viernes, 15 de junio de 2018

EL EID Y EL MUNDIAL
Desperté a las 6 am y oí por las ventanas, que había dejado abiertas anoche, porque hice chiles toreados para la cena, un cántico que no paraba que decía, Dios es grande, Dios es único, Bendito sea Dios y otra vez. Esto, me dijo Alarís, desde el primer rezo de las 4 haasta las 7 y media, hora en que se lee el Corán y la gente va a la mezquita y comienzan las felicitaciones.¡ Finalmente desayuné mi café! Me cuesta mucho trabajo el no tomar agua, al ayuno como quiera te acostumbras, unos días cuesta más que otros, pero no es nada imposible, pero para mí que soy cafetera empedernida, pasar treinta días sin tomar café, de verdad fue un sacrificio importante. Sirve de detox y lo que tu quieras, pero gocé hoy en la maána mi café como nunca.
            Alarís y yo salimos como a las 7.20, teníamos que llevar al aeropuerto a dos viajeros mexicanos y nos tocó ver todo el movimiento de la gente saliendo de las mezquitas, dándose de besos y abrazos. Si todo el Ramadán es un ambiente de fiesta y conviviencia, el final, que se llama Eid al Fitr, es la verdadera fiesta. 

            El año pasado llegué el segundo día, o sea que no me tocó ver esto y este año me lo iba a volver a perder porque después de dejar a estos turistas, iba a tenerme que regresar volada al sur a recoger a unas señoras mexicanas que iban a cruzar la frontera de Israel por Eliat y llevarlas al desierto y a Petra, pero nunca confirmaron y entonces Alaris y yo nos fuimos a la casa a emperifollarnos y nos vamos al pueblo con la familia a la visita de las siete casas y la fiesta.
            La gente acostumbra comprarse ropa nueva, como los judíos para las fiestas, muchos también se cortan el pelo, las peluquerías anoche no cerraron ni las tiendas del centro. El centro se cerró al tráfico vehicular, por la cantidad de gente, pues además se acostumbra que los empleados reciban una especie de aguinaldo que gastan en comprar su ropa y a lo mejor dulces o regalos para las visitas que se hacen en estos días.
            Más que regalos como tal, se acostumbra dar dinero. Los niños están esperando salir de la mezquita hoy en la mañana para correr a casa de cada tío, de los abuelos, porque todos les dan un poquito de dinero de regalo. Se lo gastan generalmente en dulces y papitas. Juntan una lana, si tuvieran un poco más de visión les alcanzaría para comprarse a lo mejor una bici pero se acostumbra que se lo gasten en antojos. Se acostumbra también regalar a las mujeres, a los hombres no. Que suerte! Jajajaja. A las hermanas, a la mamá, a las cuñadas se les da un dinerito también para que se compren algo, a los hermanos y los papás solamente se les dice Kul Antum Gher, que es que recibas todas las bendiciones. Si vas a alguna casa además puede ser que lleves algún regalito como dulces, chocolates o dátiles para las visitas y lo mismo se acostumbra darle a tus vecinos un detallito de ese tipo si tienes buena relación y yo tengo la suerte de tener unos vecinos monísimos. No son de estos con los que hay que convivir intensamente, pero cuando me los encuentro son muy amables y si podemos nos echamos la mano siempre, entonces si les regalé chocolates.
            El Ramadán me dejó muchas experiencias lindas. Para empezar me quité un par de kilos necios que traía desde hace como seis meses y eso ya es ganancia, me metí al orden en cuanto a la comida, dejé la cafeína un mes, que disfruto inmensamente, pero creo que de vez en cuando también es bueno descansar, me dio oportunidad de meditar  cada día sobre lo afortunada que he sido siempre en que no me falte que comer o beber, a mi y a los míos, de meditar y tratar de poner en práctica varias virtudes para tratar de ser mejor persona y de convivir con mis nuevos paisanos a otro nivel, que estaban asombrados y contentos de que me uniera a sus prácticas y costumbres. Hace un par de días, después de haber hecho un tour en Petra con unos viajeros  increíbles, porque entroncísimos se quisieron subir hasta la última piedra y lo pasamos padrísimo, tomamos unas fotos espectaculares, pero si estuvo cansado y sin comer ni beber, yo ya andaba de verdad pensando en pandearme, pero me aguanté como las machas. Los fuimos a dejar al Mar Muerto y salimos Alarís y yo para Amman para dormir en nuestra casa. La hora del Iftar, de romper el ayuno nos tocó por el camino. Antes de que me pudiera yo bajar a comprar una botella de agua, que era lo que más me urgía  (Alarís ese día no ayunó, con eso de que si viajas más de 80 km de tu casa puedes tener dispensa, según tu criterio, pero yo si ayuné, para regocijo de mi suegro que dijo que ahora la azteca salió más Shatra- buena chica-, que “algunos” musulmanes, echándole ojos a su jijo), en un cruce de calles, unos chavos estaban regalando aguas. Les recibí una feliz y me dijeron “Que Dios te bendiga y por favor, reza por mí, que estoy por acabar prepa”. Me dio risa, dije “Hecho”. Pero pensé, si no estudias, mi chava, no creo que mi rezo te sirva de gran ayuda, con todo y tu buena intención. Igual es un gesto lindo. Había también tiendas, como carpas temporales con mesas, junto a la carretera, a la entrada de Amman, donde te podías parar a cenar si quisieras, porque hay gente que ofrece cenas como obra de caridad o para reponer días que no ayunó. Para los traileros, por ejemplo es un aliviane buenísimo, porque les dan una comida casera, rica, en compañía y para acabarla es gratis. Yo ya me esperé y llegué a preparar en mi casa unos omelettes gigantes y a recalentar varias cosas que tenía en el refri para cenar.

            Sumándose al espíritu de fiesta, empezó el mundial ayer. Siguiendo con el tema del Ramadán, casualmente el único equipo que jugó ayer, contra el anfitrión fue Arabia Saudita, en un día en el que todavía les tocaba ayunar por religión y después de 29 días de ayuno. Se me hace una injusticia y viendo todos los grupos, no me parece una casualidad, que el único grupo fácil es el de Rusia, para mí que hubo chanchullo, por no variar. Vi el partido en el canal Saudí y estuvo chistosísimo porque los comentaristas empezaron muy salsas, diciendo que Rusia era un adversario fácil y que por tanto lo iban a castigar bastante y quién sabe que tanta cosa. Después ya ni hablaban los pobres y sospecho que al portero lo van a mandar lapidar porque jugó de la tuna.  Venimos al pueblo cargando con el aparato de la tele de nuestra casa para ver los partidos de hoy y mañana, que van a estar buenos y el domingo ya vamos a estar en Amman, donde invité a todos mis cuates a ver el partido, siempre y cuando no se les ocurra irle a Alemania. Tengo un amigo latosísimo para el futbol, se llama Bah’a. Ya lo sentencié. Me da mucha risa cuando vemos los clásicos de La Liga y se burla sin piedad de otro cuate que le va al Barca, pero ya le dije que esta vez, uno de sus chistecitos puede ser motivo de que le retire el habla para siempre.

            Kul antum gher, que Dios te llene a ti y a los tuyos de todas las bendiciones.
            Salam!

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HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...