viernes, 20 de septiembre de 2019

ATLAS

Atlas

El título no se refiere al equipo de futbol rojinegro, sino al mitológico Atlas que cargaba el mundo sobre su espalda. Me imagino lo que le dolería al pobrecito. Déjame te cuento que trabajé muchos años como conferencista, traductora y escritora para varias compañías farmacéuticas. Una de ellas, a la que agradezco haberme dado mucha chamba, tiene una línea importante de medicinas para el dolor, entre ellas, varias cositas para el dolor crónico. Y resulta que una de las causas principales de dolor crónico en México y el mundo (y no es comercial de chela) es el dolor de espalda. Yo iba y daba mi conferencia, pero me tocaba oír las de muchos otros ponentes, muchos gente picudísima que hablaba de cosas interesantísimas y les aprendí mucho. Al mismo tiempo les traduje muchos libros y folletos sobre temas afines, o sea que acabé de educarme muchísimo sobre el dolor, queriendo o no, y para acabarla, es un tema que me interesa, porque desde hace muchos años por una o por otra, me duele la espalda.
Resulta que, mal de muchos, consuelo de tontos, pero esto es un mal que aflige a un porcentaje altísimo de la gente.
Según tanta cosa que oí, leí, investigué y acumulé informaciones diversas por muchos lados, tiene mucho sentido el que sea uno de los padecimientos más comunes que aquejan al ser humano en la actualidad. ¿Pooooooor?
Resulta que si nos vamos al caldo primigenio de donde salió la vida, los primeros seres vivos fueron acuáticos. Hasta aquí estamos de acuerdo todos los que no creemos que los seres vivos actuales bajaron todos de un barco, ¿cierto? Bueno pues los primeros organismos unicelulares fueron dando lugar a seres más complejos, pero siempre acuáticos y los primeros vertebrados, así, se propone que fueron los peces. Fíjate en como son las columnas vertebrales de los peces. Se mueven en forma lateral. Piensa en como se mueve la cola de un pescado o de un tiburón. 
Bueno, pues un buen día, a uno de esos peces se le ocurrió salir del agua. No es cierto. Ojo. Estoy hablando en forma figurativa. Hubo un ancestro común que dio lugar a un organismo anfibio que podía vivir un poco afuera del agua y...... eventualmente tras muchas generaciones empezó a haber vida terrestre. Evolucionaron seres con patitas, necesarias para moverse en tierra y la columna vertebral evolucionó con ellos. Los reptiles son como el punto medio. Ve como mueve la cola al nadar un cocodrilo, si bien sus patas se mueven al caminar hacia adelante como las de otros animales, más o menos.  Las aves, los mamíferos, y entre estos incluso hubo unos que tuvieron la puntada de volver al agua, como los cetáceos, pero ya con una columna vertebral completamente volteada (otra vez hubo un ancestro común que dio lugar a un organismo que.... no es que un buen día un perro se metió al agua y ¡taraaaan! Tenemos una foca señores. No digan que yo dije barbaridades). Ve como mueve la cola un delfín y una ballena. Completamente distinto que un pez. 
Bueno, y a nosotros, ¿qué? Pues que los mamíferos en general, como nosotros, evolucionaron en general con columnas vertebrales horizontales en su mayoría. Los que tienen partes verticales importantes tienen musculaturas poderosísimas para soportar esas partes casi verticales, como el cuello de los caballos, camellos, jirafas, y  si la altura es importante, la cabeza generalmente no es muy pesada. Piensa en las jirafas y los camellos con sus cuellotes diagonales, musculosos y sus cabezas chiquitillas. 
Ah, pero el ser humano. Me lleva la trompada. No solamente decide caminar erguido, sino que decide tener la maceta proporcionalmente más grande de todo el reino animal y el cuerpo proporcionalmente menos fuerte para soportarla. Piensa en un gorila de espalda plateada. Su espalda normalmente está diagonal al piso, la soporta con poderosísimas piernas y brazos que apoya en el piso casi siempre, su espalda es muy, muy musculosa, y su cabeza proporcionalmente es mucho más chica que la de un masiosare cualquiera. ¿A quién crees que le duele más la espalda? Ahora, la mamá gorila. Misma historia, pero su bebé además es proporcionalmente una mirruña, y se sabe pepenar de la mamá súper bien al poco tiempo de nacido. La mamá camina con su espalda en diagonal y con el bebé colgado de ella o agarrado de su espalda. Compara en tu mente con Lady Santa  que trae a un mega-bebé de 16 kilos dormido como peso muerto en los brazos y además trae una bolsa que pesa unos 8 kilos, una pañalera, el huevito de la carreola y alguna otra monada en brazos. ¿A qué concursante le dolerá más la espalda?


Para seguirle echando leña al fuego, nuestros hábitos son de asco. Sobre todo en los últimos tiempos: pasamos horas sentados en la oficina, en el coche, frente a la tele o los video juegos en posturas que nos lastiman. Cargamos bolsas y  mochilas que también nos lastiman. Cuando nos “relajamos” también nos lastimamos muchísimo: corriendo, haciendo pesas, haciendo una serie de actividades que nos dan unas maltratadas bárbaras. Y que no quiera la señora verse bonita, porque entonces si ya valió: el Loubutin de 20 cm le hace a la columna un numerito de concurso.





Luego para acabarla, mucha gente tiene sobrepeso y esto tampoco ayuda.
Me acuerdo cuando estaba embarazada, fue cuando empecé con los dolores de espalda y me preguntaba, ¿como hay gente que pudiendo evitarlo vive así? Veía con incredulidad a los señores barrigones. Claro, ponle a tu cuerpo un friego de kilos de más y para acabarla, mal centrados, pues por supuesto que el resultado eran unos dolores lumbares y una ciática espantosos. Llegué al grado de ir con un tapicero de pueblito  y comprar un hulespuma muy grueso y mandarle cortar un agujero para que cupiera mi panza, para poderme acostar boca abajo, a ver si así se me quitaba el dolor de espalda. La verdad es que no. Lo único que me alivianaba era nadar. Oooobvio. Ya el espejo me lo decía. Parecía Shamú, debía volver al agua. Ya fuera de bromas, en el agua, mi pobre espalda no tenía que cargar con la barriga y la vida era más feliz.  Pensé que cuando naciera el bebé, se me iba a quitar. Mala broma de la vida: las posturas de la lactancia, el cargar con chamaco, pañalera, bolsa, silla de huevo, carreola, tampoco ayudaron. Quien haya depositado a un chamaco dormido en una cuna de viaje, que me diga si no se levanta con las manos en las lumbares y haciendo un ruido como de animal parturiento. No manches.  Quien haya ido a Disney y “disfrutado” de un desfile con un niño en brazos y otra en los hombros y la carreola de “paraguas” colgada del codo, ya me dirá si se le curó el dolor de espalda. Las idas a esquiar con dos chamacos y como mamá sola, en las que tienes que cargar tus esquís, tu casco, pero los de los niños, pero caminar con la bota, pero...... Y luego para acabarla, me dio por correr.  Y para rematar me atropellaron. Mi pobre espalda es el claro ejemplo de lo que uno no debe de hacer con su pobre cuerpecito y como yo hay muchísima gente. 


¿Qué se puede hacer al respecto? Si te quejas de dolor de espalda y vas con un “especialista” cuchillero, te va a decir que tienes una hernia de disco- o varias-y que hay que operarte a la brevedad. Según le pude aprender a tanta eminencia y cito al presidente de la Sociedad Europea de Cirugía de Espalda, ahí nomá: la cirugía es el último recurso. Uno NO debe operarse la espalda a menos que sea inevitable. No solo lo dice el, el señor que inventó el aparato más fregón para la técnica endoscópica para operar hernias discales, coincide. TODO el mundo tiene discos herniados. Unos son sintomáticos y otros no. Y la mayoría se resuelven solos. Si alguien con tremendo dolor de espalda va al doctor, le hacen un estudio y le dicen “Claaaro es que usted tiene un disco herniado, le programo su cirugía el Lunes”, y lo acompaña un pariente al que no le duele nada y le hacen el mismo estudio, suponiendo que no costara un dineral, muy probablemente le encuentren también discos herniados.  O sea que la cirugía no es la primera línea de tratamiento. Hay que cambiar de hábitos, ayudarle a nuestra espalda con buenas posturas, con ejercicio que le venga bien como pilates y yoga, fortalecer los músculos que le ayudan como el abdomen y los músculos dorsales, tener cuidado al cargar- es decir cargar siempre con las piernas y no con la espalda, si tenemos que cargar mochila o bolsa pesada, que sea un back pack y bien puesto sobre los dos hombros, aunque nos veamos ñoños. Usar los zapatos correctos en la medida de lo posible, y tratar nuestro cuerpo con cariño. Corregir la postura y tratar el dolor. 
Aprendí también que cualquier dolor que dura más de 3 meses, se convierte en crónico. Es decir, el cerebro se acostumbra a que esa señal siempre esté, y entonces como que se queda pegado. Aunque el agente causante del dolor ya no esté, el dolor va a seguir ahí, o sea que atiéndete si te duele y cuídate. 
Me acuerdo de Atlas, porque me duele la espalda. Quiero ser gorila caray. 

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HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...