miércoles, 14 de marzo de 2018

QUE CHULA ES PUEBLA!
En el plan de la visita a México, tenía yo ganas de llevar a Alaris a alguna ciudad colonial y a alguna playa, para que tuviera una “probada” de México, fuera de la CDMX, donde vive mi familia. En lo que pensaba si Guanajuato, San Miguel de Allende o Puebla, tuve la enorme suerte de que una de mis tías, que vive en Puebla me invitara a su casa.

Mi tía vive en Puebla desde hace cuatro años, se fue por trabajo de su esposo y vive contenta allá. Cállate la boca. Puebla de por sí es linda, siempre lo ha sido, tiene años de historia, monumentos preciosos, cientos de iglesias y edificios coloniales, pero de unos años para acá está impresionante. Y para acabarla, nos recibieron y pasearon como pareja presidencial en gira de estado, con vista a los volcanes, comida deliciosa, ruta turística planeada y nos consintieron a más no poder.
Hay pocas ciudades con la riqueza que tiene Puebla. Hablo de riqueza patrimonial. De la historia que puedes ver al pasear por sus portales, por los alrededores del centro. Su catedral es impresionante, construida al estilo de la catedral de México, con dos torres campanarios, de los que solo uno tiene campana, pues la otra se hundió junto con el barco que la traía, una estructura para coro en el centro, capillas laterales, un altar con retablo dorado al fondo. La biblioteca palafoxiana es de quitar el aire por lo bonita, lo bien conservada, porque representa el poner la cultura al alcance de todos y… porque parece algo salido de un cuento, es preciosa. La capilla del Rosario, tan dorada con motivos religiosos pero de claros rasgos indígenas es una alegoría del México colonial, riquísimo y mezcla entre cristianismo y paganismo, españoles e indígenas. La comida poblana, barroca completamente, con su exceso de sabores y matices, siempre deliciosos. Al haber durante la colonia en Puebla muchos conventos, se conservaron muchas recetas Puebla también fue paso entre los cargamentos que llegaban a Veracruz y a Acapulco, por lo que pasaron por aquí distintas cosas provenientes de culturas que venían de todos los rincones del mundo y se pueden ver en las recetas, en la ropa, en la talavera, en la artesanía. Los volcanes a su alrededor. Y últimamente, la cantidad de calles bien cuidadas, parques preciosos, ciclopistas, caminos para practicar ejercicio al aire libre, la estrella de puebla, las universidades que atraen a mucha población joven. Las grandes empresas…. Puebla es una ciudad en constante crecimiento, pero ordenada, limpia, bonita, impresionante.
El museo Amparo está precioso, como edificio, siempre con exposiciones interesantes de arte moderno y la terraza que tiene en la azotea es una maravilla. La vista que tiene de las cúpulas de la ciudad entre plantas aromáticas y bancas bonitas, en donde se puede tomar algo, es una gozada.
No tenía yo el gusto de conocer el museo del Barroco. Que barbaridad. No le pide nada a ningún museo del mundo. El edificio es en sí una maravilla. Está construido con piezas grandes y curvadas que evocan olas de agua, y esa temática se mantiene, ya que en el centro hay un gran espejo de agua con un remolino, esto para dar una sensación de paz y dar lugar a las piezas barrocas del interior. El barroco es el miedo al vacío, es la corriente que intenta llenar hasta el último espacio posible, en el arte, las letras la música. Las exposiciones están puestas de forma muy ingeniosa y todo se puede apreciar perfectamente y la curaduría del museo es de primera. Una maravilla y un orgullo para Puebla y para México.

La oferta hotelera en Puebla es enorme y muy variada, desde los hoteles de toda la vida hasta muchos hoteles nuevos, de todos precios. La gastronomía poblana típica es riquísima y hay muchos y muy buenos restaurantes de todo tipo, ya que puebla cuenta con inmigrantes muy variados y con chefs de talla internacional.



Cholula con sus iglesias y su pirámide también merecen visita y son espectaculares. Desde lo alto de la pirámide y la iglesia puede apreciarse una vista de 360 grados del valle de Puebla.
La gente de Puebla es muy educada, muy linda y muy amable.
He estado muchas veces, por turismo, por visitas familiares, por cuestiones de trabajo y siempre me voy contenta y con ganas de volver.
Tal vez Puebla no es lo primero que se nos viene a la mente como destino turístico cuando tenemos que recomendar una visita a un extranjero en México o como cuando como mexicanos queremos viajar dentro de nuestro país y deberíamos tenerlo en cuenta. Si no conoces Puebla, no dejes de hacerlo, es una maravilla y para los extranjeros es una magnífica recomendación, no se van a ir decepcionados.

Alaris no había oído mucho sobre Puebla, algo de la comida, lo bonito de la carretera y la vista de los volcanes y le había platicado de haber visitado a mi tía y a una amiga que tengo allá, que quiero mucho. Cuando le dije que íbamos, como siempre y a todo, dijo que sí, de buenas porque él así es, pero no se esperaba lo que encontró. Quedó completamente enamorado. Tomó miles de fotos y videos que les ha mandado a sus parientes y no ha parado de decirles lo bonito que es Puebla, o sea que no se sorprendan los poblanos si tienen una oleada de turistas de medio oriente, porque han ganado un entusiasta.

Gracias Puebla, gracias Marta y José Luis!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...