce, a lo mejor fruta, parece que están empeñados en que recuperemos lo que no comimos durante el Ramadán. Hay comidas especiales que se hacen para el Eid, un pan que se llama Gras, que es como una especie de Foccacia con ajonjolí negro dentro de la masa y se hace en un molde con figuritas de espiral y barnizado con aceite de olivo y unas galletas que se llaman mamul, que son como polvorones de mantequilla rellenos de pasta de dátil. Los había probado comercialitos y me parecían buenos pero equis, porque le ponen clavo a la pasta de dátil para perfumarla y que no se note que la masa no tiene mucha mantequilla, para que no se haga rancia pronto. Si los hacen en casa, la masa es como de ghreibe, como de polvorón de mantequilla finito y muy suave, nada seco y el relleno es de puro dátil con a lo mejor un poco de nuez y son una golosada.  También es temporada de fagús, unos primos de los pepinos que son como más claritos y eso comemos mientras vemos el fut, en vez de papas o palomitas. Hemos repartido billetes de dinar entre todos los chamacos de amigos, vecinos y parientes. Al rato, a media noche nos vamos de regreso a Amman para mañana trabajar y ver el partido de México con amigos en la tarde en mi casa. Todos los que le vayan a México están invitados. #vamosMexico 
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HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...