lunes, 5 de marzo de 2018

¿EDUCACIÓN FÍSICA?

El culto al cuerpo, el estar fit, el negocio que rodea a esta subcultura, es relativamente nuevo. La moda de correr, con calzado especial empezó en los años setentas, y por ese entonces también empezaron a haber “clases” de algún tipo de ejercicio organizado, que se pusieron más de moda en los 80s, la “gimnasia”, los aerobics, el jazzercise, empezaron a haber unos pocos gimnasios. Para nada la locura de ahora, donde una persona cualquiera, seguramente tiene gimnasio en su edificio o un aparato en su casa, pero aparte tiene una membresía en algún gimnasio, pero aparte a lo mejor va al spinning en otro lado, pero aparte corre los sábados en el Ocotal…… En Estados Unidos están de moda los lugares en donde puedes comprar clases sencillas o paquetes de clases por internet y apartar tu clase y tu lugar cuando la vayas a usar, pagando con tarjeta y así entonces, si vives en una ciudad grandecita, puedes ir a muchísimos lugares distintos y tomar muchas clases diferentes, sin necesidad de amarrarte a uno.  Al haber mucha competencia, los lugares están muy bien puestos, tienen baños buenos con buenos productos, para que saliendo te puedas ir a trabajar o a socializar. En México, existe mucha oferta de tipos distintos de lugares para cuidar tu físico: cross-fit, pilates, todo tipo de gimnasios de distintos niveles y calidades, clases  y estudios especializados de todo tipo. Empieza a haber también lugares donde puedes comprar paquetes de clases, por ejemplo los sitios de spinning tipo “antro” y aplicaciones donde puedes hacer mezclas de clases en distintos lugares participantes, si te gusta lo variado y no quieres pagar muchas inscripciones.

En Jordania se empieza a hacer conciencia de la necesidad de cuidar el físico y de hacer ejercicio. Hay una incidencia muy alta de diabetes mellitus, como en México y es sabido que el mantener un índice de masa corporal sano y hacer ejercicio ayuda a reducir el riesgo de prevenir el tipo II de este padecimiento, por lo que se trata de fomentar el ejercicio. Han empezado pues a surgir gimnasios de diferentes tipos y precios en Amman. En los pueblos, hay simbólicamente alguno, patrocinado por alguna ONG, pero más bien están de adorno. La gente se ejercita trabajando en el campo y jugando la cáscara ocasional de fut llanero, pero en general no son mucho de gimnasio y te ven raro  cuando sales a correr o preguntas por el gimnasio.
El tipo de cultura, en la que muchas mujeres no muestran el cuerpo y la cabeza, e incluso a veces la cara, delante de miembros del sexo opuesto que no sean sus familiares directos hace que los gimnasios tengan características muy distintas a los de cualquier país occidental. Existen gimnasios para mujeres solamente, con ventanas opacas de forma que no se pueda ver nada desde afuera. También así, existen gimnasios solamente para hombres. Hay en las zonas caras algunos estudios de crossfit, spinning, pilates o “fitness”. Los gimnasios grandes y mejorcitos, generalmente están divididos en dos áreas. El área mixta, donde se permiten hombres y mujeres, con área de aparatos, de clases en grupo, de ejercicios de piso, de pesas  libres, etc., luego aparte está el área de mujeres en donde hay lo mismo, pero no pueden entrar hombres por ningún motivo. Hasta la salida de emergencia está bloqueada hacia la escalera por donde es la salida de los hombres en el gimnasio al que voy, y hay letreros que dicen que el circuito cerrado de televisión solamente es visto por personal femenino, que puedes preguntar si quieres. Para que las señoras de burqa se la puedan quitar tranquilas y  tomen sus clases. Los niños, pueden pasar al área de señoras con sus mamás, solamente hasta los 7 años, después tienen que ir al área mixta.  En los vestidores, aunque sean de puras mujeres, hay letreros que dicen que está prohibido utilizar celulares, no le vayas a tomar fotos a una ñora sin burqa, UUUUUUYYYYY, que escandalazo, haram, haram. Y también hay letreros que prohíben la desnudez, o sea que las señoras que en México platican y se secan el pelo encueradas, aquí las reprimirían, por inmorales. Además supongo que porque puede haber niños chicos en el mismo vestidor, no sé.
En el gimnasio al que voy, que es el más grande y bonito de Amman, hay cuatro albercas. Dos en el sótano, techadas y sin ventanas. Adivina para quién. Ooooobvio, para las mujeres. No las vayan a ver. De repente ves a señoras nadando con más ropa de la que yo uso para ir al spinning y con todo y todo, les gusta estar encerradas.  El traje de baño de la mujer religiosa musulmana se llama burquini y es de licra gruesa, como las playeras para el sol, flojto y de manga larga, pantalón largo y capucha. En la azotea del lado mixto hay otras dos albercas, una techada y una al aire libre. La techada la tienen más calientita, y los niños pueden tomar clases de natación allí, o sea que puede haber mujeres afuera, viendo a sus hijos, pero no metidas en la alberca, vayan a levantar pasiones. En la de afuera, solamente dejan a las mujeres nadar los fines de semana, Viernes y Sábado, porque se vuelve familiar el asunto, pero solo en la de afuera. Si tu marido y tus hijos quieren nadar en la techada, pues ya estuvo que no nadaste con ellos, porque no se vale.

Por un lado, como mujer, tienes gimnasio doble,  puedes usar tanto el lado mixto como el lado de mujeres (salvo las albercas), tienes el doble de clases, y tiene su encanto también tener un lugar donde nadie te de la lata. Odio en México a los típicos viejos rabo-verdes que van al gimnasio a ver que platican o que ligan. Te ven de audífonos o libro, te digo que soy bien nerd, usando un aparato y van y te platican o te preguntan algo, cuando clarito se ve que no estás en “modo platicador” y no estás socializando. O cuando estás usando un aparato y llega el intensito a decirte: “ Mmm, te importa si alternamos?”.  A mi claro que me importa! No te importa esperarte dos minutos y te dejo el aparato para ti solito y no me le mueves la carga, el asiento, la altura ni nada y no te tengo que oír  resoplar y no compartimos sudores en el asiento?  Invariablemente son hombres. O sea que tiene su encanto el ambiente como de colegio de niñas, la verdad.

Otra diferencia que se ve, es que aquí las cosas que están de moda en cuanto al ejercicio, también están un poco atrasadas. El gimnasio más guau, moderno, tiene las clases que estuvieron de moda en México y Estados Unidos hace como 10 0 12 años. Las carreras, a pie y en bici, apenas empiezan a organizarse en forma y las inscripciones siguen siendo medio rupestres. Tienes que ir personalmente a una oficina a inscribirte, los portales de internet en general te dirigen a una página de Facebook con algo de información pero no tienen portal para pagar y si lo tienen te cuesta el doble, para que mejor vayas.
Existe en Amman un lugar que se llama La Ciudad de Los Deportes y es un complejo con un estadio de futbol, una pista olímpica, varios edificios con canchas de distintos deportes, un complejo para artes marciales y ahí está el Ministerio del Deporte.  Hay algunos parques con estos como gimnasios que hay en algunos parques de México, y un parque muy grande, que contiene una mezquita enorme, el Museo Real del Automóvil y el Museo del Niño y que además tiene canchas de futbol de pasto sintético y canchas de tennis con iluminación. Son públicas, como las de Central Park de Nueva York, solo hay que apartarlas y a lo mejor pagar una renta simbólica. En el mismo parque hay caminos para bici y para caminar o correr.

            Existen unos grupos de ciclistas que organizan los fines de semana “rodadas” en Amman o salidas de fines de semana con planes divertidos que consisten en un paseo de bici más o menos largo y luego alguna actividad turística o alguna otra forma de diversión como ir a los Go-Karts o un pic-nic. Nada que ver con la cantidad de gente que vemos en México en bicis de ruta, de montaña, en el ciclotón de los domingos en la CDMX, pero es un buen inicio.
Poco a poco se está creando una cultura del deporte, a su manera, para que sea compatible con su cultura en general y su forma de vida. Los jordanos, como los musulmanes en general, no serán nunca grandes atletas, porque antes que deportistas son musulmanes. Llega el ramadán y se pasan un mes sin comer durante las horas que no hay luna, aunque sea el mundial, pues obviamente, así les va en la feria. Ni hablar.

Salam!

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HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...