domingo, 6 de mayo de 2018

SAHTAIN!


            Esta palabrita, literalmente significa doble salud, pero para fines prácticos se usa como “provecho”. Cuando estás comiendo, terminas de comer o dices que comiste algo, es lo que te dicen.  En Jordania la oyes mucho, porque te alimentan como si no hubiera mañana.
            A mi que para acabarla me gusta comer y probar de todo, pues parezco el Indio Alegre que le dan maracas.
            Los seres humanos en general damos mucha importancia a la comida y al comer. Es un proceso que no es automático como el respirar, sino que nos llena de placer, nos ocupa los pensamientos y nos ocupa mucho tiempo. Pensamos que vamos a comer, vamos a buscarlo, comprarlo o cazarlo, lo guardamos, lo preparamos, lo decoramos, lo servimos, lo comemos. Y ahora, para acabarla, lo platicamos, lo ponemos en el Feis y el Instagram, para que todo mundo vea lo que te zampaste o lo bien que te quedó lo que cocinaste. Tiene mucho de ritual, mucho de contexto social y se asocia a muchos factores emocionales. Así hay todo un protocolo y modales acerca de cómo se comen y dónde se comen ciertas cosas, normalmente las actividades sociales van acompañadas de algún tipo de comida o bebida, o las dos cosas y hay ciertas comidas que están muy cargadas de contextos emotivos y memorias, como los menús de Navidad de cada quién o la comida que te daban en tu casa cuando estabas mala. Para ti puede ser el caldo de pollo y para mí el pan tostado con Sidral y gelatina. Pero siempre que lo comas, te vas a acordar de cómo te cuidaban en tu casa cuando te estabas malito. Por algo ha surgido el término comfort food, porque ciertas comidas te consuelan de inmediato, te llevan a sentirte en casa.  En todas las culturas existen rituales relacionados con la comida, comidas especiales de fiesta,  incluso de velorio.

KEBSE


            En los países árabes el comer y todo lo relacionado con la comida, toma matices de deporte extremo.  Se come muy rico, mucho y muy elaborado y se piensa en comida todo el tiempo.
            La comida, como en la mayoría de los sitios, es un punto de unión y comunicación entre la gente. Las preparaciones muy elaboradas de alimentos, que toman mucho tiempo de picar, cocer, hornear, envolver en masa, y demás procesos laboriosos,  hacen de la cocina un sitio de reunión y encuentro. Las mujeres mientras cocinan y aprenden a cocinar echan el chisme rico y lo pasan bien. La comida que decide preparar cada quién y como le queda es gran tema de conversación. Lo mismo sucede en China mientras se hacen dumplings, en México mientras se hace un mole.  La cocina es muy tradicional aquí, pero cada quién tiene su combinación particular de especias, su sazón propio y entonces siempre te preguntan, que tal la comida de Zutana o de Mengana.
            Tradicionalmente, el desayuno se toma en familia y se comparten platos de muchas cosas diferentes: jocoque, zátar, aceite, pan, yogurt, huevo, jitomates y pepinos, tal vez hummus, frijoles  o falafel (que este normalmente si se compra en restaurantes que se dedican solo al hummus, falafel y fool o frijoles refritos estilo árabe- se sirven fríos y llevan limón- y hay muchísimos changarros de este tipo).  La familia se sienta alrededor de la comida y antes de empezar se dice Bismillah (en nombre de Dios) y generalmente cada quién come con pan de todos los platos, con la mano.  No se acostumbra beber al mismo tiempo. Se toma café antes y a lo mejor té después. No se acostumbra tomar fruta en la mañana y hay teorías raras, así como que te va a caer pesado o te vas a enfriar. A mi me vale sombrilla y en mi casa normalmente desayuno fruta y yogurt, pero cuando voy a casa de Ummi o cuando tengo visitas en mi casa, que es seguido, porque mi casa es sucursal en Amman de la casa familiar de Alaris, desayunamos a la manera tradicional árabe, en bola y en cantidades industriales, echando el chal muy a gusto.
SHEESH BARAK

            La comida es distinta que como lo acostumbramos a hacer nosotros.  No se acostumbra comer de todo y por su orden en un día normal, como en México.  Botana, sopa, ensalada, plato principal, fruta y postre. No. Eventualmente comes de todo y más porque te alimentan todo el día, pero no todo de trancazo. La comida consiste en un solo plato fuerte, acompañado por pan o arroz (si es que el plato no lo tenía incluido) y ensalada.  Es curioso que la mayoría de los platos aquí son a base de arroz, siendo que es un desierto y el arroz necesita muchísima agua para cultivarse. Obviamente lo traen de otros sitios y siempre ha sido así, desde tiempos de las caravanas. En todas las casas hay costales o cubetas grandes de dos tipos de arroz: arroz calrose como el que se usa para sushi para platos salseados porque es más firme, como el arroz arbóreo de los risottos y arroz basmati, el hindú, de grano largo para comerlo más seco. Puede ser que haya mezzes, las botanas turcas así se llaman, o algún otro tipo de entremés en los restaurantes. En casa no se acostumbra.  Se acostumbra un plato fuerte que puede ir acompañado de pan o de arroz, alguna ensalada y muchas veces yogurt para acompañar o salsear el plato.  En casas tradicionales, las mesas son chaparritas y te sientas en el suelo, compartes la comida con todos. Se acostumbra sentarse a comer todos juntos, pero no que todos se esperen a terminar sin levantarse. Es normal que cuando alguien termina, diga “Alhamdulillah” (gracias a Dios) y se levante, aunque los demás sigan comiendo. Teniendo en cuenta que muchas cosas se comen tradicionalmente con las manos, y la gente se para a lavarse, no es tan raro, pero a mi me parece gacho pararme hasta que todos hayan terminado. Así me educaron.
MAGLOUBEH

            El plato típico de Jordania, se llama mansef. Es un arroz que se baña en una salsa de yogurt y caldo de carne, con carne de cordero o pollo por encima y almendras tostadas. Como un risotto cremoso y especiado, la verdad muy bueno. Es lo que se prepara si quieres agasajar a alguien, si hay una fiesta, si se celebra algo grande. Como el mole en los pueblos de México. Otras delicias que se comen seguido aquí son la maqloubeh, un plato de arroz, pollo, berenjena, papa y coliflor que se prepara en una olla y se voltea como pastel con su mezcla particular de especias; el kebse que es otro platillo a base de arroz rojo con especias y pollo, la maqmoura que es un hojaldre de muchas capas con cebolla rostizada y carne entre las capas de hojaldre; los asados también son muy socorridos y les quedan buenazos y hay muchos platos adaptados de los vecinos como la mjlujiyeh palestina, los keppes y el shish Barak libaneses, y muchísimas cosas más con frutas y verduras que cambian mucho según las marcadas estaciones del Levante.

MANSEF CON POLLO

DJAJ MASHUI

            No se acostumbra tomar postre directamente.  Pero, de que seguro hay, es un hecho.
            En un rato salen seguramente las frutas. No creas que te ofrecen si quieres y ponen un frutero para que tu te sirvas. No. Te dan un plato para cada quién con varias cosas. Y es un problema. Si no te lo comes es una majadería. Si te lo terminas, te ponen más. No importa que reniegues. O sea que hay que comer, pero despacito. Esto lleva un cierto entrenamiento. A veces en vez de frutas, son semillas. Nueces, pipas de sandía o de girasol, cacahuates o pistaches. En un rato viene el café, o el té. O los dos, uno primero y el otro después. El té, muchas veces se sirve con el postre: algún pastel, algún dulce árabe, dátiles , dedos de novia, baklavas, o kunafeh.
            Cuando estás como boa y no te puedes mover, te dicen: ¿ tienes hambre? En las casas, la cena normalmente es un poco de recalentado de lo que hubo a medio día y alguna otra cosita: elotes, garbanzos frescos asados, más fruta, etc.
KEBAB

            En Ramadán particularmente, la comida se convierte en un tema híper importante para todos, no solamente los musulmanes. El Ramadán es un mes en el que los musulmanes ayunan entre las horas de la primera y la última llamada a rezar. Ayunan en serio. Nada de comida, nada de agua, nada de fumar, no toman ni medicinas. Es más, si vomitas o si vas al dentista y tragas sangre, el ayuno ya no es válido y lo tienes que repetir otro día y dar de comer a los hambrientos para reponer la falta. El calendario se recorre de acuerdo al calendario lunar, como el de la Semana Santa y puede variar de fecha. El ayuno tiene el objeto de ponerse en los zapatos de la gente que no tiene que comer, de templar la voluntad.  Cualquiera pensaría que lo ven venir con horror. Al revés, les da emoción, faltan tres semanas para que empiece y en los centros comerciales hay decoración como si fuera de Navidad. La gente habla de cualquier cosa y dice, pasando Ramadán, porque es un parte aguas para ellos, además de que mucha gente no trabaja jornada completa durante el Ramadán.  Hablando de comida, la cena durante los días de Ramadán, a la que llaman Iftar (romper el ayuno) es todo un evento. Se acostumbra preparar menús elaboradísimos, dulces especiales y delicias de temporada. Es como un mes completo de cenas de Navidad. A estas cenas se acostumbra tener siempre la puerta abierta para cualquiera que quiera cenar, alimentar a quien tenga hambre, conocido o no, en muchos lugares se ponen mesas afuera. Los cristianos muchas veces ponen cena para los musulmanes y es un evento padre, de comunidad, de compartir. Después de tales atracones,  hay fiesta durante la noche y la gente aprovecha para comer algo más,  y tomar agua, porque al día siguiente va de nuevo. El último día de Ramadán se llama Eid y es una fiesta. De hecho hay dos. El Eid del final del Ramadán y unas semanas después el Eid que conmemora el sacrificio que Abraham iba a hacer con su hijo y en el que se acostumbra matar un animal. Este año a ver si se me hace probar el camello si alguien me invita. Yo me niego a mandar matar un bicho de esos. Me da cargo de conciencia. Voy a estar en México durante la mitad del Ramadán, pero la otra mitad si me va a tocar aquí, ya les contaré que tal.
Me tocó una vez en Turquía, pero de turista. La experiencia al jugar de local y entre familia y amigos musulmanes tiene que ser completamente otra.  Ummi lleva como un mes planeando sus menús y hablando de la comida que va a dar en Ramadán, ya me imagino.
Salam!


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HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...