LAS PERRAS DE MI FAMILIA
Momento. Primero lo primero. No me estoy refiriendo a mi
parentela, que en general son finísimas personas. Me refiero, realmente a los
canes de género femenino que tienen mis parientes. Me dio por platicar sobre
ellas porque estas perritas tienen personalidades sumamente bizarras. Dios los
crea y ellos se juntan? No creo.
Mati, mi hermana es una de las gentes más monas del mundo. Hasta
hubiéramos pensado que era recogida de no ser porque no niega la cruz de la
parroquia en lo físico, pero tiene un carácter de lo mas lindo, es amable,
cariñosa y muy educada. Su señor esposo es también encantador. Entonces, su
mascota ha de ser su sacrificio de cuaresma o algo así. Tienen una perrita
Shiba Inu. No se si tu seas muy culta, pero yo hasta hace unos años desconocía
completamente esta raza de perros. Son de origen japonés. Físicamente son
guapos, se parecen a un Akita, pero de tamaño chico-mediano, lindos. Pero de
carácter….. Son idénticos a los gatos. Ya ves que los gatos no se creen mascotas,
creen más bien que el ser humano es su mascota y existe para atenderlos. Pues,
haz de cuenta. Esta niña nació creyéndose princesa y no hace el favor de
juntarse con cualquiera. No hace fiestas como cualquier perro y ganarte su
confianza te puede costar un ratote y no creas que una vez que te la
conquistaste después de días de hacerle la barba y ofrecerle comidas prohibidas
ya te la echaste a la bolsa. En cualquier momento decide que ya le diste
flojera y lo mismo te manda por un tubo o te da una mordida, nomás por no
dejar. La tragedia que le sucedió a la princesa es que la destronaron. Gacho.
Primero, Mati compró otro perro de la misma raza, pero curiosamente, este sí
salió con carácter de perro y es a todo dar. Entonces, la Bruja del Setenta y Uno,
se tuvo que alivianar un poquito porque ya tenía competencia y nadie le iba a
estar haciendo la rogona, habiendo un compadre simpático cerca. Y luego, para
acabarla tuvo un bebé. Uuuuy. Las cosas
cambiaron todavía más. Los paseos largos para que la princesa fuera al baño
lejos de su casa, porque como se iba a dignar a ensuciar su hogar, se limitaron
por cuestiones de tiempo. La comida a base de carne cruda que recibían por
correo congelada y preparada en especial cambió por croquetas secas a
instancias del pediatra y el tiempo que se le podía dedicar, de pronto se
redujo mucho. Fui de visita por esas fechas, a conocer y disfrutar a la bebé y
la pobre Bruja, estaba cambiadísima. Hombre, humilde nunca se volvió. Seguía
creyendo que los seres humanos éramos sus súbditos, pero nos tenía más
paciencia. En la mañana, se me plantaba enfrente y me miraba con cara de “A ver
cuándo te vas a dignar ver qué hace falta. No he salido.” Luego volteaba a ver
su plato y me volvía a ver con cara de disgusto. El otro perro, como perro
normal, brincaba a saludar, iba hacia la puerta, hacia ruidos para pedir de
comer. Ella jamás. Es una princesa. Total iban de paseo, hacían lo que tenían
que hacer. La Bruja alguna vez le tiró la mordida a una niñita que la quiso
acariciar, sin hacer caso a mi NOOOOO! Que vergüenza, pero no hay que andar
acariciando perros nada más porque se ven lindos. A saber que lleven en su
corazoncito. Al llegar de regreso a la casa y ponerles comida y agua, la
princesa veía las croquetas y me volteaba a ver con cara de: “Es en
serio?” Se sentaba frente a mi y me
miraba fijamente como queriendo telepáticamente hacerme cambiar de opinión y
rectificar el despropósito de haberle dado esa comida tan horrible. Ya cuando veía que no había de otra, iba y se
comía un poco, pero con cara de displicencia.
A cada rato está “castigada”, porque mordió a su dueño, le gruñó a
Mati o a la bebé o hizo alguna de las suyas. Pero es su naturaleza, ni hablar.
Trípoli
Mi otra hermana Eb, tiene una perrita adoptada a la que yo llamo
Trípoli, no en referencia a la capital de Libia, si no a que es tripolar. No
bipolar, lo que le sigue. Esta perrita la recogió mi sobrina y la adoptó la
familia de mi hermana. No sé si el carácter orate le viene por el abandono, o
la abandonaron por orate, una familia menos paciente o con un humor menos negro
que la familia de mi hermana. Ah, porque Eb y sus hijos no viven en negación,
no señor. Están completamente conscientes de que la Trípoli está loca de remate
y eso les divierte enormemente. Por ejemplo, llegas a su casa y la perrita
corre a la puerta como cualquier perro normal, saluda, investiga a las visitas
y parece contenta. Te sientas a platicar y se sienta junto a tu silla. Equis. Y
de pronto, sin que hayas cambiado de posición, de tono de voz, de actitud, sin
que haya sucedido nada que pudiera parecer alarmante, se pone como fiera. De la
nada. La posee el demonio y se convierte en Cujo. Comienza a ladrarte furiosa y
a tratar de atacarte. Pasados unos minutos se vuelve a sentar al lado tuyo como
si el episodio de odio no hubiera sucedido. Mi hermana y sus hijos se ponen
malos de risa, ante la perplejidad de cualquier visita. Tiene juguetes y de
pronto tiene ataques de ansiedad por ponerlos todos en el lugar más alto que
pueda y hace unos esfuerzos tremendos por lograrlo, siendo que es de talla más
bien chica.
Recientemente, en unas vacaciones, mis hermanas fueron a quedarse
a casa de mis papás. Eb trajo a Trípoli. Yo me moría por preguntar como se
había portado. Sabía que el potencial de desastre era alto.
Cuando se fueron, como no queriendo la cosa le pregunté. Me dijo:
“Fatal”. Y yo, como mis amigas cuando mi
papá me regañaba. ¿Cómo fatal? ¿Pero qué hizo? Me moría de ganas de carcajearme
de las historias de horror. Me dijo toda triste: Mordió a mamá, a Mati y a su
hija. Y mi mamá, que nunca fue de perros dentro de la casa pero que ahora hace
grandes esfuerzos por sus “nietos de cuatro patas”, dijo, “No quiso ser linda,
aunque quisimos que estuviera adentro y todo…..” Muy triste mi pobre madre por
la incomprensión de la ingrata….
Hoover
El Islam
considera al perro un animal sucio y en general la gente no es mucho de tener
perros. Los pastores los tienen para cuidar los rebaños y por ahí de repente en
Amman ves algún perrillo de mascota, pero es raro. A Alaris le gustan y cuando
fuimos a México se dio vuelo con una Bulldog Francés que tiene mi hermano. Se
adoraron mutuamente en cuanto se conocieron y ahora la extraña y suspira por
ella en Instagram. Quién diría….Le dice La Hoover, porque se come lo que sea a
velocidades vertiginosas. Es una perrita muy feliz, le encanta jugar, comer de
todo y salir a dar la vuelta. Se cansa pronto, porque es de patas cortitas y
como buen “chato”, no respira muy bien . Las cosas que hacen ruido y los otros
perros le causan terror y una vez que los ubica, aunque estén apagados o lejos,
los mira con recelo y les ladra. Por ejemplo a la secadora de pelo o a un
drone.
Mi otro hermano
siempre fue muy perruno. De momento, está recién casado y tiene los perritos
que tenía su esposa de soltera nadamás. A ver con que rareza sale, porque con
el récord que lleva la familia, seguro va a ser algo con personalidad.
Salam!
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