Cuando yo era niña, mi mamá y mis tías mandaban tarjetas de felicitación navideña por ahí de estas fechas y poníamos en la entrada todas las tarjetas recibidas como teniendo presente a toda la gente querida.
Como muchas cosas en mi casa, a mi mamá, la bola de nieve se le fue de las manos. Llegó un momento en el que enviaba miles (literal) de tarjetas navideñas. Todas personalmente escritas, dedicadas y firmadas con el nombre de toda nuestra familia: hijos, nietos, nanas, etc. Llegó un momento en que el asuntacho era una chamba fija que empezaba meses antes y costaba un dineral entre la impresión de las tarjetas , los sellos postales para enviarlas por medio mundo y demás. Y claro, había quien las recibía con muchísimo gusto, y quien las tiraba junto con los catálogos de juguetes y los estados de cuenta bancarios.
Poco a poco, la costumbre ha ido desapareciendo o por lo menos cambiando. La gente que me sigue enviando tarjetas de Navidad, suele hacerlo vía whatsapp o correo electrónico. A veces con una foto de la familia, y a veces con una carta más extensa con noticias del año - al estilo gringo, mismo update para todas las conocencias y listo. Mucha gente baja un GIF de la red y lo envía a todos sus contactos y tan tan.
Por más que por supuesto, aproveché muchas veces la lista de las tarjetas de Navidad de mi señora madre para darle lata, se me hacía un detallazo y me gustaban sus tarjetas, que empezaron siendo comerciales, si bien las elegía con mucho cuidado y terminaron siendo hechas por ella misma , con fotos padrísimas. Le daba lata, porque me quedó esa costumbre de puberto de ver chiste en lo que para nadie es chistoso, porque tenía gente en su agenda que solo salía a colación para la tarjeta de Navidad o mientras fui niña, para invitarlas a los bautizos de la familia: Unas señoras que nadie sabía bien a bien de donde venían o de quién eran amistades exactamente pero que no podían faltar en la lista de compromisos porque eran una herencia poco clara de la generación anterior; a la señora Salomón que no festejaba seguramente la merricrismas y a un sinfín de personas que iba coleccionando en la vida. Ahora entiendo que más que para otros, el hacer las tarjetas era hacer una pausa y recordar y abrazar en el cariño a toda "su" gente.
En fin, que como dicen por ahí, que todos nos convertimos- queriendo o no, en nuestros padres, yo quiero hacer una pausa también y cerrar el año recordando y abrazando a toda mi gente querida. Como mi cabeza es una olla de grillos, seguramente habrá algún olvido y no tengo el pretexto de " Cóoooomo? No te llegó la tarjeta? Es que el correo está cada vez de mal en peor... " . También puedo hacerlo ahora, y no cuando se me venga encima la Navidad junto con los mil viajeros y problemas a resolver de los viajes y cuando termine mandando un gif por whatsapp genérico y listo .
Quiero abrazar muy fuerte a mis familias. Si así, familias. En la que crecí, la que formé, las que me tocaron por apellido y la que me recibió de pilón y la que fue mía unos años. El señor que es ahora mi familia y que diario sigue eligiendo serlo aunque soy más difícil que el cálculo integral. A la familia de él, que me ha hecho un lugar y siempre me tienen un cariño especial .
A mis tías, primas, primos, tíos, sobrinos segundos y terceros, abuelos y bisabuelos. A los que están y los que están en el recuerdo y el cariño siempre. A mis amigas adoradas, las del colegio, las que criamos hijos juntas, las mamás de amigos de mis hijos, los y las amigos con los que nos desmañanamos para ir a echar porras a los partidos de los frutitos durante años, mis amigos del poli, del labo, amigos de amigos que acabé haciendo míos, los amigos de toda la vida, los de la universidad, los cafés del laboratorio, las carreras de las conferencias, mis alumnos que se hicieron mis maestros y mis grandes cuates, los viajeros y agentes de viajes con los que empezamos como "relaciones laborales" y acabamos siendo cuatísimos, la familia de los coros de Navidad, la gente que conocí porque trabajaba en casa de mis papás, o en la mía y que considero mi familia también, la gente que conocí porque fui su paciente o su cliente .... y que se han convertido también en familia.
Mis amigas que ya no están aquí, pero que están siempre en mí.
A todos les deseo unas muy felices fiestas, un año lleno de salud, de paz y de muchas risas y todo lo que les hace felices , éxitos en lo que hacen , cariño a montones y les agradezco el hacer mis fiestas más felices al poder contarlos como mi gente querida.
Felices Fiestas !