martes, 8 de mayo de 2018

FUMANDO ESPERO…

El hombre es el único animal que fuma o necesita fumar, según Mark Twain.  El tabaco es originario de los altos andinos y se extendió por toda América para cuando los Europeos llegaron a curiosear. Ellos lo llevaron a Europa y su uso de ahí se extendió al resto del mundo.  Los cigarrillos, como tal empezaron a fabricarse en cajetillas a mediados de los 1800 y en los siglos XIX y XX fue cuando sin duda alguna se relacionó el uso del tabaco con daños a la salud de quien lo consume y de las personas que están cerca.
En México, ser fumador es cada vez más difícil. Me acuerdo cuando era niña, se podía fumar en los aviones, en el cine, en los restaurantes y hasta en los cuartos de maternidad de los hospitales sin ningún problema. Tenía tíos que no tenían ningún empacho en irse manejando de México a Querétaro, con los vidrios del coche cerrados y el aire prendido, fumándose un puro, el coche lleno de escuincles y ni quién respingara.  Por suerte, hoy esto ha cambiado. Ya no se puede fumar en cualquier parte, se protege al no fumador y sobre todo a los niños y se ha hecho conciencia de los daños a la salud que provoca el tabaquismo. Sorprendentemente, los adolescentes siguen empezando a fumar en números grandes.
Mangueras para shisha

Confieso que yo fui fumadora de grandes ligas. Empecé a fumar a los 15 años, y como todo lo que hago, no lo hice a medias tintas ni con moderación. Fumaba como chimenea, en ayunas, en no ayunas, si me despertaba a media noche, adentro, afuera y a todas horas. Cuando mi hijo bebé tuvo un ataque de asma, dije nunca más. Me costó tanto trabajo dejarlo que nunca más  volvería a fumar por no tener que volver a pasar por ese trance. Me fue como dicen que les va a los drogadictos, con temblorina, persecutas, taquicardias y en general la pasé del nabo. Lo peor, es que muchos años después, soy de esas exfumadoras chocantes que detestan el cigarro. Hombre, si una visita llega a mi casa y fuma, no le digo que se salga, pero si llego de una fiesta o boda apestando a cigarro me meto a bañar sin importar la hora y dejo mi ropa afuera de mi cuarto porque no soporto el olor.
En Jordania se fuma muchísimo. Es rara la gente que no fuma cigarro o shisha (hookah, narguila, arguila o pipa de agua) o las dos cosas. Está permitido fumar en todas partes por lo que en la sala de espera de una dependencia de gobierno, en un restaurante, en un supermercado, siempre ves a mucha gente fumando y la cantidad de colillas en el piso es alarmante. Si viene cualquier obrero a tu casa a arreglar algo no es raro que prenda un cigarro dentro de tu casa y tire la ceniza donde mejor le parezca e incluso la colilla. A mi casi me da un ataque. El hombre que me instaló el gas de la cocina, mientras soldaba la tubería al tanque, con ayuda de su nietecito, se fumaba un cigarro, y yo pensaba, a la de tres vamos a explotar todos con el tanque de gas y el de acetileno, pero el hombre, fresco. Es muy común que los taxistas o choferes de camión vayan fumando y hablando por teléfono todo el tiempo mientras manejan.
 El fumar, en la ciudad no es solo cosa de hombres. Las señoras también fuman, tanto cigarro como shisha. En los pueblos más tradicionales es una cuestión más de hombres, no se si porque las mujeres salen menos de sus casas y necesitarían salir para comprar cigarros, por la inversión que supone el tabaquismo o por tradición. La proporción de población afectada por algún tipo de cáncer, consecuentemente, también es muy alta. Hay muchos y muy buenos centros hospitalarios para atenderlo, pero no veo que haya programas de prevención del tabaquismo.
La shisha data del siglo XVI y hay cierta controversia acerca de si se inventó en Persia o en India, y si desde un principio se fumaba en ella tabaco o alguna otra sustancia. Lo cierto es que al verse los daños a la salud que provocaba el tabaco, alguien tuvo la idea de pasar el humo por agua para así purificarlo y de ahí nació la pipa de agua que conocemos hoy. En ella, se pone tabaco con algún sabor en la “cabeza”, que puede tener tapa o no. Si no la tiene, se cubre con papel aluminio, al que luego se le hacen pequeñas perforaciones. Esta cabeza se coloca sobre el tubo principal que va hacia el depósito de agua y tiene debajo un plato para poner ahí las tenazas que se usan para mover el carbón y también sirve para que no caigan al piso o sobre la alfombra brasas encendidas o cenizas. El depósito de agua tiene una o varias salidas, dónde se conectan mangueras y boquillas. Cuando el fumador aspira por la boquilla, crea vacío en el tanque de agua y jala humo del tabaco hacia el depósito de agua, donde el humo burbujea y luego es aspirado. Los carbones primero se encienden y una vez que son brasa, se colocan sobre la cabeza de la pipa, para quemar el tabaco. No directamente, con puro calor.
tienda de fumadores

Mis amigas de Amman son grandes fanáticas de la shisha y si salen a alguna parte llevan la suya. Salen con una bolsa de buen tamaño con todas las partes del trique, la lata de tabaco, las pinzas, el papel aluminio, los carbones, una como cazuelita de metal agujereada para poner los carbones sobre la estufa, varias mangueras con boquillas y los alfileres del hijab para hacerle hoyitos al aluminio. Yo digo que qué lío. Nada más con tal de no cargar con el pichifotito sería buena razón para dejarlo. Les sorprende muchísimo que yo no fume, porque además es una manera de convivir, compartir la pipa, sentarte al lado de alguien y fumar de la misma. Pero con el vicio empedernido que tuve por el cigarro, no tengo ganas de ahora pescar el de la pipa, donde que está más complicado.
Cuando conocí a Alaris me dijo que no fumaba. Mentira podrida, luego supe que sí. Cuando el supo que a mi el cigarro me parece asqueroso lo dejó sin más de un día para otro, pero si le gusta fumar shisha de repente. En los restaurantes aquí puedes pedir una como quién pide un café y te traen unas mangueras desechables. Es mejor comer en la terraza siempre, porque adentro hay una humareda como el Mercado Juárez de Oaxaca, de la cantidad de shishas.  En la casa tenemos una, muy normalita, porque algunas de mis amigas tienen unas con luz, como lámparas de lava de los setentas. Sólo la usa cuando hay visitas. Hace poco llevó a unos turistas a una tienda de shishas, querían una. En Jordania, como mucha gente fuma, hay muchas tiendas dedicadas al fumador. Venden shishas, tabaco, cigarros, encendedores, carbón, las ollitas para el carbón, mangueras, los accesorios, todo lo que se te ocurra.  Estaban baboseando y les sacaron una pipa de cristal esmerilado,  para enseñárselas.  Según el tendero parecía la Torre Eiffel. Según yo parece un equipo de destilación de laboratorio, pues las diferentes piezas se ensamblan igual, pero está mona. ¿Qué como la vi si yo no iba? Pues no el burro de Alaris se distrajo y rompió el plato de la ceniza! Por consecuencia es el feliz poseedor de una shisha de cristal sin plato. Tiene un estuche cuadrado con cierre de combinación y la lleva cuando vamos a algún viaje o de visita, le digo que parece mago con su cajita.
En México entre los jóvenes se ha puesto de moda esto de la shisha también. Hay bares especiales donde se puede ir a fumarla y hay chavos (y no tan chavos) que tienen la suya y como mis amigas, la llevan a todas partes. Es adictiva también y si bien no creo en las historias de terror que circulan por las redes sociales acerca de infecciones por hongos y demás- cosa de usar mangueras limpias- no creo que sea nada sano. El iluso que pensó que pasando el humo de tabaco por agua lo purificaría era un optimista, pero creo que su observación no tenía buena base científica.
A pesar de la conciencia que hay acerca de los peligros inherentes del tabaquismo, por alguna razón sigue habiendo fumadores de diferentes modalidades de tabaco en todo el mundo y sigue siendo un gran negocio a nivel mundial el generar productos de consumo para los fumadores. Las campañas preventivas tienen cierto éxito, como los cursos de Allen Carr para adolescentes en las escuelas para evitar que se enganchen con el tabaco, pero a pesar de la información, de las fotos y leyendas horribles en las cajetillas, y de la evidencia sólida, la gente sigue pensando “a mi no me va a pasar”. En algún momento, los costos de los servicios de salud y los gastos legales por indemnizaciones a familiares de fumadores van a rebasar las ganancias de la industria y eso va a hacer que termine el negocio del tabaco. Hacia allá vamos, o sea que mejor vayamos adquiriendo algún otro gusto más sano.
Salam!


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HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...