viernes, 31 de agosto de 2018

EL MAS CHIMUELO MASCA TUERCAS


EL MAS CHIMUELO MASCA TUERCAS

En Musulmania la gente tiene en general muy mala dentadura. No sé si es como en los países de Europa del Este, por los niveles de flúor en el agua, o como en China, por malos hábitos higiénicos, o por una combinación de ambas cosas. Así pues, ser dentista es un muy buen negocio y por lo menos en Amman, hay muchísimos dentistas y clínicas dentales en donde se trata de remediar lo ya estropeado y ahora se hacen cuestiones estéticas y preventivas.

En algún otro escrito mencioné que necesité un dentista aquí de urgencia por un accidente. Resulta que fui a pasar el día al mar muerto, con unas amigas y sus hijas y estábamos pasándolo bomba en la alberca cuando me dijeron que si me sabía echar clavados. Les dije que sí y me salí de la alberca, donde el agua me llegaba arribita de la cintura y me tiré un clavado rasito por la falta de profundidad. Lo que no chequé, fue que la alberca, del otro lado era un chapoteadero muy bajito y que por tanto, a un paso de donde yo había estado metida, el piso subía con una pendiente muy pronunciada. Ya te puedes imaginar el resultado. Fui a estampar la cara en el piso, de tal suerte que me abrí la nariz y un diente se me volteó para atrás. Horrible historia. Salí del agua, me enderecé el diente y me tapé la cara para no asustar a las niñas. Les dije como el chiste, que me había ganado la risa. Total, como en dos días el diente seguía flojísimo, sospeché y con razón que estaba roto por debajo de la encía y que había que ir con un profesional. Entonces sí me debía de haber conseguido una burqa porque parecía que me habían puesto una guamiza. Busqué en internet a un cirujano maxilofacial experto en implantología y que hablara inglés. Me aparecieron dos, un hombre y una mujer. Les llamé a los dos, la primera en darme cita fue ella, y por enorme suerte me salió muy efectiva y hasta amigas nos hicimos a lo largo de mi peregrinar por su consultorio a cada rato, hasta que el diente me quedó. Es simpatiquísima, le encanta estudiar y actualizarse, ganar dinero de forma independiente, salir al extranjero a tomar cursos donde puede echar sus canas al aire fuera de la vigilancia de sus papás, que consisten en irse a bailar salsa o en rentar bicicletas o irse a bucear.

Alarís, como buen Jordano, tiene una dentadura como si se hubiera pasado la vida masticando fierros. Le faltan muchas muelas, las que tiene le duelen y lo convencí de que si no se arregla eso, va a perder los pocos dientes que le quedan y va a quedar horrible, además de lo molesto que es que te duela la boca. Total, le vendí a Naela como la buenaza que es, y ahí vamos a que le pongan tornillos para ponerle implantes de las muelas que le faltan. Pobre! Le martillaron, taladraron, abrieron y le hicieron lo necesario para el arreglito. Salió todo hinchado y estropeado, todavía con instrucciones de ponerse unas inyecciones llegando a la casa y lejos de quejarse o mirarme con rencor por los arponazos que le puse y por haber sido la causante de su infortunio, me dijo que no sabía como agradecérmelo. Yo todavía en la oficina de la doctora me estaba riendo porque Naela tiene en su librero sus libros médicos y una sección completa de novelas románticas cachondísimas en inglés, que seguramente guarda allí para que no se las curioseen sus papás y porque jura que nadie sabe qué son. No contaba con que yo, que lo mismo he leído a Orhan Pamuk y Saramago, que me intercambiaba las novelitas de Jazmín con las muchachas en casa de mi mamá cuando era puberta y andaba pobre, he leído mi ración de ese tipo de romances de aeropuerto. Mi conocimiento bibliográfico da para conocer a varias de las autoras del librero de las travesuras de la dentista. Que risa. No le dije nada porque estaba Alarís enfrente, pero la próxima vez que la vea a solas le voy a poner una cotorriza tremenda y se va a poner de varios tonos de morado.
En mi experiencia, los hombres mexicanos son pésimos pacientes, siempre se andan muriendo de un catarro, se quejan por vicio y la culpa la tiene el que tenga la mala suerte de estar cerca. No se si aquí todos sean tan agradecidos, pero Alarís sí.  Baba también. Me ha tocado verlo en el hospital y convaleciente dos veces y es un paciente simpatiquísimo. Para empezar, aquí los protocolos hospitalarios son un poco sui generis. Resulta que como en todas partes, hay comida de hospital- muy diferente por cierto, nada de gelatina y caldito de pollo, probablemente arroz con pollo, yogurt seguro y algo más-, pero a todo mundo le da igual y las familias de los pacientes vienen cargadas de viandas al hospital, no solo para las visitas, sino para el paciente. Así, que dieta blanda ni que nada, traen termos con sopa de lentejas, pichones en salsa y cualquier cantidad de verduras crudas, que comen como snacks, por ejemplo hojas de lechuga, mientras un enfermero le toma la presión,  y no solo las come, si no que insiste en compartirlas con el enfermero hasta que este acepta y se come al menos una. Traen termos de café árabe también. Pero solo dos tacitas.  Las tazas aquí no tienen asas, son como las de los restaurantes chinos. Quien sirve el café se toma la primera para calentar la taza y luego sirve otra, que le ofrece a la primera visita. Un traguito apenas, luego al que sigue y al que sigue. Un revoltijo de babas tremendo, incluyendo al enfermo y al personal del hospital, aunque no queriendo la cosa, después de que beben los enfermeros si lavan las tazas, pues que cochinadas son esas.
Cuando la gente sabe que estás enfermo, lejos de mandarte sus buenos deseos y dejarte en santa paz, te va a visitar todo el mundo y a la hora que su gana les da. Así, no es poco usual que las visitas lleguen a las once de la noche, fumen como locas, se les de comer y beber, fruta, té o café, dulces árabes, agua, todo en distintos episodios, así se acostumbra aquí y en fin, se queden hasta las dos o tres de la mañana, cosa que me parece imprudentísima. Yo ya le advertí a Alarís y a mis amigas, que el día que sea yo la enferma, los mando a todititos a Chihuahua a un Baile a la primera de cambio, faltaba más.  Cuando de verdad te sientes mal, lo menos que quieres es estar viendo visitas, sino tirarte en tu cama a sentirte miserable hasta que se te pase.
En México por lo menos las visitas se limitan en general, salvo algún pariente muy pesado o la gente de mucha confianza que si quieres que te consienta, a visitarte en el hospital, y hay horarios después de los que se pide por favor que se vayan las visitas, y si de verdad te sientes mal, lo agradeces.
La tradición árabe dice que el anfitrión es el prisionero de sus huéspedes y que no se vale negarles nada. Entonces, no importa que ya estés metida en la cama,  de pronto alguien te habla y te dice, estoy a dos cuadras de tu casa y tu te tienes que poner algo, hacer té y poner cara, de “Que buena idea, te estaba esperando!” No creas, a mi esto me cuesta y nomás cruzan la puerta los imprudentes ya de salida y se me ponen ojos de huevo como puberto aborrecente y Alarís empieza a disculparse y a darme explicaciones. Así es. Ahlan, ahlan y ni modo.
Salam!

domingo, 26 de agosto de 2018

EL PROBLEMA ES EL PEPINO


EL PROBLEMA ES EL PEPINO
Esta frase célebre me la dijo un yucateco hace ya muchos años y no se me olvida.  Ya sabes que a los yucatecos se les brinca la cadena a veces y piensan y se expresan muy diferente que el general de la población mexicana. A mi me cuesta trabajo saber si me están cotorreando, si se están burlando de mi o si de verdad viven en otro canal. Resulta que había ido de viaje a Yucatán con unos tíos, una prima y su esposo y  mi Güerita y fuimos a Celestún a ver a los flamingos. Veníamos de ver una gruta a la que nos metimos con tennis para poder bajar. Nos estacionamos y le pregunto al hombrecito con el que negociamos el paseo en lancha que si creía que nos íbamos a mojar los pies, para cambiarme los tennis por unos crocs o flip flops y me dijo, “No sé, no creo”. Como no lo vi convencido, mejor me cambié los zapatos y menos mal, porque para subirse a la lancha había que meterse al mar hasta la cintura (¿no sabía si me iba a mojar los pies???? Ejemplo de cómo los yucatecos y yo no nos entendemos).  De camino a la lancha pasamos por un muelle donde había varias gentes manifestándose, muy enojadas y muchos policías y había como un conato de bronca. Le preguntamos al hombrecito qué pasaba y dijo “El problema es el pepino”.  Por más que quisimos más datos, no dijo más en ese momento. No nos sacó de dudas para nada y lo tiramos a loco.  Después del tour, que si no lo has hecho nunca, no pierdas oportunidad de hacerlo, es una belleza la ría, mi tío se fue con el hombre en una motoneta a recoger el coche, porque nos bajamos de la lancha en otro sitio y le logró sonsacar algo de la historia del pepino. Resulta que había veda de pesca de pepino de mar pero el gobierno, tras corta feria, había permitido a unos pescadores japoneses pescar el marisco que para ellos es preciadísimo y por eso la gente del lugar estaba indignada, ya que estaban dispuestos a respetar la veda por el medio ambiente, pero si de todos modos no se iba a respetar, querían hacer negocio ellos y no que lo hiciera alguien más.
            De niña fui de campamento a unas islas frente a la península Olímpica en el estado de Washington, donde las mareas son muy marcadas y cuando bajaba la marea, se hacían alberquitas donde se podía apreciar mucha vida marina con la que yo no había tenido mucho contacto antes. Ahí conocí a los pepinos de mar vivos. Vivos son como un globo de agua patinoso, con esa consistencia y sumamente resbalosos. Después cuando estudié diversos cursos de biología aprendí que son cercanos a las esponjas y los celenterados, con sistemas nerviosos primitivos y que son importantes como filtros de agua, pero hasta ahí mi trato con ellos.

            Cuando viajé a Japón y China vi que ahí los comen, y que por supuesto los chinos los consideran afrodisíacos, como muchísimas cosas. Tienen una obsesión, que les balconea un serio problemita. Donde que necesitan tantos “refuerzos”, deben tener una seria carencia en esa área. Nunca se me ocurrió probarlos.
            Pues hace poco, estando de visita en el pueblo de los papás de Alarís en Jordania, casi esquina con Siria, fui de visita a casa de unos parientes y un cuate me dice, ¿Oye a ti te gusta comer mariscos?. Le dije, Sí, ¿por? Pensé que era un tema de conversación general, ya que aquí no es muy común que la gente coma cosas del mar, ya que solo existe un puerto al Mar Rojo y no hay gran variedad de pescados y mariscos. Se levantó y me trajo como regalo tres pepinos de mar secos. Me dijo que el entre sus negocios compraba pepinos de mar en Indonesia y los vendía en China. Que los remojara unos días, luego los hirviera y los preparara (no dijo como) y le contara si me habían gustado.
            ¡En la torre! Se veían horribles. Parecían unas cacas de perro secas, blancos y duros, o partes inmencionables de algún animal también secas. Pero siendo que sé que son carísimos, que su pesca pone en peligro el medio ambiente y demás, y ya estaban pescados, no los iba a tirar.  Los remojé los días necesarios cambiándoles el agua y la consistencia cambió un poquitito pero quedó en vez de cómo una piedra pómez como un top sider de 1987 que se mojó en el mar y se guardó con agua salada desde entonces. Haz de cuenta. Busqué en internet recetas y lo que encontré fueron unos guisos chinos elaboradísimos de pepino de mar con papada de pescado y cosas similares que parecían un licuado de chongos zamoranos con pizza que se hubiera comido un  perro grande y decidido vomitar. De horror.

            En vista de lo anterior, puse un post en Facebook, en Lady Multitask donde seguramente alguien me sabía dar razón y además de reírme mucho con los comentarios que fueron desde: tíralos, haz composta, guácala, ahí me cuentas; hasta, qué barbaridad, sigue destruyendo el ecosistema….. Entre esas cosas alguien me dio un link a una instrucción real de cómo limpiarlos y hervirlos bien y otra gente me dio una receta.
            Le conté a Alarís en que iba la cosa y que ya íbamos a poder probar los dichosos pepinos. Me dijo “Íbamos Kemosabe? Ni de broma”. Has de saber que Alarís es muy muy “selectivo” para comer. Cuando lo conocí comía como cuatro cosas y solo si las había preparado él o alguna de sus hermanas o su mamá o en dos o tres lugares de su confianza. Irónicamente, algunos de estos lugares, como se dedica al turismo, son unos paradores de carretera bastante sospechosos y en donde la comida de verdad no está muy buena, pero esa se la come feliz y luego hace caras en la casa de sus amigos. Ha mejorado algo a fuerza de hacerle un poco de bullying. Hasta mejillones he logrado que coma y le han gustado, pero de eso a los pepinos de mar, va a estar difícil. Saqué las armas pesadas y le dije, híjole, yo llevo dos años haciendo el ayuno del Ramadán por solidaridad y tu no vas a probar una cosa que si no te gusta la escupes y ya está? No se veía convencido y tiene razón porque uno, a mi nadie me pidió que ayunara, dos, el ayuno tiene razones filosóficas y no es solo una necedad y tres, no le da la gana y nomás de pensar se le sube la vasca, jajajaja.

            En esas estábamos y se atravesó la fiesta del chivo, los días de fiesta del Islam y nos fuimos al pueblo a pasarlos con su familia o sea que dejé a los pepinos nadando en un refractario con tapa en mi refri. Cuando regresé puse en práctica todas las instrucciones que me dieron las LMTs y algunos hermanos del culpable de mi desgracia, que se dicen muy expertos en el tema, pero la verdad todos me dijeron, los remojas, los hierves y luego los cocinas con pollo o con alguna otra cosa…. Me sonó loquísimo.  Lo que parecía más razonable decía que los remojaras mucho tiempo en agua sola en un recipiente muy limpio cambiándoles el agua frecuentemente, lo que ya había hecho. Después, que los hirviera 10 minutos, y luego 30 minutos a fuego lento, dejara el agua enfriar y la cambiara. Al día siguiente, repetir la dosis y limpiarlos por dentro. Resulta que cuando los hierves se hidratan mucho mejor y ya empiezan a tener consistencia de mariscos (y olor también) y cuando los abres, tienen dentro arena y piedritas y una membrana rara que hace como las venas de un chile poblano. Les saqué todo el “relleno”, les di una hervida más, y luego decía el escrito, que estaba en inglés pero se veía que era de un chino porque la traducción era muy chistosa, que los cocinaras en un “caldo superior” porque si bien tienen muchas propiedades nutritivas (para la piel, para las articulaciones, como afrodisiácos por supuesto, etc.) no saben a nada, y que por lo tanto es importante el caldo y luego, en efecto, se acostumbra poner pedacitos en un guiso de alguna otra cosa, como trozos de pescado o de alguna otra carne. El nombre en mandarín significa jengibre de mar, porque se cree que tiene propiedades similares a las del jengibre, además de que es un buen aporte de proteínas. Hay tres tipos de pepino de mar, uno con piquitos, uno liso y uno como con papilas. Los míos tenían puntitos en la piel, como una lengua.

            Los rebané, los cocí en un caldo, no sé si superior, pero bastante rico, casero, y después los dejé enfriar y los preparé como ceviche, con jitomate, pepino, cebolla, chile, limón y sal y pimienta y me armé de valor y me los comí.
            No estaban mal la verdad. La consistencia de la piel la verdad un poco gacha, nunca se le quitó lo áspero del todo, entonces era como un ceviche de caracol con pedazos de lija Fandelli de la finita. No fue grave, para la apariencia tan horrible que tenían, pero la verdad no es algo que yo pediría ni que volvería a comer por gusto. O sea que la ecologista que casi me mata por aceptarlos puede estar tranquila, no me aficioné, solo me los comí por no tirarlos, ya que ya los habían pescado y porque por no variar, la curiosidad pudo conmigo.
            Alarís se salvó porque se fue a Petra y a Wadi Rum a llevar a un grupo de gringos. Iba felizote porque escapó de su cita con los pepinos y porque en el grupo iba el cuate que sale de Pablo Escobar en la serie de Narcos, que ha visto para practicar su español. Le digo que no invente, que va a aprender a hablar un español muy extraño, de actor gringo que quiere hablar como narco colombiano y con un léxico de pura majadería, pero pues ni hablar, el tiene su sistema, así aprendió a hablar inglés y lo hace muy bien. Le mandé fotos y me dijo, no te los comas, le decimos al primo que si te los comiste que muchas gracias, pero no te vaya a pasar algo, eso se ve malísimo. A mi nadamás me dio risa, claro que me los comí y le dije que le iba a guardar unos poquitos (no le guardé nada, ni para qué, ya lo conozco, primero se muere que probar algo así).

            Ahí la historia del problema del pepino. En conclusión, hay que educar a los orientales acerca de los mitos en los que creen, porque yo creo que hay mejores fuentes de proteína, más ricas, más fáciles y con menos impacto ambiental. Como ingrediente, la verdad es que no aporta gran cosa y es una verdadera monserga la preparación de los bicharracos estos con tanta remojadera y tantas cosas que hay que hacerles y no vale la pena para nada.
            Lección aprendida. La próxima vez, a cualquier pregunta, la respuesta correcta es primero “¿Pooor? “ y ya luego vemos si digo que si o que no, ¿no crees?
            Salam!


jueves, 23 de agosto de 2018

FIESTA DEL CHIVO




FIESTA DEL CHIVO


            Ni se emocionen pensando en el libro de Vargas Llosa, hablo del Eid alAdha, que es la fiesta que se celebra en el calendario musulmán, ocho semanas después del final del Ramadán,  Eid al Fitr. Eid significa fiesta. El Eid al Fitr literalmente se llama la Fiesta del Desayuno, pues termina el mes de ayuno que practican los creyentes (y algunos agregados culturales como yo mera). El Eid alAdha es la fiesta que conmemora la alianza entre Dios y su pueblo cuando Dios pidió a Abraham que sacrificara a su hijo y al final que sacrificara a un cordero en su lugar. Comentando con Alarís las diferentes versiones que hay entre la versión de una religión y otra(s): que el Islam dice que fue Ismael el hijo, el antiguo testamento dice que fue Isaac (Israel). El Islam dice que Ismael sabía lo que le iba a pasar y estaba dispuesto a someterse a la voluntad de Dios y el  Antiguo Testamento dice que el niño iba engañado…. Total que se me ocurre comentar algo acerca de que bromitas tan pesadas de parte de Dios y újule, que se me ofende cañón. Una cosa es que sea yo hereje y descreída y otra que sea irrespetuosa. Ni modo. Ahí está la raya. Cada quién puede creer lo que quiera pero de eso a que me pase a reír de sus creencias, ahí si se me puede indignar el míster.  Adha significa aquel que toma el lugar de otro para ser sacrificado. Horrible historia esa, pero al final, muy conmemorada por las tres grandes religiones monoteístas, que si el cordero de Dios, el cordero pascual y el Eid al Adha.  También se le llama el Eid Al Kabir, es decir, la Fiesta Grande y es todo un evento. Llevamos varios días con unos tráficos espantosos en Amman, pues toda la gente anda de un lado a otro comprando tiliches para la fiesta. Mucha gente sale de vacaciones estos días y hay unos paquetes de ofertas de no creerse. Esto hablando de los jordanos que viven aquí. Por otro lado, vienen de fuera todos los jordanos que viven o trabajan fuera, por ejemplo en Dubai y en los países del golfo y entonces hay muchísimo movimiento de renta de coches, en el aeropuerto, etc. A nosotros nos viene bien, hemos tenido chamba y hasta mi cochecito renté. Es un poco como el día de Acción de Gracias en Estados Unidos, es cuando más gente se mueve dentro del país. Todos los negocios cierran por lo menos un par de días, el martes y miércoles 21 y 22 de Agosto, este año, y la gente se junta con la familia o si no con los amigos para hacer grandes festejos.  Lo de las fechas es confuso. A mí, acostumbrada a las fechas occidentales en que se dice: el 5 de Mayo, o el tercer domingo de Junio y estamos claros en cuándo es el evento, el que te digan el primer día y segundo día, no hay bancos, pero nadie está muy claro cuando son esos días, me saca un poco de programa.

            Como conmemoración del evento del sacrificio y también como tradición gastronómica, se acostumbra matar a un animal. Toda persona que tenga algo que agradecer o festejar particularmente, si compraste coche o casa, si te fue bien en el trabajo, si tuviste un hijo, etc. debes de patrocinar un animalito. En general se acostumbra que sea un borrego o un chivo, pero hay quien mata un camello o una vaca, si es muy ricachón. Nada de pollos o guajolotes o pescados, pues se les considera más “del diario”, y esto es un festejo. La tradición dicta que vayas a elegir tu animalito, que te lo maten delante de ti y que lo porcionen allí mismo y que te quedes tu con un tercio de la carne e invites a tu familia o amigos, que repartas otro tercio de la carne entre pobres conocidos y otro tercio más entre pobres desconocidos, pero que lo hagas personalmente. Yo de plano me rehusé el año pasado. Tengo corazón de pollo y no quise asistir al magnocidio. No tengo problema en comer carne si me la dan empaquetada y en cortes, pero si veo al bicho caminar media hora antes, no se, me da cargo de conciencia y se me quitan las ganas.  La gente acostumbra hacer esto el mero día, o sea que los carniceros y dueños de los rebaños tienen muchísima chamba y la gente anda de un lado a otro repartiendo carne por todos sitios. Hay fundaciones especiales en Amman que ya te venden tu borrego en partes y se encargan de repartir a los refugiados la parte que les toca, cosa que a mi me parece bien. Además si no matas al bicho el mismo día, la carne está mejor. El año pasado cuando hice este comentario me dijeron, tu que sabes, si esta es costumbre de aquí, así se ha hecho siempre, nadie tiene un refri tan grande como para meter un animal entero un par de días, siempre lo comemos el mismo día y esta bien….. Adelante señores. La historia fue que todos nuestros conocidos dijeron que su carne había estado dura. No solo los que comieron con nosotros, sino todos los que hicieron sus comidas de la misma forma, matando el animal el mismo día.  Yo con mi “Te lo dije” listo, pero, ps ya ni para que. Si la bioquímica no miente, cuando un animal deja de respirar…. Se muere. Aparte de eso, sus células y sus enzimas siguen funcionando durante un tiempo corto hasta que empiezan a descomponerse. Los combustibles siguen metabolizándose, pero al no haber oxígeno, el producto final es ácido láctico- ese mismo que te da dolor muscular cuando te pasas de tu capacidad aeróbica al hacer ejercicio-, que da lugar al rigor mortis. Por eso todos los cadáveres se ponen rígidos. Cuando hay más ácido láctico, el proceso enzimático se revierte y la rigidez y acidez desaparecen. En animales de sangre fría este proceso es muy rápido. No se si alguna vez has tenido el disgusto de pescar truchas, por ejemplo. Se mueren, en media hora están tiesas, una hora después ya no. El proceso fue de volada, porque sus enzimas trabajan a temperaturas bajas y tienen pocos carbohidratos en los músculos. Los animales más grandes, con más músculos y de sangre caliente toman más horas para este proceso. A ver si este año alguien me hace caso y guardamos el chivo por lo menos un día, para que esté mejor, o se les va a volver a olvidar y todos: “Mmm de sabor bueno, pero la carne tiesa, haber escogido otro borrego, del pastor de más para allá…..”
 




            Total, que vamos al pueblo a instancias de Ummi que se empeñó en que todos sus pollos fueran al evento a su casa. Llegamos y sale con que siempre no quiere la fiesta en su casa, que porque es mucho jaleo y que se cansa y quien sabe que. Yo que no tengo medio problema, rápido dije, pues ahí está la casa de fiestas, que es una casa comunitaria en el pueblo que puedes usar si pagas una cuota representativa y la dejas limpia, o si no podemos ir al Himma, que es un lugar cerca donde hay asadores públicos y albercas para nadar y a los niños les encanta ir, junto a la frontera con Siria e Israel. Parece que finalmente ya pararon los bombazos  en el país vecino y esperemos que sea en serio y para siempre.
Total que insistí en que fuera Alarís ayer a por el borrego y no quiso, que mejor el segundo día, que no se qué. Y que me envalentono y decido que en aras de hacer una investigación completa y por aquello de “que no le cuenten, que no le digan”, que pesco mi cámara y me lanzo con el, con Sam su hermano y con Sami su cuñado a comprar el mentado borrego. Primero fuimos por Sami y nos dieron de desayunar en su casa. Pan hecho en casa, miel, jocoque, queso (de esos de aquí que son horribles), mantequilla de oveja, té y café turco. Delicioso, pero fue un grave error. Mejor haber ido con el estómago vacío al evento.

            Total que vamos a Irbid, la ciudad más grandecita de aquí junto a un sitio que Sami conocía, donde estaban sus hermanos también comprando sus respectivos borregos. Llegamos y había varios corrales con distintos animalitos de distintos precios, calidades y orígenes. Has de saber que aquí se venden borregos nacionales, rumanos y “australianos” (lo pongo entrecomillado porque yo opino que son neozelandeses, que son los que exportan borreguitos a tutiplén, y aquí tienen costumbre de tener libertades geográficas amplias con las importaciones, una vez fui a una carnicería grande y vendían filete brasileño, que tenía sendos sellos que decían PRODUCTO DE COLOMBIA, pero como aquí la gran mayoría de la gente no lee más que árabe, pues se quedaban tranquilos con que les dijeran que era vaca brasileña)  vivos y contrario a lo que uno pensaría, los nacionales son más caros.  Claro aquí hay menos pastos para criar ganado y la verdad, yo que antes no comía este tipo de bichitos porque siempre me sabía la boca a animal después, he aprendido a comer el cordero aquí y esta rico, de verdad. No sabe a animalón. Entonces vale la pena pagar un poquito más porque los borregos de aquí son muy ricos. En los corrales de borregos nacionales hay borregos de colores. Los pintan para saber de quién son, como los pollitos de kermés, una cosa muy chistosa. Tienen unas colas muy simpáticas, que yo nunca había visto en México, parece que tienen dos rabos o un rabo redondo. Total que Sami, muy conocedor, apapachó un poco a los borreguitos, vio cual estaba sanito y musculoso y dijo, este está bueno. No los cobran por kilo, los cobran por pieza, el que le guste a tanto, de entre los del mismo corral. De pronto tienen separados a unos grandototes, que esos sí son de diferente precio.  Lo sacaron del corral y preguntaron si queríamos el servicio completo. Y yo ¿”Cooomo??  Si, o sea, si quiere se lo lleva así (vivo) y usted se encarga en su casa (NI DE BRO MA, pero eso hicieron los hermanos de Sami, se llevaron cuatro chivos muy felizotes en una pick-up). Yo pedí el servicio completo por 10 dinares más, que me pareció una ganga y vinieron dos señores, uno se sentó sobre el borrego, dijo En el Nombre de Dios el Todo Misericordioso y esperaron a que el borrego estuviera tranquilo, nunca la hizo de tos la verdad, y el otro señor le hizo un corte en las arterias del cuello de un tajo limpio. El animalito nunca se quejó ni peleó y se desangró en paz. Inmediatamente le quitaron la  cabeza, que un niño chiquísimo  (esto es un business familiar) se llevó a limpiar y luego pidió un dinar de propina cuando la entregó sin piel, sin párpados y sin cuernos.  Luego le quitaron la piel mientras se veía que los músculos todavía tenían espasmos, quitaron la grasa, quitaron los intestinos y estómagos, preguntando si los íbamos a querer (antes de nosotros, una señora se llevó los suyos y los de varios otros borreguitos, a saber que vaya a hacer con ellos, nosotros no los quisimos). Yo ya sentía que me daban los vahídos, entre el solazo y el reguero de sangre. Nada que ver con un rastro o con como se matan los cerdos o incluso los peces grandes en la pesca deportiva, esto es mucho más humanitario, pero igual no está padre. Sí se me salieron las lágrimas, lo bueno es que traía lente obscuro.  Colgaron el canal de unos ganchos sobre un marco de columpios ahí en la banqueta y lo destazaron en un momento, poniendo los pedazos en una tina de plástico que llevamos para tal efecto.  Una señora se nos acercó a pedir caridad. Le dimos dinero y se puso flamenca. Dijo que no quería dinero que quería que le cortaran un poco de carne. Y Alarís se puso loco, porque como las gitanas, lo empezó a maldecir. Le dije, dame chance y en mi árabe tropezado, le dije, que Dios le de todas las bendiciones a usted y a los suyos, cómprese algo con este dinero, si quiere los órganos ahí se los dejo, y si no, lo siento mucho. Yo ya tengo prometidas las partes del borrego que voy a regalar y apenas lo iba a llevar a preparar y no voy a discutir y con esos modos menos. Vieja loca. Si me quiere echar el mal del pinto, muy su bronca, yo no se lo voy a recibir y no me voy a poner en la calle a discutir con una bruja de burqa, faltaba más.  Le dije, si no quiere el dinero, venga de regreso, cosa que inmediatamente le calló la boca y la mandó a la porra.

De ahí nos lanzamos a una carnicería donde nos conocen y le pedimos a los carniceros que hicieran el trabajo fino de hacer la carne cubos para brocheta, los cortes duros carne molida para kebabs, las costillitas para asado, y prepararan todo para poderse comer. Los carniceros le dijeron a Alarís y a mis cuñados lo que yo llevo un año diciéndoles, que esa carne no se puede comer hoy, que la guarden hasta mañana en el refri, que la molida hay que mezclarla con carne de res para que “amarre” y Sami, el conocedor dijo, perfecto, entonces la metemos al congelador, ante el NOOOO mío y del carnicero. ¡Ah que necio! Total entonces 30 kilos de carne y órganos. Regalé la cabeza, pulmones, riñones y algunas otras partes. El hígado apareció en el desayuno, frito en cubos con unos cubos de grasa. De plano paso sin ver. He probado el hígado de cordero aquí y no está grave, pero no es mi hit y luego frito con pura grasa y para desayunar…. Suerte que se acostumbra desayunar muchas cosas juntas o sea que había platos de jitomate rebanado, papas preparadas en frío como ensalada, hummus, yogurt y pan. Yo con eso desayuné rico. Probé un cubito de hígado nomás por no dejar, pero la verdad no me encantó y además después de habérselo visto puesto ayer al hoy occiso y de que nos íbamos a comer la carne al rato, no tenía ganas. Lo demás vamos a regalar un poco a familiares e invitar a un asado a toda la familia, que todo el año nos invitan a mi y a Alarís siempre a comer desayunar y cenar, y nunca quieren que traigamos nada. Ahora con el pretexto de la fiesta, decimos que nos toca poner el  borrego y sirve que correspondemos aunque sea un poco a tantísimas atenciones que tienen siempre con nosotros. El lugar seguía en discusión pero al final nos decidimos por ir a las albercas en el Himma. Cargamos con todos los aditamentos para el asado, una ensaladota, una sandía, dulces, cosas de beber, arguilas, una tía viejita y toda la parentela. Hicimos ahí la comida, nadamos, comimos y lo pasamos bomba y regresamos agotados y asoleados al pueblo a dormir, ya tarde y regresaremos mañana a Ammán.





La fiesta termina el cuarto día con la oración del medio día. Como ya es viernes, se junta con el fin de semana o sea que total, toda la semana de vacaciones. Los niños aquí no han entrado al colegio, entran en Septiembre, o sea que esto es el final de sus vacaciones, que empezaron hace dos meses con el Ramadán.
Bendiciones para todos y Eid al Adha Mubarak!

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HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...