jueves, 17 de mayo de 2018

CHIAPAS Y SUS COLORES

            En un viaje a Chiapas, una invitada de mi hija cantó toda la semana el anuncio promocional del gobierno de Chiapas, son sus colores….. ahora cada que pienso en Chiapas oigo la voz de la niña.
            Rojo, pues despierta pasión y enamora a quién lo visita.  Tiene lugares hermosísimos y para todos los gustos.  El Kiosko morisco de Chiapa de Corzo, a tiro de piedra de la capital, rojizo y rodeado de árboles es una buena muestra.  Los bordados de la mucha y muy variada artesanía que se elabora en Chiapas, a mano y de manera tradicional. Las flores que se cultivan alrededor de San Juan Chamula…..
            El amarillo del famosísimo mango ataulfo, oriundo de Chiapas. Mezcla entre el mango petacón o paraíso y el mango manila, con los atributos de ambos, muy buen sabor, buena resistencia y menos caro. Orgullo chiapaneco.

            Por supuesto,  verde. La Selva Lacandona con sus monos aulladores, jaguares y miles de pájaros, maderas preciosas y pueblos indígenas. Los altos, con sus cafetales. El impresionante Cañón del Sumidero, que deja con la boca abierta por su grandeza y belleza y si se observa con atención, está lleno de sorpresas: allá un cocodrilo tomando el sol, acá unos líquenes formando un “árbol de Navidad”, acá una gruta con imágenes religiosas, aves y el mismo Cañón.

            Muchas tonalidades de azul, en sus ríos, lagos y lagunas, sus mares. La cascada del Velo de Novia (cómo no?), es impresionante y tiene un ecoparque lindo alrededor con tirolesas muy altas para los adictos a la adrenalina. Las lagunas de Montebello en la frontera con Guatemala, con distintas tonalidades, muy lindas y rodeadas de bosques hermosos. Por allí hay unos insectos impresionantes, escarabajos del tamaño de un puño, igual de mensos que los mayates, o sea que hay que andarse con cuidado al atardecer. Las famosísimas pozas de Agua Azul de tantas tonalidades, las playas vírgenes y los cielos claros y limpios. Ríos con rápidos más bien lentos, manejados por comunidades ejidales indígenas.

            Blanca la pureza de su raza. Chiapas tiene una altísima proporción de población indígena, que conserva su lengua y sus costumbres, enriqueciendo a nuestro México. Los tzotziles, chontales, chamulas son sólo unos pocos. Vale la pena ir a San Juan Chamula a ver la mezcla de creencias paganas, católicas y evangélicas. Dentro del templo de San Juan, hay esculturas de Cristos y Santos como en cualquier pueblo, pero el piso se encuentra cubierto de agujas de pino, y en lugar de bancas, la gente hace ofrendas a su estilo muy particular. Está prohibido tomar fotos dentro, por respeto, pero si se puede pasar a ver.  Llevé a mis niños a puro renegar. Venían de ver invernaderos de flores que abundan en la región y casas donde se hace artesanía, los días anteriores habían visto pirámides, cascadas y tirolesas o sea que ver una iglesia les parecía un plan bastante sosito. Les dije que era algo muy distinto y que miraran y callaran. Para empezar, las mujeres Chamulas usan unas faldas hechas con piel de borrego obscura con la lana “peinada” o sea que se ven peludas. Entrando a la iglesia y viendo las agujas de pino, los grupos de gente alrededor de sus ofrendas con veladoras, comida, refrescos , alcohol y algún animal. De pronto una persona tomó un gallo entre sus manos, le sopló alcohol en la cara y pasándolo sobre las veladoras recitaba algo. Les dije a los niños, si no quieren ver como matan al gallo, voltéense para otro lado. “ Ay Ma, como te encanta inventar…” No bien habían terminado la frase, cuando le retorcieron el pescuezo al gallo y tan tán. ¿Decías m’hijito?
            Los colores de Palenque lo han hecho brillar por todo el mundo. La famosa pirámide y la tumba de Pakal, hacen del sitio uno de los más importantes de Mesoamérica y hasta su propio aeropuerto tiene la ciudad para que la gente pueda venir a disfrutarlo.  Además hay en Chiapas muchos otros sitios arqueológicos y pirámides encubiertas por la selva. Toniná , vale mucho la pena .
            Tristemente, Chiapas también tiene colores obscuros. Sus minorías no cuentan con una oportunidad igual de educarse como cualquier ciudadano para, si quisieran, tener otro tipo de vida. La desnutrición es evidente en niños y adultos y la pobreza es extrema. Es alarmante ver que en la localidad más remota hay letreros, hasta en lenguas indígenas (y basura) de compañías grandes- no vamos a decir nombres, pero ya sabemos las papitas, el pan y los refrescos, por ejemplo- pero no hay caminos, gasolinerías- la gasolina, con suerte se vende en bidones de plástico en changarritos de madera-, drenaje, centros de salud ni escuelas dignas. Siendo un Estado con tanta riqueza natural, es difícil de aprovechar porque la infraestructura es bastante deficiente. Cuando quieres ir de un sitio a otro, ves la distancia y calculas el tiempo… la realidad es muy distinta, ya que los caminos son muy malos. Cuando ves eso, no disculpas, no entiendes del todo, pero si ves el trasfondo del descontento que da lugar a los movimientos políticos que se han gestado en Chiapas.

            Hay sitios en Chiapas como San Cristobal de las Casas, donde todo el colorido de Chiapas se junta para pintar un cuadro increíble, de pueblo mágico, con sabor, con artesanía, con arte colonial, con gente de distintas etnias, con comida local, con haciendas, con calles empedradas y en un sitio privilegiado.


Visita Chiapas!

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HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...