domingo, 27 de octubre de 2019

Las Tribus


            Siempre me ha gustado leer y como efecto secundario he aprendido muchas cosas. Ahora, me he puesto en serio a estudiar mucha historia para rellenar los huecos que tenía en mi cultura personal y para poder contestar las preguntas de la gente que viaja conmigo. También para entender la cultura en la que vivo y el país que es ahora mi casa, tan diferente a mi México en muchos sentidos.
            Pues en una de esas me hice con un libraco raro que habla de las tribus de Jordania durante el siglo XX. Andaba buscando un libro serio de arte para una turista holandesa, historiadora de arte, que quedó prendada de los mosaicos de Monte Nebo y quería algún buen libro sobre el tema, no las cosas que venden en los bazares para turistas. Mientras ella y su familia fueron al sur, me di una vuelta a una buena librería y me di vuelo revisando libracos sobre Jordania. Por no variar, iba a por uno y salí con varios. Unos que ni siquiera les encontraban el precio de tan raros, que ya ni en el sistema estaban. Pagué una cantidad muy razonable por varios tomos: uno padrísimo de fotos e información sobre sitios turísticos que me viene muy atopadizo, otro sobre sitios religiosos, que pensé originalmente en dárselo a Ludmila, pero cuando lo hojee me enamoré de él y me lo tuve que quedar, uno más sobre arte a través de los siglos en esta tierra. Ese sí se lo di a la santa señora. Me tuve que forzar. Y la verdad el capítulo de los mosaicos estaba bárbaro, escrito por el franciscano  que es el mero chipocludo en la materia, o sea que si le gustó. Y finalmente el libro rarísimo sobre las tribus. Cuando Alarís lo vio me hizo una cara así como de: No manches, hay gustos que merecen palos. Primero tuvo que buscar que significan tribus. Ya una vez informado, lo hojeo y cuando vio que no tenía fotos, sino puro texto apretado y un montón de pies de página con referencias y notas al calce, nomás acabó de hacer cara de espanto. No le hice caso y me puse a leer mi librito.
            El asunto me da mucha curiosidad, ya que este país es muy nuevo, tiene una alta proporción de población beduina, tribus que hasta hace bien poco eran nómadas o semi-nómadas y que tienen sistemas  que los rigen, códigos de honor e incluso leyes que aún el día de hoy son respetadas dentro del marco del país moderno, que son muy particulares a su modo de vida de clan.  Conozco a varios beduinos del desierto, tengo amistad cercana con algunos y tengo amigos en Amán que se dicen beduinos. Yo los veo como gente normal. Viven en un departamento, trabajan en una oficina. Entonces que es lo que los define como beduinos? Me he enterado de muchas cosas pues, unas que medio sabía, otras que sospechaba y otras que al verlas por escrito me han hecho “cuajar” las ideas y entenderlo bien todo.

Resulta que en estas tierras siempre ha habido gente nómada, tribus semi-nómadas y gente sedentaria. Unos y otros consideran a los otros grupos como inferiores o como si su modo de vida fuera un poco ilógico. La gente del norte de lo que hoy es Jordania, del valle del Jordán y de lo que hoy se considera Palestina, son tribus sedentarias. Familias granjeras, pero que siempre han vivido de cultivar la tierra. La gente del este y sur de Jordania, y de Arabia Saudita y los países del Golfo, mayoritariamente han sido siempre tribus nómadas y semi-nómadas que viven del pastoreo de camellos, cabras y ovejas. Estos últimos son los que se conocen como beduinos. Consideran el trabajo manual como algo vergonzoso y por tanto no lo hacen. Los edificios los consideran restrictivos e inútiles y les parece fácil romperlos para construir sus tiendas. 
            Visito Wadi Rum bien seguido y ahí todos los campamentos pertenecen a beduinos. Yo había visto que no les gusta trabajar en los campamentos. No hacen la limpieza, el housekeeping, no son meseros. A ellos solo les gusta trabajar con los camellos y manejar las camionetas para los tours del desierto. Ahora entiendo que para ellos, además de que el estar adentro les parece tedioso y triste, el trabajar en estas cosas se les hace poco digno y por eso contratan Egipcios o Hindús para hacer el trabajo.
            La zona del levante y la península arábiga estuvo ocupada durante siglos por el imperio otomano. A mi me parecía muy raro que tantos siglos de ocupación no dejaran muchas edificaciones, y casi nada de restos culturales. No hay influencia lingüística, poca en cuanto a cultura, algo de cosas de comer, pero realmente poquísimo. Ahora lo entiendo. Nunca lograron meter en cintura a los beduinos. Los querían corretear y estos huían al desierto y era imposible darles caza, eran fieros guerreros y conocían su difícil tierra mejor que nadie, o sea que mejor los ignoraron.

            Las tribus beduinas son musulmanas, pero con variaciones en su manera de llevar el Islam. El mismo Corán habla de ellos diciendo que no lo llevan de manera correcta. Se refiere a sus leyes tribales muy tajantes en las que el honor familiar y tribal se anteponen a los derechos y a los dictados del Corán.
             Cuando Jordania nace como país, la familia Hashemita se nombra como la familia real, y se dicen descendientes directos del Profeta. Esto hace que automáticamente sean respetados por toda la población, incluyendo a los beduinos en cierta medida. Los reyes supieron negociar con ellos, darles importancia, ofrecerles asientos en el parlamento, concesiones especiales a su estilo de vida: proporcionarles facilidades para adquirir camionetas sin pagar impuestos para poder mover a sus ovejas que no aguantan igual que los camellos, darles becas  especiales, una policía especial formada por beduinos, darles derecho a juzgar ellos mismos ciertos crímenes que ellos consideran que son solo asunto suyo como crímenes de sangre y violaciones.  Los convencieron de asentarse en pueblos de manera semi-permanente a cambio de ciertas “comodidades” modernas como luz y agua, educación y salud, y los conscribieron al ejército, de ese modo haciéndolos patrióticos y dándole a Jordania las excelentes fuerzas armadas que tiene.  Pero realmente la mayoría de las tribus no se asentaron sino hasta 1974 y al día de hoy, sigue habiendo gente en Jordania que prefiere su libertad, a cualquier concesión del gobierno. Siguen poniendo tiendas en lugares de lo más agrestes, o a veces incluso dentro de Amán mismo y al cambiar las estaciones, cargan sus tanques de agua, sus tiendas, sus mantas, sus animales y sus niños en camionetas y se van. A buscar otro lugar. Así les gusta vivir. Han vivido así por más de 5000 años y así quieren vivir.

            Los que aceptaron vivir en pueblos, como los de Wadi Rum, no están tan contentos. La verdad, la modernidad no les mejoró la vida inmensamente, les dieron un montón de necesidades que no pueden cubrir con lo que ganan, no les enseñaron a vivir la vida “moderna” y sus pueblos son sitios sin ley, sin educación y sin orden. Les llegan alimentos y bebidas en envases desechables a precios baratos, de mala calidad, que sustituyen sus comidas tradicionales, y solo llenan sus poblados de basura. Sus niños están desnutridos y enfermos. Y el desierto les llama. Mi amigo el Beduino Volador, cada temporada de lluvias, deja su casa en el pueblo y vuelve al desierto con toda su chamacada y sus dos esposas, su rebaño de chivas, su abuelito y todo el kit. Tiene casa, tiene coches, tiene celulares, tiene al menos una tele de pantalla plana que yo he visto en su casa, pero la verdad es que no hay nada que le guste más que dormir al aire libre en su desierto y seguir a las manadas en busca de pastura después de las lluvias. Incluso estando en su casa, muchas veces duermen todos afuera. Los he visto, porque me ha invitado a quedarme. Les gusta dormir afuera. Se sienten más conectados con la vida, más a gusto.

                    Son gente extremadamente solidaria y hospitalaria. De gran corazón. Menos los de Petra, esos son feos. Sienten como los Indios de EEUU, que les robaron. Que les quitaron su sitio y que no hay dinero que alcance para reparar el despojo. Tal vez tengan algo de razón, pero son groseros, malmodosos e incluso a veces violentos. 
            Ahora, los vecinos incómodos. Los Saudis. Esos señores eran una bola de beduinos revoltosos, que mientras se armaba la revuelta árabe descubrieron petróleo, se volvieron súper ricos y se empezaron a dar de cates a ver quién mandaba más.  Normalmente los beduinos funcionan con alianzas entre clanes y no hay un clan que mande a todos. Esto cambió en 1953 cuando el clan Al Saud, venció a todos y se declaró el jefe absoluto de el país vecino. Si pensamos en que la familia viene de pastores de camellos en donde la ley es completamente tajante y la honra familiar se antepone a casi todo, podemos entender el porque malinterpretan la ley sharia como lo hacen, dando la mala imagen del Islam que tenemos en muchos países occidentales, pero no por la oveja negra de la familia, se puede juzgar a todos.  
            El Corán por ejemplo dice que a los adúlteros hay que lapidarlos. Pero que para ello hay que comprobar sin duda alguna que lo sean. Para esto hay que verlos en el acto y pasar un hilo entre ellos, si no se puede, porque de verdad hay coito, se considera que hay adulterio. Tiene que haber 4 testigos hombres u 8 mujeres. Si solo hay tres: se les dan latigazos a esos tres por manchar el buen nombre de la gente sin motivo. O sea, es una advertencia de que el adulterio está fatal, pero sin ganas de ejercer el castigo nunca. Cierto? Es imposible que haya 4 testigos que pasen un hilo, que .... En los países extremistas han malinterpretado y dicho, Ah, por ahí dice que se vale apedrear a las mujeres, venga! Pues no señores.
            Todo esto me ha llevado también a tener una enorme curiosidad por saber más acerca de donde vengo. Mi mamá siempre dice que si una gata pare en una estufa, tiene gatitos, no estufitos y que por tanto somos Españoles que porque sus papá y la manga del chaleco. Ahora, y los papás de su papá, y los papás de los papás y ....... Nomás echando un ojo a varios integrantes de la familia yo sospecho fuertemente que por ahí hubo más de un africano, probablemente algún sefaradí o un moro, o varios.  En los últimos siglos no hubo la movilidad que hay ahora, y si no para muestra ahí estoy yo, que me vine a vivir al otro lado del mundo, pero siempre hubo aventuras, rutas comerciales, esclavos, viajes, accidentes.  Me queda clarísimo de donde son mis abuelos, mis bisabuelos, pero ¿antes de eso?  A ver si voy resultando estufita.  Le pregunté a Alarís y el tiene clarísimo que su familia viene de la zona donde convergen Siria, Palestina y Jordania, el valle del Jordán cerca del Mar de Galilea y siempre han sido "granjeros",  o sea, tribus sedentarias. Gente que vive en casas y cultiva la tierra,  y así han vivido por siglos. Ahora son granjeros y militares, porque así es la cosa en este país. Todo mundo es militar. Nada más Alarís salió rebelde y no quiso ser. Yo, la verdad, no tengo tan claro de donde vengo. Mi hermana hace unos años, por chiste mandó a hacer un estudio de ADN a NatGeo y nos salió parentela China, Cherokee, Africana, y principalmente Europea. Ahora, eso fue hecho con muestras de mis hermanos, que si nos ponemos payasos, solo comparten conmigo probablemente 25% de genes (yo tengo otros datos, ahora sí, porque tengo diferente apellido). O sea que a saber que tengo en mi haber. 
Salam!

viernes, 18 de octubre de 2019

I AM SAFETY


I AM SAFETY




            No estás para saberlo ni yo para contarlo pero un montón de circunstancias se han conjuntado para que últimamente yo necesite “seguridad” y la vida me la ha dado y de sobra. Ya sé, ya me adelanté y me hice bolas, o sea que vamos de regreso y a empezar la historia despacito y desde el principio, como normalmente se deben empezar las cosas.
            Resulta que en el país en el que vivo, la envidia se da como perejil, y como tu charra andaba muy exitosilla con su modesto bisne de turismo y como lo mío lo mío es un servicio como el que nos gusta en México y como nadie aquí da, pues la Envidia con mayúscula se apersonó. El sindicato de guías jordanos hicieron ahora sí un “compló”, pidieron al Ministerio de Turismo que no me renovara el permiso temporal de guía, ya que el permanente no puedo tenerlo hasta tener pasaporte jordano, para el que me faltan unos años, y en general se han dedicado a hacerme la vida de cuadritos. Empecé pagando protección en los sitios arqueológicos grandes, por ejemplo en Petra para poder guiar en paz, dando los tours al alimón con algunos guías “flexibles” que me acompañan mientras yo doy el tour y si alguien reniega, pues yo tengo mi guía. Ah, pues no les es suficiente. En Petra hay tres pelados que hablan Español. Y se creen los dueños de Petra y de todos los turistas hispanohablantes. Dos de ellos lo hacen bastante bien, salvo por el hecho de que dan unos tours cortitos y malitos y cobran lo que quieren, pero el tercero es un Hígado con H de Hijo de.... que además malmodea a los turistas  y últimamente me amenaza cada que me ve aunque traiga guía conmigo.  Una cosa molestísima.  He ido a hablar al ministerio, he tirado de todas las influencias posibles y todo mundo dice que me va a ayudar, pero todavía no tengo el dichoso permiso y estoy viéndomelas canutas para cumplir con los compromisos de trabajo porque no me dejan trabajar en paz, pero tampoco me dan quién trabaje por mí. No hay guías suficientes y los que hay en los sitios arqueológicos son como Huevos Kinder, nunca sabes lo que te va a tocar. Igual sale algo bueno e igual te toca algo chafísima, y te cobra lo mismo y pues a mi se me cae la cara de cobrar un servicio de calidad y salir con una cosa así. Fatal.
            Por otro lado, un hermano de Alarís, que se retiró recientemente del ejército, empezó a trabajar con nosotros. Tenía idea de irse a trabajar a una empresa de seguridad en Eilat, para lo cual tendría que irse a vivir a Aqaba, al sur de Jordania, cruzar la frontera diario para trabajar y ver a su familia de vez en nunca. Como tiene niños chicos que viven en el otro extremo del país, y la renta en Aqaba le iba a comer la mitad del sueldo, me pareció una loquera y le dije a Alarís que porque no lo contratábamos de chofer, ya que nuestro negocio está creciendo. Tenemos nuestros viajeros propios y aparte le manejamos la logística a varias agencias porque Alarís es un tiro como transportista y tiene a su cargo a muchos choferes free-lancers y además tiene una flotilla de coches y choferes suyos.  Su hermano era ideal para manejar una de las vans que ponemos a hacer chambas ajenas o propias según haga falta. Es una gente sumamente responsable y bonachón a más no poder. Le propusimos y dijo que si encantado. Gana mejor, vive más cerca de sus hijos, en cuanto puede se escapa a verlos y le gusta el trabajo. En poco tiempo se ha hecho un buenazo, todo el mundo lo conoce y lo quiere en todos los sitios turísticos, siempre anda con grupos y con guías porque maneja una camioneta grande que normalmente ponemos a atender a una agencia local y lo hace de maravilla. Las pocas veces que le toca andar conmigo, me sigue como un gran perro terranova, y  muy sonriente y de buen modo, pero le echa miradas amenazadoras a cualquiera, ya sea policía, guía o maleante que tenga a bien querer tirarme mala onda o pasarse de gracioso y luego , luego les dice Maratajui (La mujer de mi hermano), como si no se necesitara decir más a manera de amenaza. Cuando he intentado agradecerle que me cuide así y decirle que no hace falta que después de manejar horas se asolee en los sitios arqueológicos, solo sonríe y dice: I am safety.  Creo que quiere decir que el se encarga de mi seguridad y a mi me dan ganas de llorar de agradecimiento.
            Tuvimos estos últimos días a unas hermanas de Veracruz que vinieron así como por impulso, en un viaje más bien desorganizado, de última hora patrocinado por sus papás. Llegaron a Israel para Yom Kippur y les tocó todo cerrado, problemas para moverse, para hospedarse, cruzaron la frontera y las recibió Safety. Yo andaba de gira con una familia de vietnamitas. Al principio estaban un poco consternadas porque como iban a ir solas con ese señor, y con las maletas, y no se las fueran a robar- ellas hablaban de las maletas, el papá a lo mejor de las niñas, quién sabe que le habían dicho de los árabes, eso que eran de ascendencia árabe- y ..... Hablé con ellas y con los papás para decirles que él no solo era su chofer, sino que las iba a cuidar como si fueran sus hermanas o sus hijas y que yo podía meter las manos al fuego por ese señor sin problemas.  Yo respondo por sus maletas, sus carteras y sus personas porque sé que no pueden estar en mejores manos. Para el día siguiente ya eran casi familia, se habían pasado todo el día carcajeados, las niñas se sentían las más cuidadas y se morían de risa con mi cuñado. Anduve con ellas el segundo y el último día, por convivir y por echarles ojo, ya que el presupuesto no les daba para andar con guía privado, pero igual  las acompañé, las llevé de compras, les platiqué de mi país. Les preparé comida de picnic para llevar a Petra y el guardaespaldas me dijo que también para el porque por supuesto las iba a acompañar. Dijo que ni de broma las dejaba solas con los beduinos horrorosos de Petra.  Creo que lo pasaron mejor sin mí, se rieron hasta llorar, el Beduino Volador las dejó manejar su camioneta en la arena del desierto, mi cuñado las pastoreó por todos lados, les espantó a los beduinos y los chinos encajosos en Petra, hasta les dijo que ropa no ponerse para que no se metieran con ellas. Cuando se despidieron de nosotros en el aeropuerto  se despidieron como quien se despide de un hermano.  Me siento de verdad orgullosa de saber que cuento con alguien así en mi equipo de trabajo y que a la hora de los guamazos, está en mi esquina.
Otra bendición que me dio la vida sin esperarla, y cuando la necesitaba. Extraño horrible a mis hermanos, a mi papá y a mi hijo. Y aunque no es lo mismo, unos no suplen a otros, siempre es bueno saber que tengo quien me quiera, me defienda y me cuide, no nada más el pobre Alarís.  Las relaciones con la familia política son muy diferentes que las que tenemos en México por esta línea tan marcada de respeto que hay en los países islámicos. Te puedes querer muchísimo, tener toda la confianza del mundo, pero no te tocas nunca, no es correcto, pero también aprendes a que no hace falta. Que aunque no te saludes de beso, no te abraces para felicitarte, puedes tener relaciones de respeto fuerte y de cariño importante con la gente cercana. Además platicamos mucho cuando trabajamos juntos, porque cuando él trabaja con guías no parientes, va calladito, solo manejando y en realidad es súper hablador. Escucha con atención porque quiere aprender y ha ido pescando algo de palabras en Español y en Inglés.  Cuando va conmigo y la gente se presta o cuando vamos de camino a recogerlos o cuando ya los dejamos en el hotel me platica sin cesar en un revoltijo de árabe e inglés que a los dos nos viene bien para practicar cada uno el idioma en el que anda fallo.
            Ayer en el centro, mientras las niñas hacían las últimas compras, no había manera de estacionar la camioneta o sea que yo las llevé a comprar regalitos, shishas, tabaco y una maleta para meter todo. Me llamaba por teléfono a cada rato, Donde andan, todo bien? Total cuando acabamos se apersonó raudo y veloz con el coche para trepar las cosas y de pronto se encontró a gente conocida que caminaba por la banqueta. Una chava joven y bonita con un señor y una bebé. Me hizo señas para que me bajara del coche y me presentó. Era una hermana de su esposa, su marido, su bebita. Platicamos un momentito, ellos muy amables me invitaron a visitarlos y ya nos fuimos. Cuando íbamos a una cuadra se echó un comentario muy raro acerca de la cuñada, haciendo un comparativo con su mujer. Le dije que porqué no le platicaba a las chavitas como se había casado con su esposa, y sirve que yo oía de la boca del lobo la historia, que me encanta saber esas cosas, tan diferentes en esta cultura que en la nuestra.  Yo ya sabía que mi suegro se la había buscado, que le dijo” Fíjate que tengo un amigo que tiene una hija” y así se había armado la machaca, pero hace poco supe que su esposa es cuata, o sea tiene una hermana gemela y me daba curiosidad saber si las había visto a las dos y había escogido a una o como había estado la cosa. Me dijo que no. Que en realidad ni fue idea de él. Que su mamá se puso intensita con que se casara y que tanta lata le dio que el dijo que OK, le dijo a su papá que le buscara con quién y que ni quiso verla. Y así se casó. Me parece fuertísimo. Y se quieren bien, se llevan bonito, se divierten juntos. Se ven poco, pues el era militar, acuartelado que iba a su casa dos días de cada diez y ahora también va a su casa más o menos con esa frecuencia, pero cuando se ven se ven con gusto, se llevan bonito y los dos adoran a los tres niños que tienen. Me parece algo rarísimo y súper diferente como a ellos les debe parecer rarísimo el que Alarís y yo nos hayamos casado porque nos enamoramos, porque nos llenábamos la vida el uno al otro , no como el siguiente paso lógico o lo que los demás querían para nosotros.
            Esto es solo el comienzo, estoy segura que este señor va a llegar a ser muy importante en el negocio, porque lleva poco tiempo y ya lo hace muy bien. Eventualmente tendrá su propia camioneta y a lo mejor se hace guía o tiene su propio equipo de gente y a su vez le va a dar oportunidades a gente que valga la pena, porque como Alarís, es una gente buena y de corazón grande.   



domingo, 13 de octubre de 2019

Y Arraaaancaaaan!





            Al final del pueblo de Dasi, por el que siempre entro a Wadi Rum, está un edificio con un letrero que dice: Asociación de Carreras de Camellos de Jordania.  O sea que suponía que esto era un asunto de alguna importancia. Una vez que fui con el Beduino Volador a ver una parte distinta del desierto, no entré por el camino de siempre y vi el óvalo de carreras y de hecho un par de camellos caminándolo. El beduino volador me dijo que los llevan a “entrenar” para las carreras.  Es un óvalo bien grande, de 6 kilómetros, y los camellos lo caminan con sus camelleros todos los días para que sepan por donde tienen que ir porque las carreras son sin jinete. 

            Apenas durante este verano vi una carrera por primera vez. Vino una pareja de hermanos de Israel un par de días y querían estar un sábado a medio día en Jerusalén. Para eso había que salir al alba del desierto para llegar a la frontera Rey Hussein-Allenby a la altura de Ammán y Jerusalén  antes de que cierre la frontera en sábado a las 11.  Cuando salíamos del desierto nos tocó ver la carrera.

Claro, hace sentido que las hagan cuando hay luz pero todavía no hace calor y cuando toooodos los beduinos de la comarca pueden ir a verlas porque se enloquecen con ellas.
            Ese día me pareció divertidísimo lo que vi, pero como teníamos mucha prisa, no nos detuvimos a ver mucho rato, vimos un momento, nos carcajeamos de lo folklórico del asunto y nos tuvimos que ir porque si llegábamos tarde, y perdían el último autobús a Jerusalén, las alternativas eran carísimas e impensables.

            El jueves llegué al desierto con turistas y el Beduino Volador me dijo que el viernes en la mañana teníamos carrera, por si quería ir a ver. Claro que quería. Le dije a mi gente que si se les antojaba e hicieron cara de “Me parece perfecto”, pero cuando nos despedimos no lo mencionaron otra vez, creo que la hora les pareció del terror.
Yo si me desperté temprano, dormí en casa de Abu Yousef. Me quedé dormida seca, vestida, en su sala y no me moví en toda la noche, estaba un poco cansada, insolada.  Cuando me levanté, toda mugrosa y polvosa del día anterior, me bañé de volada, con agua helada y no había traído toalla pues no pensaba dormir ahí o sea que me sequé como perro a sacudidas y me vestí y fui a hostigar a Alarís para que me llevara a ver las carreras. El pobre me decía, “¿De verdad quieres ir, habibti?” Le dije que si, de verdad verdadera.  Y pues ahí vamos.  Llegamos y había una polvareda tremenda. Toda la población de camellos de Wadi Rum estaba ahí y todos los beduinos hombres también.  Estaban haciendo varios heats de carreras, de muchos camellos cada vez, y la polvareda que se levantaba con cada carrera era tremenda.  Todo era surreal y divertidísimo. El sol saliendo detrás de las montañas, miles de camellos unos pintados con spray, otros marcados, otros con números. Cada uno con una manta de un color distintivo y con un número sobre la joroba. Les ponen además sobre la joroba, fija con un amarradijo una maquinita que da vueltas a un cacho de manguera para que el pobre camello piense que le van a dar de fuetazos y corra como el viento. No le pegan, nadamás lo amedrentan.


Ponen como en los hipódromos y galgódromos unas casetas de salida que son móviles, acomodan a los contrincantes y aaaaarrrrancaaaaan! Salen los camellos disparados y salen una cantidad absurda de pick-ups, retacadas de beduinos gritando enloquecidos detrás de ellos, por fuera del óvalo. Les gritan, les echan porras, hacen este ruido de emoción que hacen los árabes: lilililililili- y dan vuelta a toda la pista. Lo más divertido es que de un lado hay como un arco de concreto con un poli que marca la entrada al camellódromo y para pasar por ahí, los coches se desvían, se dan vuelta, derrapando. Lo sorprendente es que no chocan.

            Pasando el arco hay una colina con una construcción chiquita, perteneciente a la dichosa Asociación de Carreras de Camellos, para que los personajes importantes y los jueces supervisen la carrera. Tipo el palco real en Ascot, versión beduina. Debajo, unos corrales grandes donde esperan los camellos que no han corrido, y descansan los que ya lo hicieron. Cientos de camellos, unos jadeantes y llenos de espuma y otros esperando turno. A unos los masajean y les amarran sus maquinitas, a otros los apapachan por haberlo hecho bien y a otros los ven como: mañana a la cazuela por inútil.  Hay alrededor miles de beduinos con niños, solos, unos que vinieron a traer a sus camellos, otros a ver, otros que de plano ya se sentaron a calentar té en mitad del desmóder. Es una cosa completamente surreal.


La vez pasada no tuve tiempo de ver tan a fondo, pero tampoco noté tanto borlote. Me bajé del coche a tomar fotos. Alarís me decía que mejor no, que entre cientos de beduinos y donde no había ninguna mujer y menos occidental y descubierta aquello iba a parar en algo no tan bueno, alguien se iba a querer hacer el chistoso y a él no le iba a hacer gracia. Peeero Alaríiiiiiis! Cuando voy a poder tomar fotos de algo así de cerca? Puso cara de camello el también y allá voy. Claro que nomás acercarme al corral vinieron varios muchachones acomedidos a quererme hablar en inglés y meterse en lo que no les importa. Los mandé a ver si ya puso la puerca en árabe y listo. Tomé mis fotos y luego el Beduino Volador me explicó que la cosa se había puesto tan intensa porque la final “final” es en dos semanas. Se supone que el Islam prohíbe la apuesta, pero por supuesto que si hay algo de apostadera y los camellos ganadores además se subastan y los Emiratíes los compran carísimos . Esta gente, pobre de solemnidad, sueña con vender algún día un camello Ferrari a algún ricacho de Dubai y por eso la cosa se pone emocionante. A ver si tengo chance de ver la final y la subasta, y ya les contaré en qué paró la cosa.  

HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...