domingo, 3 de junio de 2018

RAMADAN MUBARAK


            El Ramadán es el mes de fiesta del Islam. Es un mes que se mueve según el calendario lunar, como la Semana Santa cristiana o la Pascua judía.  Yo tenía idea de que siempre caía por ahí del verano porque es cuando me ha tocado verlo al estar de vacaciones, pero dice Alaris que a veces es en invierno, cosa que resulta mejor porque hace menos calor y las horas sin luna, las horas de ayuno, son menos. Para los creyentes en el Islam es un mes durante el cual se ayuna completamente desde la primera oración de la mañana (alrededor de las 4 -5 am, dependiendo el país, hasta la penúltima oración o Maghreb, sobre las 7-8 pm). No se come nada, no se bebe ni siquiera agua, no se ingiere nada por vía oral, no se fuma y no se tienen relaciones sexuales.  La idea es, ponerse en el lugar de aquellos que no tienen nada, sentir lo que sienten los que tienen hambre y ejercitar la voluntad al negarse voluntariamente los placeres físicos. Así mismo, se medita cada día sobre una virtud. Se ayuna de alguna cosa en particular, por ejemplo de criticar a los demás, de ser impaciente, de ser egoísta y se “nutre” el espíritu con la virtud opuesta, la paciencia, la caridad, el dar a los demás.  Se cree que se toman más en cuenta las buenas obras que haga la gente durante el Ramadán, o sea que si das algo, te será multiplicado. Yo no se que tanto, pero si sé que creas en lo que creas, se acumula buen Karma y el dar a los demás es siempre enriquecedor no solo para el que recibe, sino para el que da. Si 26 millones de personas al mismo tiempo están en este canal, se vive un ambiente muy padre. Todo mundo es mas amable.

            Me había tocado verlo como turista un par de veces en otros países, una vez en Turquía, varias en Andalucía, donde los árabes que allí veranean normalmente se regresan a sus países para el Ramadán y el año pasado, que ya tenía mis queveres con Alaris, me uní por solidaridad al ayuno, pero yo sola en México.  Éste año, me tocó ver los preparativos como local.
            A mi mentalidad de mexicana, comelona, el decir, viene un mes de ayuno no suena a festejo. Pues aquí ven venir el Ramadán con regocijo. Los supermercados y tiendas se empiezan a ver llenos de decoraciones como en otros países para la merricrismas y se empiezan a vender productos de especialidad. La gente habla del Ramadán que viene como un parteaguas: “Después del Ramadán”,  “Acabemos esto antes del Ramadán…”. Se venden luces como para navidad, la gente pone foquitos en sus casas, de colores y con lunas y estrellas y se planean riquísimos menús para las treinta noches cuando se rompa el ayuno. La cena de Ramadán o Iftar es todo un evento. Ftur o ftar significa romper el ayuno o desayunar literalmente (futur es desayuno). El iftar o cena de ramadán es todo un evento en el que se acostumbra invitar a todo el mundo a comer, es un honor poder invitar a otros y compartir y en los pueblos no es inusual ver mesas al aire libre para quien quiera cenar. Cristianos ponen mesas para los musulmanes y en general se hace un ambiente muy lindo de convivencia. Se acostumbra que el jefe invite a todos sus godines al menos una vez, que los hermanos se inviten unos a otros, que los patrones le inviten la cena a los empleados o la compartan…

            Este Ramadán otra vez me tocó empezarlo en México con los consecuentes comentarios de todo el mundo. Algunos de curiosidad, otros de juicio y hasta como de burla o hasta de lástima, como si me obligara alguien a hacerlo. Hubo quien dijo que qué cosa tan difícil, que si mi esposo me obliga a hacerlo, que pobre de mí, gente que dijo que es una idiotez y una trampa porque en la noche si se vale comer o sea que no cuesta ningún trabajo…. Ya sabes, todo mundo tiene una opinión. La verdad es que yo no soy musulmana, a mi no me obliga el Ramadán y lo hago por gusto y por solidaridad. No es nada imposible de hacer. No es fácil, la verdad. Si cuesta. A mi sobre todo me cuesta el no tomar agua. Hago ejercicio y siento como si hubiera comido un kilo de algodón Zuum con un bote de Resistol blanco y cuesta trabajo dominarse y no hacer las cosas cuando quieras, no comer cuando se te antoja, no beber cuando tienes sed, pero se puede, claro que se puede y no es grave. Y la sed horrible te mantiene todo el día acordándote de porque lo estas haciendo y tratar de pensar en practicar la virtud correcta. A veces es mucho más fácil pasar quince horas de hambre y sed que aguantar sin perder la paciencia con un Masiosare burócrata. Mucho más fácil.

  Hay varias razones por las que puedes estar dispensado de ayunar. Si estás muy enfermo, las mujeres embarazadas, los niños chicos (empiezan haciendo medio día, y alargándolo a medida que crecen) y la gente que viaja o que tiene que hacer trabajo físico pesado- a su criterio. O a veces cambian los hábitos del todo. Baba y Ummi se están construyendo una casa y los albañiles ahora están trabajando en la noche, cuando pueden comer y beber agua. Los musulmanes piadosos, si rompen el ayuno por alguna razón, están obligados a reponer el día y a alimentar a 10 personas hambrientas. Por ejemplo, si viajo un día, puedo comer y luego hacer el ayuno otro día, o si tengo un partido de futbol, lo mismo.  Yo preferí echármelo de jalón y el día que viajé desde México, entre el cambio de horario, la poco agua que sirven en los aviones de por sí y el ayuno, pues pasé bastante sed y hambre pero al final no fue grave y llegué y Alaris me recibió con la casa llena de comida, fruta, agua y de todo, y ahora sí, oí la llamada del muezzín a las 3.52 que significa “ya merito”, me bebí el último vaso de agua y a las 4 am se cerró definitivamente la posibilidad de comer o beber hasta la noche.
Las calles se ven más vacías durante el día. La gente se queda despierta en la noche, haciendo chorcha, comiendo y bebiendo. Mi gimnasio por ejemplo cambio la mayoría de las clases a la noche, para que la gente haga ejercicio después de cenar, hay clases a media noche.  En las oficinas, la gente anda como gallinas apaleadas, como medio atarugados y cansados, pero se nota un ambiente de fiesta también. Muchos negocios cambian sus horarios. Si vas a media tarde igual los encuentras cerrados porque todo mundo está cansado o cocinando para el iftar y mejor cierran y abren después del Iftar, en la noche. Sirven y regalan comida. Dulces especiales del Ramadán. Se llaman Ketaief y son como unos hot cakes que doblan como quesadillas, rellenándolos de queso crema o nuez, bañándolos con el almíbar típico de los dulces árabes y espolvoreándolos con pistaches o alguna nuez. Aparte, para que no se despedacen, antes de bañarlos con el almíbar, los fríen. Deben ser sanísimos.Te comes dos y te dan descuento en la diálisis, jajaja.

En cualquier otro momento, las mezquitas se llenan mucho sobre todo los viernes a medio día. Durante el Ramadán la gente va a la mezquita mucho a la última oración del día, a las nueve y pico de la noche, en familia, con mujeres, niños y niñas y compran a la salida, jugos, comida y de todo. Durante todo el día ves a señores exprimiendo jugos naturales en la calle y poniéndolos en botellines para vender, para la hora del iftar y hacen su Agosto a la salida de la mezquita.
Hay miles de cosas distintas por el Ramadán. Ofertas en miles de cosas. Hasta en el banco, iba a poner un dinero a plazo y me dijo el señor de allí que el me aconsejaba que después del Ramadán, pues rifan 20 mil dinares diarios durante el Ramadán y por cada mil que tengas en tu cuenta corriente es un “boleto” o sea que me convenía esperarme. Siendo que en Jordania nadie se roba ni un chicle, no tienes bronca en dejar tu dinero en la chequera, salvo que te da mas intereses de la otra forma, pero pues si está bueno el ofertón. Los coches tienen ofertas, el super, en el gimnasio puedes renovar tu membresía a mitad de precio, todo mundo tiene alguna oferta y alguna cosa por el Ramadán. Todos hacen negocio y todos andan contentos.
Me quedan todavía días de Ramadán como local. Ya fui al pueblo y comí los menús de Ummi. Un exceso de todo. Riquísimo. En general aquí no se acostumbra comer sopa. Tal vez en invierno lentejas, pero ahora por el ramadán ponen sopa, para reponer el agua, ensalada, arroz, carne, algún otro guisado, dátiles. Al rato sale el té, los dulces, café, fruta. La gente acostumbra quedarse despierta casi toda la noche. A las tres de la mañana se sirve el desayuno, se toma mucho agua y ahora si, todo mundo se va a dormir. Claro que al día siguiente se levantan tarde.
Un día me tocó invitar a mi. En casa de Ummi, pero Alaris y yo de anfitriones. Hicimos tortillas a mano, compramos carne para asar, hicimos una salsa mexárabe que le queda de aplauso a Alaris. Como no hay tomate verde es salsa roja, pero le pone especias de acá y menta además de chile, ajo y cebolla, limón y queda buenísima.  Hicimos arroz, kebabs, tabouleh, rajas con crema y queso, ketaief para media noche, trajimos duraznos y sandía e invitamos a todos los hermanos y hermanas de Alaris con todos sus escuincles. Estuvo padre. Al día siguiente le tocó a otra hermana, que trajo la comida de su casa. Se la voló. Trajo pollo al horno con papas, rollitos de parra-que causaron controversia-, kufta que es como keppe de charola, keppe de bola, ensalada, moras de su árbol y sopa de cebada. Terminando nos regresamos a Amman, pero nos invitaron el fin que entra a casa de otra hermana por las dichosas hojas de parra. Se me ocurrió decirle a Sahar que todas hacen unas hojas de parra espectaculares pero que definitivamente las suyas son mis favoritas. Pone mucho pollo en la olla donde las cuece y le pone mucha menta a la mezcla del relleno y le quedan deliciosas. Samar, la hermana mas grande, que se precia de ser la que cocina mejor, rápidamente me dijo que lo que pasa es que no he comido hojas de parra en su casa y que nomás faltaba, el fin que entra me invita. Me dijo que cuando se pone fuerte la subida es cuando se ve quien tiene más grandes horsepowers, jajajajajaa. Yo feliz de ir, y apenada de haber causado conflicto, pero todos lo tomaron a risa. Una vez hecha la invitación, Sajja, mi concuña nos invitó al día siguiente o sea que ya tenemos plan otra vez para todo el fin. Hoy en la noche tengo el iftar de mi oficina, con todos los Godínez en un restaurant.

En México pongo despertador un poco antes de la hora de la oración primera para poder tomar mucho agua, desayunar algo, tomarme un licuado de proteína y luego me vuelvo a dormir y en la noche espero con el reloj el minuto en el que pueda tomar agua y comer algo. Aquí es distinto. La gente se queda despierta casi toda la noche, come y bebe según tenga ganas y en la noche, no ven el reloj, esperan la llamada del muezzín y entonces es cuando se sientan al Iftar. Yo entre la paliza del viaje y que no tengo costumbre de desvelarme así, hoy me desperté casi a la una. Me fui a la cama como a las dos. Me paré tres y media a tomar agua como náufrago antes de que se cerrara la ventana de posibilidad y me volví a dormir. Me desperté varias veces pero no me levanté hasta bien tarde. Me fui al gimnasio y así y todo, no veo la hora de que pueda tomar agua, jajaja.
Me va a tocar guiar un par de viajes así, habrá que entrarle al café desde temprano porque si no, no me veo escalando todos los rincones de Petra sin comida ni agua y habiéndome parado a las 3.00 am jajajaja., aunque Alarís insiste en que me lo puedo dispensar, pero ya le dije que somos hombres, no payasos y que yo no me rajo. Igual que el manejó 6 horas el día de Navidad para cenar conmigo porque sabía que para mí era importante, aunque para el no signifique nada, yo se que para el esto tiene un significado muy profundo, no solo en lo espiritual, sino en la tradición y en el recuerdo y por eso para mi es un gusto compartirlo. Lo que opine la demás gente me tiene sin ningún cuidado, pero si te pregunta todo el mundo. El director de la agencia de viajes, el primer día que me presenté después de preguntar qué tal México me preguntó si estaba ayunando como todo el mundo. Le dije que no era asunto suyo, pero que si, ya que le tenía con apuración. Rápidamente me invitó a la cena con los compañeritos, habiendo cuenta de que soy como los demás.
Es una costumbre linda en cuanto al significado y al convivio. El no tomar café un mes y la desvelada no me acaba de convencer, me siento baja de pilas y atarugada y con los horarios todos cuatrapeados, pero así están todos. Mal de muchos….
Salam!

Jordantours.com
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HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...