martes, 17 de abril de 2018

LAS PERRAS DE MI FAMILIA
Momento. Primero lo primero. No me estoy refiriendo a mi parentela, que en general son finísimas personas. Me refiero, realmente a los canes de género femenino que tienen mis parientes. Me dio por platicar sobre ellas porque estas perritas tienen personalidades sumamente bizarras. Dios los crea y ellos se juntan?  No creo.
La Bruja Del 71
Mati, mi hermana es una de las gentes más monas del mundo. Hasta hubiéramos pensado que era recogida de no ser porque no niega la cruz de la parroquia en lo físico, pero tiene un carácter de lo mas lindo, es amable, cariñosa y muy educada. Su señor esposo es también encantador. Entonces, su mascota ha de ser su sacrificio de cuaresma o algo así. Tienen una perrita Shiba Inu. No se si tu seas muy culta, pero yo hasta hace unos años desconocía completamente esta raza de perros. Son de origen japonés. Físicamente son guapos, se parecen a un Akita, pero de tamaño chico-mediano, lindos. Pero de carácter….. Son idénticos a los gatos. Ya ves que los gatos no se creen mascotas, creen más bien que el ser humano es su mascota y existe para atenderlos. Pues, haz de cuenta. Esta niña nació creyéndose princesa y no hace el favor de juntarse con cualquiera. No hace fiestas como cualquier perro y ganarte su confianza te puede costar un ratote y no creas que una vez que te la conquistaste después de días de hacerle la barba y ofrecerle comidas prohibidas ya te la echaste a la bolsa. En cualquier momento decide que ya le diste flojera y lo mismo te manda por un tubo o te da una mordida, nomás por no dejar. La tragedia que le sucedió a la princesa es que la destronaron. Gacho. Primero, Mati compró otro perro de la misma raza, pero curiosamente, este sí salió con carácter de perro y es a todo dar. Entonces, la Bruja del Setenta y Uno, se tuvo que alivianar un poquito porque ya tenía competencia y nadie le iba a estar haciendo la rogona, habiendo un compadre simpático cerca. Y luego, para acabarla tuvo un bebé. Uuuuy.  Las cosas cambiaron todavía más. Los paseos largos para que la princesa fuera al baño lejos de su casa, porque como se iba a dignar a ensuciar su hogar, se limitaron por cuestiones de tiempo. La comida a base de carne cruda que recibían por correo congelada y preparada en especial cambió por croquetas secas a instancias del pediatra y el tiempo que se le podía dedicar, de pronto se redujo mucho. Fui de visita por esas fechas, a conocer y disfrutar a la bebé y la pobre Bruja, estaba cambiadísima. Hombre, humilde nunca se volvió. Seguía creyendo que los seres humanos éramos sus súbditos, pero nos tenía más paciencia. En la mañana, se me plantaba enfrente y me miraba con cara de “A ver cuándo te vas a dignar ver qué hace falta. No he salido.” Luego volteaba a ver su plato y me volvía a ver con cara de disgusto. El otro perro, como perro normal, brincaba a saludar, iba hacia la puerta, hacia ruidos para pedir de comer. Ella jamás. Es una princesa. Total iban de paseo, hacían lo que tenían que hacer. La Bruja alguna vez le tiró la mordida a una niñita que la quiso acariciar, sin hacer caso a mi NOOOOO! Que vergüenza, pero no hay que andar acariciando perros nada más porque se ven lindos. A saber que lleven en su corazoncito. Al llegar de regreso a la casa y ponerles comida y agua, la princesa veía las croquetas y me volteaba a ver con cara de: “Es en serio?”  Se sentaba frente a mi y me miraba fijamente como queriendo telepáticamente hacerme cambiar de opinión y rectificar el despropósito de haberle dado esa comida tan horrible.  Ya cuando veía que no había de otra, iba y se comía un poco, pero con cara de displicencia.
A cada rato está “castigada”, porque mordió a su dueño, le gruñó a Mati o a la bebé o hizo alguna de las suyas. Pero es su naturaleza, ni hablar.
Trípoli
Mi otra hermana Eb, tiene una perrita adoptada a la que yo llamo Trípoli, no en referencia a la capital de Libia, si no a que es tripolar. No bipolar, lo que le sigue. Esta perrita la recogió mi sobrina y la adoptó la familia de mi hermana. No sé si el carácter orate le viene por el abandono, o la abandonaron por orate, una familia menos paciente o con un humor menos negro que la familia de mi hermana. Ah, porque Eb y sus hijos no viven en negación, no señor. Están completamente conscientes de que la Trípoli está loca de remate y eso les divierte enormemente. Por ejemplo, llegas a su casa y la perrita corre a la puerta como cualquier perro normal, saluda, investiga a las visitas y parece contenta. Te sientas a platicar y se sienta junto a tu silla. Equis. Y de pronto, sin que hayas cambiado de posición, de tono de voz, de actitud, sin que haya sucedido nada que pudiera parecer alarmante, se pone como fiera. De la nada. La posee el demonio y se convierte en Cujo. Comienza a ladrarte furiosa y a tratar de atacarte. Pasados unos minutos se vuelve a sentar al lado tuyo como si el episodio de odio no hubiera sucedido. Mi hermana y sus hijos se ponen malos de risa, ante la perplejidad de cualquier visita. Tiene juguetes y de pronto tiene ataques de ansiedad por ponerlos todos en el lugar más alto que pueda y hace unos esfuerzos tremendos por lograrlo, siendo que es de talla más bien chica.
Recientemente, en unas vacaciones, mis hermanas fueron a quedarse a casa de mis papás. Eb trajo a Trípoli. Yo me moría por preguntar como se había portado. Sabía que el potencial de desastre era alto.
Cuando se fueron, como no queriendo la cosa le pregunté. Me dijo: “Fatal”.  Y yo, como mis amigas cuando mi papá me regañaba. ¿Cómo fatal? ¿Pero qué hizo? Me moría de ganas de carcajearme de las historias de horror. Me dijo toda triste: Mordió a mamá, a Mati y a su hija. Y mi mamá, que nunca fue de perros dentro de la casa pero que ahora hace grandes esfuerzos por sus “nietos de cuatro patas”, dijo, “No quiso ser linda, aunque quisimos que estuviera adentro y todo…..” Muy triste mi pobre madre por la incomprensión de la ingrata….
Hoover
            El Islam considera al perro un animal sucio y en general la gente no es mucho de tener perros. Los pastores los tienen para cuidar los rebaños y por ahí de repente en Amman ves algún perrillo de mascota, pero es raro. A Alaris le gustan y cuando fuimos a México se dio vuelo con una Bulldog Francés que tiene mi hermano. Se adoraron mutuamente en cuanto se conocieron y ahora la extraña y suspira por ella en Instagram. Quién diría….Le dice La Hoover, porque se come lo que sea a velocidades vertiginosas. Es una perrita muy feliz, le encanta jugar, comer de todo y salir a dar la vuelta. Se cansa pronto, porque es de patas cortitas y como buen “chato”, no respira muy bien . Las cosas que hacen ruido y los otros perros le causan terror y una vez que los ubica, aunque estén apagados o lejos, los mira con recelo y les ladra. Por ejemplo a la secadora de pelo o a un drone.
            Mi otro hermano siempre fue muy perruno. De momento, está recién casado y tiene los perritos que tenía su esposa de soltera nadamás. A ver con que rareza sale, porque con el récord que lleva la familia, seguro va a ser algo con personalidad.
Salam!


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HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...