jueves, 19 de agosto de 2021

Uzbekistán: los lugares para viajar en 2021

 Uzbekistán .....

No sé ni por dónde empezar a platicar de este lugar. 

Uzbekistán es un secreto muy bien guardado porque si bien en esta época de redes sociales y globalización se ven cada vez más fotos de sus increíbles monumentos, no es un sitio al que vayan hordas de turistas como a otros sitios bonitos e impresionantes. 

Es un país con muchas mezclas y contrastes, en todos sentidos, por eso me cuesta trabajo empezar a desenredar la madeja de ideas y ver de dónde tirar para contar tantas cosas. 

Como siempre, me gana la emoción y te lo voy a contar desde mi propio punto de vista y desde mi experiencia, salpicado de comentarios e información "oficial". 

Los hechos: Uzbekistán es un país en Asia Central, de hecho es considerado la puerta a Asia Central porque tiene mejor infraestructura y comunicaciones que sus vecinos.  Asia Central son los Stanes: Tajikstan, Turkmenistán, Kazajkstán y Kirgistán. Al lado están los otros Stanes que no nos gustan tanto: Afganistán y Pakistán. No son de preocupar y estuve en Uzbekistán justamente el día que cayó Kabul y en Uzbekistán no hay ni medio problema. Ni lo han tenido en todos los años que gringos y rusos se han dedicado a hacer  moridero en Afghanistán. 

Uzbekistán ha sido conquistado y reconquistado por muchísimas culturas, porque es un corredor privilegiado y era el sitio más importante de la ruta de la seda que iba de China a Europa. Persa en un principio, luego conquistada por Alejandro Magno, persa de nuevo, conquistado por los Abbasidas árabes que le trajeron el Islam y desplazaron el Zoroastrismo, después arrasado por los Mongoles y Genghis Khan, de donde vienen sus facciones actuales y la lengua túrquica, el Uzbeko. Los mismos Mongoles dieron lugar a los Mogoles, cuando Timur se independiza y expande el imperio de Samarcanda. Sus descendientes colonizaron el norte de India, Irán, Turquía y por supuesto los Stanes.  Los reinos de Bukhara y Samarcanda fueron riquísimos comercialmente, fueron sitios donde se intercambiaban ideas, lenguajes, comidas y cocinas. La ruta de la seda se convirtió en ruta de ideas, de materiales como el papel, de filosofías como el Islam, de alimentos como la pasta y el arroz que llevaban los comerciantes en las caravanas y adaptaban a cada sitio donde iban llegando dando lugar a nuevas comidas que se han expandido por el mundo, yendo y regresando transformadas. ¿Como asi? Los fideos y dumplings chinos llegaron a Uzbekistán y dieron lugar a los mantis (dumplings o ravioles que ahora muchos consideran turcos, pero el Khanato de Bukhara llegó hasta Ankara), a las samosas (que ahora son famosamente hindús, pero acá se llaman Somsas y en los países Árabes Sambusaq y es lo mismo), la elaboración de embutidos para transportar carne en esta zona se expandió a otros lugares y se hizo famosa en ellos, como las salchichas kielbasa de polonia. La palabra es originalmente farsi y. significa embutido. Acá se hacen salchichas con muchos tipos de carne, hasta de caballo. El arroz que salió de China en estos países desérticos dio lugar al Plov o Pilaf, al pasar a los países árabes a todos los platos típicos allá como el Mansef, el Kebse, Ouzi, Maqloubeh y hasta a la Paella en el sur de España.

La Rusia zarista a fines del siglo XIX decidió anexarse Asia Central, por su tierra cultivable, en ese entonces el algodón que se producía en Uzbekistán era muy atractivo. Entonces pasaron a ser parte de Rusia y posteriormente una más de las Repúblicas Soviéticas Socialistas. Esto les trajo otro opresor pero les dejó muchos avances y mucha burocracia típica soviética. Podemos ver muchos jardines lindos, se hicieron excavaciones y restauraciones de los sitios arqueológicos, muchos estudios científicos, se avanzó mucho en agricultura, se construyeron buenos sistemas de comunicación, se trajeron migrantes de varios países a trabajar que a su vez enriquecieron el ya de por sí complejo tapiz cultural uzbeko. Grandes grupos de Koreanos, japoneses, alemanes y judíos vivían en Uzbekistán. Judíos los hubo siempre en Bukhara, desde los tiempos de Babilonia y si bien quedan ahora pocos, son los antepasados de los judíos Bujarís que viven principalmente en Nueva York y en Israel. 

No es de extrañar pues, que al día de hoy en Uzbekistán haya una mezcla de distintas etnias, distintos idiomas, distintas creencias. En Bukhara y Samarcanda se habla Tajik, un dialecto del farsi o persa, se habla también uzbeko que es una lengua túrquica, parecida al turco, con algunas palabritas del árabe, algunas de otros idiomas, varios vocablos que se han integrado del ruso. Se habla también ruso. Más en Samarcanda que en Bukhara y mucho más en Tashkent. 

Los niños crecen con por lo menos tres idiomas y dos alfabetos, el cirílico y el latino. 

La gente Uzbeka es súper sociable, muy amable y acomedida, buena para la fiesta. Como están muy mezclados todo se vale: son musulmanes, pero al haber sido rusos si hay alcohol en todos lados y en general si suelen beber, son mayoritariamente musulmanes pero las mujeres en las ciudades no suelen ir con la cabeza cubierta. Las mujeres de pueblo o mujeres más grandes si se tapan la cabeza pero más al estilo ruso, mostrando un poco de pelo y si enseñan algo de pierna no pasa nada. También de pronto ves mujeres Iraníes o musulmanas más estrictas con burqas cerradas y tampoco nadie levanta la ceja. Inclusive el traje típico tradicional se llama pranja  y consiste en una bata que tapa todo el cuerpo y cubre la cabeza como con capucha y una burqa "ciega" que se pone sobre la cara. A veces negra, hecha con pelo de caballo, a veces bordada de colores, como una capucha de kukuxclán huichol. Cosa horrorosa. Se sirve cerdo en varios restaurantes. 

Todos son muy hospitalarios, te invitan, te platican, te ayudan, son buena gente. 

Los rusos les dejaron una burocracia compleja y tonta o sea que los trámites son una pesadilla. El aeropuerto es un lío, hay que "registrarse" con la policía como extranjero, cosa que normalmente hace tu hotel o donde te quedes, pero hay que tener cuidado con ese papel, los trenes son buenísimos y tienen el tren bala más barato del mundo pero comprar los boletos es un dolor de muelas, lo mismo con los vuelos internos y hay que traer el boleto en papel porque varios polis lo revisan, lo sellan.... Muy soviético el asunto. 

Hay vuelos normalmente desde muchas ciudades del mundo. Hoy en tiempos de  COVID hay vuelo directo a Tashkent desde Estambul y desde Dubai. Hay vuelos internos dentro de Uzbekistán pero comprarlos desde el extranjero es imposible porque Uzbekair tiene un sistemita en el que si eres extranjero te cobran en dólares y a los locales les cobran en Soums con un tipo de cambio preferencial de modo que les sale más barato. Con tal de sacar este encaje, acaban no vendiendo nada, porque la mayoría de la gente cree que no hay vuelos y mejor se va en tren. 

Yo volé desde Turquía, que me fascina, y espera el siguiente escrito porque ahora te voy a contar de sitios diferentes y no tan conocidos de Turquía.  Total que el vuelo venía lleno de Uzbekos que se fueron de compras a Estambul y venían a tope de compras. Estaban en el pasillo cazando turistas como yo mera para que les llevaran bolsas porque venían excedidos de maletas de mano. Para como están las cosas en el mundo por supuesto que les dije que no, que me disculparan pero yo no llevo paquetes de extraños. Recibí miradas aviesas durante todo el vuelo por parte de un par de ñoras fornidas que con seguridad me podían sembrar de un sopapo. Ni hablar, pero el horno no está para bollos. 

Mucha sana distancia y prueba de PCR para ir y tal y llegando a Tashkent te meten como sardinas en unos camioncitos y llegas a una terminal que parece construida por el camarada Stalin y hay un  desmadre de proporciones épicas porque hay tres ventanillas y 400 ñoras uzbekas desordenadas que sin hacer ninguna cola normal tienen que presentar el papelito del pcr y dos formas que te hacen llenar en el avión para que el burócrata correspondiente te la selle.  Una vez brincado ese trámite tienes que formarte en pasaportes. Los letreros están en Uzbeko y ruso, los cuales no hablo ni de broma. Si vas, fórmate en el amarillo que es donde nos toca a los extranjeros. Los mexicanos no necesitamos visa, o sea que me sellaron la entrada en un momento, y listo. Alarís es harina de otro costal. Como siempre, a los jordanos si les piden visa en todos lados. Uzbekistán da visas electrónicas a muchos países y se supone que es fácil, rápido e indoloro. Peeero el sistema estaba descompuesto justamente y entonces tuve que contactar a una agencia de turismo uzbeka para que le hicieran una carta de invitación y una solicitud de visa express para que le hicieran la visa en el aeropuerto. Total que el burócrata que hace eso no estaba. Le hablaron. No venía. Le dije a un poli si le podía hablar en lo que mi maleta no aparecía y las ñoras de mirada torva recogían de la banda pacas de ropa y zapatos, electrodomésticos, carreolas y cualquier cantidad de fayuca turca.  Total el hombre apareció, estaba dormido, le selló la visa a Alarís, nuestra maleta salió la última y salimos volados para la estación porque el tren a Bukhara era pronto o ya no era hasta el día siguiente. 

Uzbekistán tiene un sistema de trenes buenísimo. Unos trenes más viejitos y menos rápidos pero con compartimentos VIP y hasta coches cama y otros trenes bala que se llaman Afrosiyob que están espectaculares y valen nada los boletos. 

Bukhara es una locura. Todo lo que yo te pueda decir es poco. Es un sitio como de cuento de las mil y una noches. Para donde voltees hay palacios, minaretes, madrasas decoradas divinas. Casi todo el Bukhara está decorado con más sencillez que en otros sitios de Uzbekistán con figuras geométricas hechas con los tabiques, con pocos colores, no muchos mosaicos. Solo algunos edificios renacentistas tienen el estilo iraní de los mosaicos y majolica muy elaborados. 

Es una gozada En Uzbekistán no hay una hotelería de 5 estrellas digna de mención. Hay en Bukhara uno que otro hotel grande de 4* pero están lejos de la zona bonita. En el centro de Bukhara hay varios hoteles chiquitos y pensiones que sorprendentemente están impecables de limpios, con cuartos muy amplios y son obras de arte. Y cuestan....nada.  Me quedé en un cuarto en el que podía patinar, con tina y regadera, paredes decoradas en el estilo Uzbeko divino, caja fuerte, desayuno increíble, súper servicio y pagué 32 del águila. No manches. 

Hay que ver muchísimas cosas, la plaza central, los arcos de comercio, el gran minarete de Bukhara, la mezquita, las madrasas o escuelas coránicas, el chor minor, los mausoleos, el palacio de verano y el palacio de invierno. Está divino. 

De Bukhara puedes ir a Khiva, hacia el sur, a ver más maravillas. Está lejos o sea que es importante ir en el tren rápido. De Khiva puedes tomar un tren en la tarde-noche para Samarcanda y así se hace menos pesado. 

Donde Bukhara es la dama sencilla, Samarcanda es la princesa adornada y maquillada. Todos sus monumentos están decoradísimos con diseños de terracotta cubiertos en majolica y mosaico y es de lo más bonito que he visto en ningún lado. Si vas, trata de ir primero en la tarde-noche a ver el Registán y el Mausoleo de Timur, para que lo veas iluminado al atardecer. Te mueres.  La ciudad es un oasis en una zona desértica, llena de parques y de verde, entonces entre parques de árboles de moras, castaños y nogales,  ves de repente unos monumentos que parecen palacios de princesas. Y por dentro..... wow. La Alhambra era hasta hace poco lo más espectacular hablando de decoración arabesca que yo había visto- y he visto mucho. Pues esto no se le queda atrás. En otra paleta de colores porque aquí se van por los azules en los exteriores y en los interiores azules y blancos o dorados, pero impresionante.  Hay que ver el Registán, el Mausoleo de Timur, el centro astronómico, la antigua Samarcanda con la necrópolis, la tumba de Daniel, el bazar central está padrísimo y hay una serie de frutas secas y cosas que en otros sitios no hay. La gente es amabilísima y divertida (salvo las compradoras compulsivas del avión que yo creo que venían nerviosas por el multón que les iba a caer en la aduana). No te puedes ir de Samarcanda sin comer el Plov Real. 

Hay buenos restaurantes y buena fiesta también, está increíble. 

Hacia el sur de Samarcanda está Shajkriszab. A la gente de aquí le gusta que vayas por una zona desértica que hay en el camino donde los rusos filmaron una peli de apaches. La verdad está equis. El pueblo de Shajkriszab era patrimonio de la UNESCO pero algún político decidió desmantelarlo y hacer un parque, dejando una escultura de Timur junto a un mausoleo y una entrada a un palacio que está semi-derruida. La verdad no te recomiendo tanto ir. Después de las maravillas en los otros lugares, esto está bastante equis.  Muy cerca de ahí está la frontera con Tajikistán y hay un sitio con un manantial que dicen los musulmanes que es sagrado y que donde brota el agua se ve la Kasbá de la Mecca. Yo les dije que no veía nada y me dijeron que porque no soy creyente. Jajajajaja. Hace falta tener ganas. En este lugar hay una Madrasa bajo las raíces de un árbol enorme, eso está padrísimo. 

Mucha gente viaja solo por la comida. Dice, yo no voy a esos lugares porque seguro se come horrible. Que crees? Se come rico. Los desayunos uzbekos son para profesionales. Lo más abundante y espléndido del mundo. Frutas, panes, untables, huevo, salchichas, dumplings, blinis, a lo mejor avena......De campeón. 

La comida en Bukhara es más tradicional. Mucha carne, de res o de cordero. Hecha de diferentes maneras. Te recomiendo no comer en la zona más turística, ir a la zona más urbana y comer por ahí. Es baratísimo y muy rico. Tienen su versión del Plov, el plato nacional uzbeko pero la verdad, nada que ver con el de Samarcanda. 

En Samarcanda hay buena cantidad de restaurantes de muchas cocinas étnicas, porque hubo muchos trabajadores migrantes y muchos restaurantes locales tienen en su carta platos de todos lados, los clásicos rusos como el borscht y las ensaladas, el pescado en escabeche, algunos platos coreanos, algo de cosas orientales, carne y plov por supuesto.  El plov real es una cosa como una paella que necesita un by-pass después o un curso completo de estatinas, porque es arroz frito con carne, con lengua de res, salchicha  hecha con carne de caballo, pata de res (si la parte gelatinosa), codornices asadas con huevos de codorniz duros, pasas, zanahoria amarilla, granada y nueces. Suena de terror. La verdad es que está muy bueno. Se come con ensalada y después es tradicional beberse un vasito de vinagre como digestivo. 

Hacen un pan típico en Samarcanda, que también lo hay en otros lados, pero dicen que es de ahí, que le llaman NON. En Uzbeko se vocalizan muchas cosas con O. Nan en india, non, aquí. Uzbekistón....El NON no es planito como el nan hindú. Es un señor pan que pesa como dos kilos con un hoyo en el centro. Ves señoras con carritos de bebe llenos de panes que venden por todos lados. 

A las afueras de Samarcanda hay unos asadores tradicionales que se llaman Tandir, son como los hornos tandoor de India o Tanoor en los países árabes pero aquí no hacen pan, hacen cordero ahumado y una especie como de carnitas de cordero. Sorprendentemente bueno. El cordero ahumado queda más seco y duro pero está bueno y lo otro de verdad parecen carnitas. Se llama jiz.

En Samarcanda también hay varios hoteles medianos, algunos en remodelación que dicen que van a quedar muy bien, pero no sabemos. Yo me quedé en una casa de huéspedes preciosa, con un anfitrión amabilísimo y supongo que su novio, que cocinaba delicioso.  Hay también hosteles, un poco de todo, salvo hoteles de gran lujo. 

Tashkent es la capital y la ciudad más soviética de todo Uzbekistán. Aquí si, puedes encontrar hoteles de cadena internacional, supuestamente de 5 estrellas, pero la verdad es que los estándares de servicio no son iguales que en otros sitios. La gente es más amable que en otros lados, y compensan con ganas y buen humor lo que les falta en profesionalismo. En el hotel en el que me quedé, hubo que esperar 10 minutos a que apareciera alguien de recepción para hacer el check-in. El hotel lindo, impecable, nuevo, súper cómodo, peeero..... al día siguiente cuando regresé de andar todo el día en la calle, el cuarto estaba sin hacer, la cama destendida, el baño mojado. Hablé a recepción a preguntarles si es que entonces no me iban a cobrar esta noche o cómo? Se hicieron los que no entendían bien, me ofrecieron mandar a alguien en ese momento y cuando dije que no me mandaron una canasta de frutas y me hablaron de nuevo a pedir disculpas. Mmm, no está padre eso. 

Tashkent tiene unas avenidas enormes y un sistema de tráfico hecho para valientes o bárbaros. La indicación es darse la vuelta en U, sin divisor, en una avenida de 8 carriles. Hay glorietas en las que viene tráfico de todos lados y te estás jugando el pellejo. En mi caso en particular, además, el chofi que traía era el hermano del chofer oficial, ya que éste último estaba enfermo y el hermano chico entró de bateador emergente. Gra-ve. Tuvimos varios conatos de percance, no creo que el coche tenga todavía clutch y nos quiso bajar en el hotel que no era. Eso sí, me reí sin parar todo el día, porque nada más juntaba las cejas y carajeaba en ruso, muy consternado. En cambio el Metro, como en todas las capitales de las repúblicas ex-soviéticas, es una pasada. Los vagones son viejitos, pero funcionan súper bien y las estaciones de metro con esta teoría Soviética de que la riqueza era para el pueblo (nomás en las estaciones de metro, puro atole con el dedo), están padrísimas. Cada una tiene un tema: una es de los astronautas, otra parece un salón de baile, otra está en estilo persa, otra en estilo de mosaico de Tashkent y todas están impecables. No hay ni medio papel, colilla, basurita ni nada en el suelo, las paredes no tienen un rayón y lo mismo los vagones del metro. Y subirte al metro, el tiempo que quieras vale el equivalente a 10 centavos de dólar. Las estaciones además tienen área para sentarse, con aire acondicionado e internet gratis, para que los estudiantes puedan, si quieren pasar ahí el rato, hacer la tarea, etc. Son espacios públicos de estudio y relax. Padrísimo.  Hay un museo de folklore muy padre, un museo de historia con una arquitectura muy especial hecha con celosías para mantenerlo fresco,  varias plazas públicas, el Palacio del Zar Nicolás (muy sencillito para los estándares rusos, era una "casita de campo" a la que lo mandaron castigado por andarle mandando las joyas de la corona a una actriz francesa con la que andaba de cuzco,pero cuando andaba por acá se le ocurrieron varios proyectos en Tashkent y los alrededores que la verdad beneficiaron mucho a la gente), la Madrasa y Mezquita del centro Bujari y donde está el Corán de Osmán y una colección de Coranes muy padre, los barrios antiguos de casas tradicionales de Tashkent, la ciudad nueva, un teatro nacional espectacular donde se hacen conciertos de música clásica y shows tipo el bolshoi, que fue construido con labor de prisioneros de guerra japoneses durante la segunda guerra mundial... Hay mucho que ver y que hacer. Nada que ver con Samarcanda, Bukhara y Khiva en cuánto a monumentos antiguos, pero tiene lo suyo. Aquí todos hablan Uzbeko y Ruso, es raro que hablen Tajik o Farsi. 

    En resumidas cuentas, Uzbekistán vale la vuelta. Su gente, su colorido, las madrasas que parecen palacios de las mil y una noches, los altísimos minaretes que no solo eran para hacer la oración sino que actuaban como faros para que la gente de las caravanas supiera hacia dónde ir,  la comida, la diversión, bien valen el camino. Si te gusta la vida nómada y la aventura es un gran punto de partida para otros países de Asia Central como Tajikistán y Kirgistán donde la gente todavía vive en yurtas y son nómadas de a caballo en gran parte del territorio y la aventura se puede organizar desde aquí o se puede combinar con Azerbajan, también por acá, también con unos palacios y monumentos picudos y ahora una capital modernísima porque son mega-ricachones. Al día de hoy están cerrados al turismo. Esperemos que pronto abran. Uzbekistán, como opción de luna de miel, combinado por ejemplo con Turquía, es un graaaan plan y una vez apoquinados los vuelos, lo demás, tanto en Turquía como acá, puede ser muy barato.  

Si quieres saber más, acerca de la logística, los requerimientos, como, cuándo, donde ir, qué hacer, dónde quedarte, como organizarte, con quién hacer tours si los quieres, etc.  pregúntame. Si quieres ver muchísimas fotos, en instagram en AnaFuentes72 y Milvus.travel.agency puedes ver muchísimas.

Ponlo en tu lista, yo lo tenía en la mía desde hace mucho tiempo y no me defraudó. Al revés, me faltaron días y me voy con ganas de volver. 

Salam!


















 

2 comentarios:

  1. Looking forward to listen to your explanations soon

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    1. What kind of explanation. I don’t understand. You want to know more? Ask away. I will answer gladly. Amazing place

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HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...