lunes, 26 de marzo de 2018

LA DEFECTUOSA CDMX

            Mi Ciudad….. Tengo con la Ciudad de México una relación completamente bipolar. La quiero con pasión y locura desenfrenada y a la vez miento madres por todos mis poros seguido cuando estoy allí.  Es como el arte, siempre inspira emociones. No siempre positivas, pero no te deja el corazón indiferente nunca.

            Que ganas tengo en esta primavera de correr por Reforma y ver las jacarandas. Por primera vez en mi vida yo creo, me las voy a perder. Me gustan tanto que en mi sala en Amman, tengo enmarcada una foto grandota de una jacaranda en flor.  Extraño lo verde de mi Ciudad, si bien aquí la primavera está con todo. Mi mamá siempre ha sido una entusiasta de las plantas y se sabe los nombres de todas, o a lo mejor los inventa y mis hermanos y yo le creemos, pues ni modo que no. Entonces va por la calle diciendo “Mira como están las jacarandas, y los colorines. Esos truenos han crecido mucho. El vecino cambió los agapandos de sus macetas. Los de la luz deberían de podar los fresnos de por tu casa, porque luego tiran los cables con el aire….” Y así se va como hilo de media. Nosotros no nos acordábamos como se llamaba ningún triste árbol y entonces para darle la lata yo le decía, “Ya viste como están de verdes los chopitos?” Pues ahora extraño los chopitos carambas.


            Me encanta de mi Ciudad su historia, que puedes admirar fácil, pues esta llena de edificios bien conservados y de museos muy bien puestos y curados al alcance de todos. Me fascina levantarme temprano los fines de semana, o más bien, como no puedo dormir hasta tarde, me gusta salir a aprovechar el insomnio- y correr por Reforma hasta la plancha del zócalo y ver salir el sol allí. Ver los edificios del cuadro central cuando hay poca gente, babosear por las calles del centro admirando los edificios históricos, los herrajes, meterme a ver correos, tomarle una foto a Bellas Artes, pasar por el edificio de los Azulejos…
 Disfruto muchísimo sus parques, el bosque de Chapultepec con sus lagos, el Castillo, los caminos para correr y andar en bici, el zoológico; los parques de Polanco, de la Condesa, los viveros de Coyoacán, el bosque de Tlalpan, los dinamos, el Desierto de Los Leones, Xochimilco, Milpa Alta, las rutas de bici dentro de Ciudad Universitaria, y todas las áreas verdes que tenemos. Los parques de diversiones y museos para los niños. La diversa y grandísima oferta gastronómica, desde restaurantes de estrellas Michelin, hasta los changarros callejeros más hechizos, pero cada uno con su encanto, su sabor y su sazón y para todos los gustos y presupuestos hay cosas deliciosas.  En la CDMX puedes encontrar buenos restaurantes de muchísimas cocinas del mundo. Muchas de ellas adaptadas y tropicalizadas a nuestro gusto, como la comida japonesa en la que la soya se mezcla con limón y chiles toreados y mucha muy auténtica como la comida coreana de la zona rosa. Nuestros mercados tienen un exceso de colorido y de sabores. En la CDMX puedes encontrar de todo, cosa de buscarlo.  Hay miles de cosas que hacer, ópera, teatro, conciertos, ballet, exposiciones de arte,  lucha libre, deportes, clases, cursos. Universidades y escuelas. Tiendas de lo que quieras, desde las boutiques elegantes y caras de Masaryk o Alta Vista y los centros comerciales grandes hasta las tiendas de siempre en el centro y las misceláneas de la esquina, los mercados de artesanía, las tiendas de cosas orgánicas y los puestos de hierberos. En un mismo día puedes ver como en una película de Fellini una feria armada al aventón en una calle de Tepito mientras pasan gentes vendiendo pizzas en mochilas con logotipo de Domino’s y se vende la fayuca más diversa mientras se cobran cuatro pesos por usar el baño con papel o Sección, a gusto del usuario y en la tarde puedes ir a una fiesta elegantísima en un fraccionamiento con club de Golf al que se entra por un túnel como a Narnia . Es como un cuadro de Dalí, pero todo cabe dentro de mi Ciudad.

            También tiene su lado obscuro, como no. La inseguridad. Los tráficos espantosos que hacen que llegues siempre antes de tiempo o gastes dos horas en ir a cualquier parte, el estado de las calles todas siempre llenas de baches y hoyos. Los enormes topes. Los policías mordelones, o los que “dirigen el tráfico” abanicando con la mano y causan más problemas viales y el caos de tener a tanta gente en un mismo lugar.

            Le pregunté a Alaris su opinión, como extranjero, como alguien que la vio por primera vez, qué le llamó la atención. A lo mejor yo tengo a mi Ciudad muy vista y el ve cosas que yo no veo. He oído que le platica a quien pregunta, lo primero sobre el enorme tamaño de la CDMX, sobre lo verde que es, lo ordenadas que son las calles en las colonias residenciales, lo amable que es la gente. Le llamó mucho la atención la música que oyes en todas partes. Decía, ¿cómo hasta en la farmacia hay música? La botarga bailadora le pareció loquísima. Y si, en la farmacia, en el mercado, en el camión, en el metro….. Le gustó el sistema de transporte público si bien le pareció insuficiente. El estado de las calles le pareció increíble. Ya le había yo platicado, un día que se quejó de un mini bache en Amman que tardaron un día en arreglar. Le dije, “Uuuuy, ya verás lo que es amar a Dios en tierra de Apaches, ahora que conozcas México”.  Creyó que estaba exagerando. Cuando vio las trincheras que hay en México y eso que no era época de lluvias, casi le da un ataque. Se lo dije. Los precios de los estacionamientos y el hecho de que haya que pagar para estacionarse en todas partes le pareció un abuso, y bien mirado si lo es. Los parquímetros le parecieron una magnífica idea, si se usara el dinero para arreglar las calles, pero ya vio de que pata cojea nuestro gobierno. Dice que lo que más le gustó es la gente, la amabilidad de los mexicanos y el colorido. Que es un lugar impresionante y lleno de vida.  Viva México!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

HELLAS

  Como lo que más me gusta en la vida es viajar, y hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, mi respuesta a estar feliz es viajar...