El Muro
Hete
aquí que mi visa para ir a Estados Unidos iba a caducar el año que entra y como
soy ligeramente TOC, me dio por anticipar el suceso y empezar a preguntar desde
antes. Me acerqué a la Embajada Americana en Jordania a preguntar qué
procedería y me dijeron que tenía yo que renovar mi visa en México al ser
ciudadana Mexicana. Al cabo que tenía tiempo y planee mi visita a México con
algo de anticipación, decidí pedir mi cita para renovar el méndigo papelito.
Primer
obstáculo, que seguramente, si tienes varios retoños, un marido o ex-marido,
empleador o similar, relativamente inútil y anexas, a la hora que trato de
acceder al sistema con mi correo electrónico resulta que me aparece la cuenta
de la visa de estudiante de la hija futbolista. Pues a hacer una nueva cuenta
con un nuevo correo para mi, porque MI propio correo está copado por alguien
más. Lo hago, hago cuenta, pido cita, la tengo y listo. Un circo para que
alguien me haga favor de hacer el pago en ventanilla en México y demás y cuando
lo quiero dar de alta, como resulta que usé el correo de contacto de mi
negocio, algo se ajigolotona en la página de la embajada y mi cuenta se
bloquea. Pido ayuda y finalmente una persona física se contacta conmigo y me
ayuda a destrabar el asunto con otro correo. En esas estaba, cuando platico con
alguien de la embajada americana en Ammán, por correo y le explico mi caso.
Le digo, oiga, neta, “ Le parece de
personas normales el que yo tenga que viajar al otro lado del mundo, pagar mi
cuota en ventanilla, a distancia y no hay opción online, quien sabe si
pretendan que espere la visa y el pasaporte un tiempo indeterminado, cuando yo
tengo que regresar porque tengo acá un trabajo....? No es que vine de
vacaciones, me sobraron días y vi que acá había menos cola y decidí aprovechar.
Vivo aquí y está muy poco conveniente hacer estas cosas. Yo sé que el perfil no
me ayuda: Mexicana, para ustedes es sinónimo de narcotraficante o mojada o las
dos cosas y casada con un árabe, pues seguro terrorista o algo parecido a sabiendas
o no, a lo mejor el marido le esconde explosivos en los calcetines sin que la
tarada se de color, pero fíjese, que ustedes, siendo como son, saben a través
de mi Global Entry hasta mi talla de plantillas, desde cuándo usé paladar y
saben que soy una señora decente que lleva viajando a Estados Unidos seguido y
sin ninguna intención de causar broncas y mucho menos quedarse a vivir, desde
1978. No fastidie. “ Le dio risa y admitió que en efecto, se la estaban
volando. Me dijo que si ya tenía la cita, que viniera a hacerlo en México. Que
por protocolo tiene que ser donde uno tenga más arraigo. Le dije, pues si vivo
aquí, trabajo aquí y tengo un marido aquí, tengo bastante arraigo también
aunque nací y crecí en México, ¿no cree? Que les dijera como estaba la cosa,
que yo me tenía que regresar, con o sin visa, que no me urgía y que si no
cooperaban, luego volviera a hacer el trámite en Ammán (tras otra corta feria,
verdad?). Pues así decidí hacerle, ya
había pagado, ya tenía la cita, ya qué.
Se llegó el
día y la cosa se complicó todavía más. Yo había planeado mi visita a México
sobre Thanksgiving pensando en que mi hija tendría vacaciones, pero el futbol,
los exámenes y las circunstancias quisieron que no viniera a México y entonces,
yo quería viajar a verla. Le ofrecí ir al día siguiente de que llegué a México
a Los Ángeles, porque estaba jugando allá y me dijo que no, que ni iba a tener
tiempo y que la distraigo. Pues bueno. Yo pensé todavía que la veía después.
Resulta que mi oportunidad era irla a ver entre el 2 y el 5 de Diciembre y
entonces ahora sí la visa me urgía.
Fui primero a
la cita en el CAS para las huellas y la foto, en la Zona Rosa. Una chulada. No
más de tres minutos, personal amabilísimo, todo muy ordenadito, solamente
apague su celular y listo. Ahí me dijeron, que no era necesario acudir a la
entrevista, que por mi historial mi visa estaba aprobada de ya, y que me
llegaría por correo en dos a cuatro semanas. Ahí estaba el detalle. Le expliqué
que yo me tenía que ir, que la visa en todo caso la podían recoger mis papás,
porque no la necesitaba pero que tenía muchas ganas de ir a ver a mi niña. Me
dijo que entonces si fuera a ver al cónsul al día siguiente y que le explicara
y que pudiera ser que me dieran un sello ese mismo día o bien en dos o tres
días y así podría viajar. Ya hasta me
había entusiasmado y pensaba también pasar a ver a mi hermana.
Así le hice.
La experiencia
sigue siendo pésima. Llegué a la embajada, nada está claro. Me acerqué a
preguntarle a una mujer en la entrada le expliqué lo que me habían dicho y de
entrada le caí mal: su visa no puede estar ya aprobada, tiene que tener una
entrevista y espérese a la hora de su cita ahí en la banqueta. De pronto, le
pregunto a otro poli y me dice que si entro por la esquina, ya puedo
entrar por la hora de mi cita. Pinche
vieja. Traía celular, porque me fui en Uber y ya no tienen ellos lockers para
dejarlos. Hay que dejarlos afuera en sitios que te los cuidan. Pues lo dejo con
la bendición. No te dicen si hay que dejar algo más.
Entro y la gente de seguridad de ahí,
mexicanos, te tratan con la punta del pie. A todos. Ancianitos en silla de
ruedas, los malmodean, les gritonean, gente muy fea. Había un video que decía
que bolsas de más de 45 cm no entran. Le pregunté al poli. Me gritó que al rato
me decía. Al rato, le grita a los de mi
fila que se quiten suéteres y cinturones, que abran sus bolsas y que cualquier
líquido hay que tirarlo o dejarlo ..... Abrí mi bolsa y resulta que traía una
pasta de dientes chiquitita de viaje. Me dice el poli: eso no pasa. Le digo,
OK, lo tiro. Me dice, si pero lo tiene que salir a tirar a la esquina y tiene
que volver a hacer toda la fila y la bolsa no sé si pasa. Era el mismo poli al
que le pregunté 40 minutos antes. Ufffffff. Me tuve que salir, ir a dejar la
bolsa entera a donde dejé el celular y volver a hacer toooooda la fila. Jijos
de su madre. Finalmente, ya adentro, muy rápido y muy amables te toman huellas
y escanean tu pasaporte, pasas un arco de seguridad y me tocó detrás de un señor que tenía una
prótesis de rodilla por lo que me tardé una hora. Luego a hacer más filas a ver
con qué cónsul te toca.
Me
tocó un hombre muy amable que me dijo que mi visa estaba aprobada de antemano,
que porqué estaba ahí. Le expliqué que vivo fuera, que no quería dejar mi visa
aquí y que si fuera posible quería ir a ver a mi niña. Me dijo que la impresora
ese día no estaba sirviendo y que por lo tanto no me la podía hacer ese mismo
día. Que al día siguiente no trabajaban por ser Thanksgiving, pero que lo mejor
que podía hacer era que fuera yo a recoger mi pasaporte al CAS en tres o cuatro
días hábiles. Escogí esa opción. Muy rifada porque a lo mejor no me da tiempo
de ir. Pero la otra opción era rechazar la visa, usar la vieja, y volver a
hacer todo el proceso, pero como no me tocara la cónsul amable en Jordania y
tuviera que volver a venir, me iba a costar un boleto de avión transatlántico,
un tiempo que no tengo y si se vence la visa entonces si es un problema
renovarla. Me aconsejó que lo hiciera así. Pues así lo hicimos.
Ahora no me
queda más que esperar a ver que pasa. Espero los cónsules hayan disfrutado su
pavo de Thanksgiving y trabajen con enjundia para entregar mi pasaporte veloces
para poder correr a abrazar a mi hija aunque sea un ratito.
A
mi me parece una cosa dificilísima y terrible, pero difícil o no, latoso o no,
tengo la mentada visa. A mucha gente que vi, hicieron la cola, el esfuerzo, los
maltrataron, faltaron a trabajar, pagaron un dineral y no se las dieron.
A
ver que cosa pasa, con mucha ilusión el viernes me metí al sistema a ver si ya
estaba y por supuesto que no.
Lo
único bueno derivado de este asunto es que puedo ir a la marcha de hoy, a decir
que no estoy Feliz, Feliz. Que quiero un México seguro y con paz para mi gente.
Salam!
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